La organización de ayuda humanitaria Médicos Sin Fronteras comenzó el acondicionamiento de varias áreas del hospital Lídice en Caracas, donde atienden a pacientes que han contraído el COVID-19.
Entre estas labores está la rehabilitación de infraestructura, formación del personal para atender a pacientes con la enfermedad del nuevo coronavirus, entre otras.
En un boletín de prensa, Médicos Sin Fronteras informó que comenzaron trabajos en servicios como suministro de agua, saneamiento, energía eléctrica, además de «equipos biomédicos, construcción y rehabilitación de salas y quirófanos. También han sido dispuestas áreas de triaje y tamizaje para COVID-19 que cumplen con todos los protocolos de salud necesarios, y se ha aumentado la capacidad de camas de hospitalización para un total de 35, incluyendo dos de cuidados intensivos».
El coordinador del proyecto COVID-19 de la organización en Venezuela, Enrique García, explicó que el trabajo será ampliar los espacios que ya funcionaban en el centro asistencial para reforzar la atención asistencial.
“Además del Hospital Lídice, queremos brindar apoyo a otras estructuras de salud primaria de la ciudad de Caracas con la intención de estar más cerca de la comunidad y poder brindar atención rápida y de calidad a cualquier paciente que lo requiera, a través de la detección temprana de síntomas relacionados al COVID-19″, dijo García.
Actualmente hay cerca de 100 trabajadores de MSF en las instalaciones del hospital de Lídice. Entre ellos se encuentran como médicos, enfermeros, camilleros, radiólogos, biomédicos, logistas, psicólogos, trabajadores sociales, técnicos y personal de mantenimiento y seguridad, que comparten con el personal del centro.
“La idea de este plan de trabajo es fortalecer y ampliar los espacios que ya estaban en funcionamiento en el hospital, para que puedan estar mejor preparados en el marco de la pandemia y, sobre todo, si hubiese un nuevo aumento de casos de COVID-19 en el país”, sostuvo García.
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La organización de ayuda humanitaria Médicos Sin Fronteras comenzó el acondicionamiento de varias áreas del hospital Lídice en Caracas, donde atienden a pacientes que han contraído el COVID-19.
Entre estas labores está la rehabilitación de infraestructura, formación del personal para atender a pacientes con la enfermedad del nuevo coronavirus, entre otras.
En un boletín de prensa, Médicos Sin Fronteras informó que comenzaron trabajos en servicios como suministro de agua, saneamiento, energía eléctrica, además de «equipos biomédicos, construcción y rehabilitación de salas y quirófanos. También han sido dispuestas áreas de triaje y tamizaje para COVID-19 que cumplen con todos los protocolos de salud necesarios, y se ha aumentado la capacidad de camas de hospitalización para un total de 35, incluyendo dos de cuidados intensivos».
El coordinador del proyecto COVID-19 de la organización en Venezuela, Enrique García, explicó que el trabajo será ampliar los espacios que ya funcionaban en el centro asistencial para reforzar la atención asistencial.
“Además del Hospital Lídice, queremos brindar apoyo a otras estructuras de salud primaria de la ciudad de Caracas con la intención de estar más cerca de la comunidad y poder brindar atención rápida y de calidad a cualquier paciente que lo requiera, a través de la detección temprana de síntomas relacionados al COVID-19″, dijo García.
Actualmente hay cerca de 100 trabajadores de MSF en las instalaciones del hospital de Lídice. Entre ellos se encuentran como médicos, enfermeros, camilleros, radiólogos, biomédicos, logistas, psicólogos, trabajadores sociales, técnicos y personal de mantenimiento y seguridad, que comparten con el personal del centro.
“La idea de este plan de trabajo es fortalecer y ampliar los espacios que ya estaban en funcionamiento en el hospital, para que puedan estar mejor preparados en el marco de la pandemia y, sobre todo, si hubiese un nuevo aumento de casos de COVID-19 en el país”, sostuvo García.