Escasez de insumos y numerosas fallas en la infraestructura han sido denunciadas con insistencia por el personal del Hospital de Niños José Manuel de los Ríos. La aceptación de la ayuda humanitaria es ahora su principal demanda.
“El ministerio y el Gobierno tienen que ceder su postura, tienen que permitir la ayuda internacional. No hay otra manera de salir de este atolladero, al menos en lo que se refiere a emergencias”, comentó Yamila Battaglini, jefa del servicio de cirugía pediátrica.
A la protesta llegó Earle Siso, director de salud del Distrito Capital, quien aseguró que una posible ayuda humanitaria podría darse de manera condicionada y así no la aceptarán las autoridades. “Si vamos a hablar de ayuda humanitaria, sería: yo te ayudo, pero tú haces lo que yo quiero”.
Además de sostener que ese aporte no es necesario porque “nosotros solos podemos solucionarlo”, afirmó que “si llegamos al nivel de tener (que recurrir a) una ayuda humanitaria, que en este momento no es así, se tomarán las decisiones pertinentes“.
La aparición del director de Salud de Distrito Capital sorprendió a los galenos que convocaron a una rueda de prensa dentro de las instalaciones del hospital, pero tras ser desalojado por el personal de seguridad, periodistas y médicos se reunieron para declarar en las afueras del nosocomio.
Siso redirigió entonces a la prensa a un salón en el piso 2 del hospital, donde escuchó dudas y quejas de los manifestantes; pero también ofreció respuestas a algunos problemas, no sin especificar que muchas de las carencias del hospital no las podía resolver desde su despacho porque quedaban “fuera de su manos” y debía ser remitido directamente al Ministerio.
Deficiencias interminables
Remodelaciones sin terminar, turnos quirúrgicos disminuidos, solo dos quirófanos en funcionamiento de los nueve existentes, contar con apenas cinco anestesiólogos en lugar de los 30 que deberían estar, falta de equipos de buena calidad y otros sin reparar, han hecho que el hospital, otrora referencia mundial, pase a ser un ambulatorio según miembros de la sociedad médica.
“No hay radiología ni tomógrafo ni resonador, el laboratorio funciona a un cuarto de su capacidad, la dotación de insumos y medicamentos es intermitente, insuficiente y de mala calidad, el cierre de servicios muy importantes y únicos en el país como cirugía cardiovascular y de tórax, terapia intensiva cardiovascular, anatomía patológica, terapia intensiva cardiovascular. No se puede garantizar una alimentación balanceada“, denunció el doctor Alejandro Ferrer, presidente de la Sociedad Médica.
El vocero puntualizó que la situación por la que atraviesa el hospital ha disminuido la capacidad de atención a los pacientes pediátricos, así como ha aumentado la cifra de niños en espera de turno quirúrgico, que ya ronda los 5.000; hubo disminución en la capacidad de hospitalización, aumento de mortalidad y desnutrición infantil, aumento de enfermedades previsibles por vacunas y retardo en el diagnóstico. “Los padres se ven obligados a pagar medicamentos, insumos y hasta la comida”.
Por su parte, Siso señaló que “el Estado está haciendo lo posible dentro de la crisis” para abastecer los centros de salud, pero que entre “paros inducidos” por robos a equipos, falta de médicos y la baja de los precios del petróleo, hay un índice de escasez “explicable”. Sin embargo, rechazó hablar de cifras porque, según comentó, el JM es un hospital complejo y llevar un registro global es complicado. “Si te doy un porcentaje no te voy a decir la verdad, porque yo no la conozco“.
De las 279 camas, solo 161 están operativas según fichas presentadas por Mayra Oviedo, directora del hospital. Siso y Oviedo también señalaron que se habían realizado 169 intervenciones quirúrgicas el último mes entre los 19 servicios. “En el año 2007 el servicio de cirugías realizaba, en promedio, más de 400 cirugías al mes, mientras que para marzo de 2016 solo realizó unas 20 intervenciones”, puntualizó la doctora Battaglini.
El área de radiología es una de las más graves del centro. Jonhatan Cedeño, jefe del servicio, señaló que están trabajando a un 10% de su capacidad. Anteriormente realizaban unas 120 radiologías en el turno de la mañana, pero en la actualidad ese número descendió a 40 semanales.
Edymar Pérez, técnico radiólogo, puntualizó que no cuentan con dosímetros para saber el nivel de radiación que absorben y que los petos radiológicos, el vestuario que usan para protección está roto o maltratado. “Solo tenemos un equipo portátil. Los doctores tienen que ver las imágenes en sus celulares, porque ni siquiera podemos guardarlas”.
Oviedo señaló que en los rubros de material médico quirúrgico se contabilizan 105 tipos de insumos y el centro médico cuenta con 86.
Declaraciones de Mayra Oviedo, directora del hospital
La Sociedad Médica y las autoridades gubernamentales realizaron cuatro acuerdos luego de la reunión, siendo el principal tender puentes de diálogo con la Vicepresidencia de la República para intentar solucionar la crisis del hospital. También estipularon una reunión con la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, el Instituto de Nutrición y la Unicef para discutir la alimentación en el hospital. Este tema ha provocado protestas en otras ocasiones, puesto que denuncian que lo que les ofrecen es insuficiente, poco nutritivo y hasta ha llegado con chiripas.
La única promesa hecha por Siso, por asegurar ser lo único que está en sus manos para solucionar inmediatamente, fue la entrega de una ambulancia para este martes 7 de junio. El hospital, que tiene una población de influencia de un millón de personas, no cuenta con unidad de transporte para pacientes desde hace unos 18 meses, según denunciaron los galenos.
Los médicos establecieron un período de 15 días para dar respuesta a sus exigencias. De no hacerlo, convocarían a nuevas acciones de protesta.