Austin Troya nació con una cardiopatía compleja, término médico para decir que su corazón no funcionaba correctamente. El bebé de cinco meses de nacido falleció en una sala del hospital de niños José Manuel de los Ríos en el municipio Libertador del Distrito Capital.

De acuerdo con fuentes internas del centro asistencial, durante el 26 de mayo se presentaron varias fallas en el sistema eléctrico de la estructura por lo que la planta eléctrica dejó de funcionar.

El pequeño Austin esperaba por una operación del corazón en la que se le intervendrían algunas válvulas. Tenía diez días hospitalizado y para la mañana del sábado 26 de mayo se encontraba conectado en terapia intermedia.

Extraoficialmente se conoció que el bebé sufrió un paro y no pudo ser reanimado debido a la falla de la planta eléctrica.

La fuente señaló que Hilary Guerrero, madre del niño, vive en Charallave, estado Miranda y no cuenta con los recursos suficientes para los trámites fúnebres. El bebé fallecido era su único hijo.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) otorgó medidas de protección para el principal hospital de niños de Venezuela el 21 de enero de este año. Sin embargo a lo largo de 2018, el lugar ha estado bajo la amenaza de brotes infecciosos debido a las fallas en las tuberías de aguas servidas y la escasez de agua.

El miércoles 16 de mayo se rompió una tubería de aguas servidas que pasa por la sala de espera de la unidad de hemodiálisis. A las madres de los niños les hicieron firmar una constancia en las que reconocen que el riesgo de una infección es alta debido al foco de contagio en la sala de espera. No tuvieron otra opción sino firmar el documento porque la hemodiálisis del J. M. de los Ríos es la única unidad pediátrica en el país.

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