Aproximadamente 14.000 casos diarios de COVID-19 en Venezuela para el fin del año 2020 es la nueva proyección de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman) si en el país se mantiene la tasa de contagio actual del nuevo coronavirus.
En el segundo informe sobre el Estado actual de la epidemia de COVID-19 en Venezuela y sus posibles trayectorias bajo varios escenarios, publicado este miércoles 9 de septiembre, la Acfiman asegura que los casos reportados por la administración de Nicolás Maduro no reflejan el tamaño real de la epidemia y son insuficientes para un rastreo efectivo de su curso.
Según el modelo usado en el estudio, 7.000 personas se infectaban cada día en el país la última semana de agosto, cifra que en la actualidad ya se habría sobrepasado y que es seis veces mayor a la informada oficialmente. “De no reducirse significativamente estas tasas de contagio podríamos alcanzar números cercanos a 14.000 infecciones nuevas por día en los últimos tres meses del año”, alerta.
Igualmente, la Academia infiere que hay un subregistro importante en el número de casos y de decesos por COVID-19 que puede ser originado por la ausencia de un diagnóstico confirmatorio por prueba molecular, por lo cual exhorta a disponer del número de defunciones de pacientes con cuadros clínicos compatibles con el COVID-19.
“El número de pruebas positivas obtenidas no se aproxima al número real de personas infectadas (subregistro significativo)”, dice el informe. La Acfiman reitera la necesidad de hacer entre 8.000 y 10.000 pruebas diarias, con resultados en menos de tres días, que permita la ubicación oportuna de focos de contagio.
Antes de estimar 14.000 casos diarios para diciembre, la Academia había calculado en un primer estudio hasta 4.000 casos diarios para el país en septiembre. Cuatro meses después de la publicación de ese informe inicial, superados sus cálculos, ratifica el llamado a implementar sistemas de rastreo y vigilancia sustentados en “diagnósticos amplios y regulares” que requerirán de la ampliación y descentralización de la capacidad diagnóstica, la cual afirma que está “saturada” y tiene un retraso de dos o más semanas.
Además anticipa un “aumento significativo en la demanda” de servicios hospitalarios y camas con soporte ventilatorio en los próximos meses.
“En Venezuela, la epidemia de COVID-19 aún se encuentra en su fase expansiva con un potencial de crecimiento exponencial alto y sin evidencia alguna de un cambio en la trayectoria ascendente de la epidemia. No existen las condiciones mínimas sugeridas por la Organización Mundial de la Salud para una flexibilización total”, indica.