Un total de siete niños del servicio de Nefrología del hospital J.M. de los Ríos, en Caracas, murieron durante 2023 y al menos 82 han fallecido desde 2017, año en el que se suspendió el Sistema de Procura de Órganos y Tejidos (Spot), de acuerdo con datos de la ONG Prepara Familia.

La directora de la organización, Katherine Martínez, explicó a Efecto Cocuyo que para enero de 2024 la situación en el centro pediátrico, ubicado en el municipio Libertador, es la misma que la del año pasado: varios servicios continúan cerrados, la alimentación es deficiente y las necesidades de higiene de los pacientes y de sus habitaciones usualmente están a cargo de las madres.

«La falta de mantenimiento correctivo de los equipos no permite que los niños puedan recibir los tratamientos. Las madres tienen que salir a hacer radioterapias y otros exámenes especializados afuera. Ves a las mamás tocando mil puertas y vendiendo lo que no tienen para hacer un examen», dijo Martínez en contacto telefónico.

Al hospital no llegan insumos, los salarios de los trabajadores son bajos, el personal de enfermería se reduce con los meses y el Estado venezolano no responde a las exigencias de padres y defensores de derechos humanos.

«En la práctica, el sistema está privatizado. Esto se ha vuelto lo normal y no puede ser. Exigimos en nombre de los niños que el Estado garantice el derecho a la vida y a la salud que están en la Constitución», indicó .

Qué sigue sin funcionar

Al igual que en la mayoría de los hospitales del país, los servicios públicos fallan en el J.M. de los Ríos, que cuenta con una planta eléctrica para casos de emergencia. Sin embargo, esta tiene poca potencia y no es capaz de brindar energía a las habitaciones de los pacientes.

Ese no es el problema más grave. Actualmente, entre los servicios que no funcionan dentro del centro pediátrico se encuentran Cardiología, Terapia Intensiva, Neurología y Centro de Lactancia «Mi Gota de Leche», denunció Martínez.

«Las mamás de los niñitos tienen que ir a un cardiólogo privado fuera del hospital, porque no hay manera de conseguirlo adentro. No es posible que alguien tenga que salir de madrugada, por ejemplo, a hacerle un examen al niño en otra parte porque no pudo hacerlo en el hospital», dijo.

De acuerdo con el informe titulado “El cuidado invisible y su aporte al sistema de salud” y presentado por Prepara Familia el 30 de noviembre de 2023, la mayoría de las cuidadoras de los pacientes del hospital pediátricos no cuentan con recursos económicos suficientes o están en situación de pobreza, por lo que costear tratamientos en centros privados se vuelve una odisea.

Martínez agregó que la alimentación hospitalaria también tiene fallas. En el centro de salud ofrecen comidas a base de granos, que no pueden ser consumidos por todos los niños debido a las patologías que algunos presentan.

«Las madres tienen que ver de qué manera suministran alimentos a los niños. Depende de lo que tenga el niño necesita una dieta especializada para su enfermedad. En el hospital es la misma para todo el mundo y las mujeres cuidadoras, que están ahí día y noche, no reciben alimentación. Esa es una deuda que tiene el Estado con ellas», señaló la directora de la ONG.

El panorama en Nefrología

Martínez explica que el servicio de Nefrología del J.M. de los Ríos en realidad es pequeño: para enero de 2024 hay cinco niños ocupando las camas (hospitalizados) y al menos 12 pacientes reciben diálisis.

«Cuando te das cuenta de que ese servicio es tan pequeño, cuando lo contextualizas, que mueran siete niños en 2023 es grave y muy doloroso. Los niños que fallecen no tuvieron la oportunidad de hacerse un trasplante en el país. En 2022 se hizo un primer trasplante en el hospital con un adolescente, pero solo fue un trasplantado», dijo la directora de Prepara Familia.

Se refiere a Ángel Da Silva, un joven de 18 años cuya operación fue realizada el 30 de noviembre del 2022. No obstante, ningún otro paciente del hospital pediátrico ha tenido la oportunidad de ser trasplantado hasta la fecha.

«El problema es que en Venezuela no se pueden garantizar los inmunosupresores que son los medicamentos anti rechazo. Entonces es muy delicado, porque no puedes hacer ningún trasplante si no tienes esa garantía de que, de por vida, el Estado te va a suministrar los medicamentos, que solamente administran las farmacias de alto costo», expresó Martínez.

Cuántos niños hay en espera

El 1 de junio de 2023 Venezuela cumplió seis años desde que se canceló el Spot, el programa que permitía que en el país se realizaran trasplantes a partir de donantes fallecidos.

Hasta diciembre de 2023 había una lista de 25 niños y niñas que requieren un trasplante de médula ósea, informó Martínez. No obstante, no suministró cifras sobre los pacientes que esperan otros tipos de trasplantes.

«Todas las listas están suspendidas desde 2017. No sabemos exactamente, pero lo que se calcula es que un 40 % del número de personas que están en una unidad de hemodiálisis pueden ser posibles candidatos para realizarse a un trasplante», apuntó la directora.

En mayo de 2019, Nicolás Maduro, mandatario venezolano, aseguró que establecería convenios con otros países para realizar trasplantes de médula ósea. Afirmó entonces que cuatro niños serían enviados a Cuba para ser operados.

Finalmente, ningún viaje se programó y en julio de ese año el gobierno cambió el discurso: ofreció llevar algunos casos hasta Turquía. A raíz del anuncio, varios pacientes terminaron esperando una llamada que nunca llegó.

Promesas en 2024

Este año Prepara Familia espera que el Estado atienda la situación del J.M. de los Ríos como una prioridad en la agenda. En general, acotó Martínez, debe realizar una gran inversión en el sistema de salud del país, que sufre una de las crisis más agudas en la historia contemporánea venezolana.

«Esperamos que el Estado fije una política pública y haga todo lo posible (y lo imposible) para que se reactive el sistema, pero para que se reactive debe haber una serie de garantías mínimas en los hospitales», dijo Martínez.

Reconoció la labor que realiza el personal de salud que todavía se mantiene trabajando dentro del hospital. «Sin ellos no pudiéramos continuar. Sin embargo, muchos han migrado por la misma situación».

Mientras tanto, decenas de menores de edad aguardan medidas que puedan salvarles la vida. En conjunto, las familias rezan porque el gobierno responda de forma efectiva a esta dramática situación que se agrava con las semanas.

El 15 de diciembre del año pasado, el diario Tal Cual publicó que el Ministerio de Salud espera reactivar trasplantes cadavéricos en dos centros hospitalarios para 2024. Se trata de los hospitales universitarios de Los Andes (Mérida) y Dr. Jesús María Casal (Portuguesa).

«Aguardamos porque eso sea así, pero eso lo están prometiendo desde hace varios años. Esperemos que este año se haga la inversión que se requiere», puntualizó Martínez sobre el tema.

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