Simón fue nominada a Mejor Película Iberoamericana en los Premios Goya que se realizarán en febrero de 2024

Los Premios Goya son, desde 1987, el galardón con el que la Academia de Cine de España reconoce a lo mejor de lo mejor del cine español y a la Mejor Película Iberoamericana. Hasta ahora son 11 las películas venezolanas que han recibido una nominación y una (Azul y no tan rosa, de Miguel Ferrari) se alzó con la estatuilla.

Simón es la más reciente cinta nacional seleccionada en la categoría para los premios que se entregarán el 10 de febrero de 2024 en la ciudad de Valladolid. El filme del caraqueño Diego Vicentini competirá con Alma viva (Portugal), La memoria infinita (Chile), La pecera (Puerto Rico) y Puan (Argentina).

La ópera prima de Vicentini está inspirada en las protestas opositoras del año 2017 y trata sobre un estudiante que es encarcelado y escapa a Miami, Estados Unidos, en busca de asilo político.

En Estados Unidos esta cinta fue presentada en el Festival de Cine de Florida y Dallas International Film Festival, donde fue reconocida como Mejor Película Internacional Premio de Audiencia.

Simón también triunfó en el Festival del Cine Venezolano de Mérida de este año, al ganar en las categorías de: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión, Mejor Fotografía, Mejor Edición y Mejor Actor de Reparto.

¿Cómo le ha ido a las cintas venezolanas en los Goya?

Tuvieron que pasar siete años para que una película venezolana volviera a estar nominada a esta presea. Previo a Simón, el último largometraje de Venezuela  considerado por los Goya fue Desde allá en 2016.

Desde allá, de Lorenzo Vigas, no pudo hacerse con el premio en esa edición, pero sí fue la ganadora de la categoría de Mejor Película en el Festival de Cine de La Habana y el Festival Internacional de Cine de Viña del Mar.

En 2014 fue nominada La distancia más larga, de Claudia Pinto Emperador. Este filme no ganó, pero obtuvo un reconocimiento como Mejor Ópera Prima de Ficción Iberoamericana en los Premios Platino de ese año.

Hasta la fecha la única producción nacional que se ha coronado como la Mejor Película Iberoamericana es  Azul y no tan rosa, del director Miguel Ferrari, en 2013. Este filme fue alabado por su manera de abordar temas como la homosexualidad, transexualidad, la violencia de género y la homofobia. 

Azul y no tan rosa también fue la primera nominación de una película venezolana en 14 años. Para encontrar un filme criollo considerado por los Goya debemos retroceder hasta el año 1998 con Amaneció de golpe, de Carlos Azpúrua.

Entre 1987, primer año en que el país presentó una película a los Goya, y 1995 hubo otros seis largometrajes hechos en Venezuela que optaron al Premio de Mejor Película Iberoamericana.

Estas cintas fueron: Pequeña revancha, de Olegario Barrera (1987);  Aventurera, de Pablo de la Barra (1989); Jericó, de Luis Alberto Lamata (1991);  Disparen a matar,  de Carlos Azpúrua (1992);  Golpes a mi puerta, de Alejandro Saderman (1993) y Sicario, de José Ramón Novoa (1995).

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