Relaciones entre España y Venezuela se mantendrán degradadas por un tiempo
Pedro Sánchez se reúne con Leopoldo López en la sede socialista en Madrid

Luego de la salida de Leopoldo López de Venezuela hacia España ha generado fricciones entre ambas naciones, hasta el punto que se han tomado medidas diplomáticas.

Ante estas acciones, y que el mandatario Nicolás Maduro acusara al embajador Jesús Silva de estar involucrado en la fuga del dirigente político, la secretaria de Estado española, Cristina Gallach, anunció que no se va a nombrar a un embajador en Caracas sino que se enviará un encargado de negocios.

Estos señalamientos entre ambas naciones no son nuevos, durante el gobierno de Pedro Sánchez, quien a pesar de contar con aliados del partido español Podemos, que simpatiza con el chavismo gobernante, se ha reconocido a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.

Venezuela y España en desequilibrio

Kenneth Ramírez, presidente del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales (Covri), aseguró a Efecto Cocuyo que la crisis de Venezuela siempre supone un manejo difícil para el gobierno de España en sus relaciones diplomáticas.

“Pedro Sánchez debe hacer equilibrios entre su compromiso con los derechos humanos hacia América Latina y la postura de su socio Iglesias. Es por eso que, el presidente de gobierno ha buscado que la Unión Europea se diferencie de Estados Unidos en el manejo de la crisis de Venezuela”, destacó.

El internacionalista destacó que España puede ser clave para evitar el cierre de una red de sanciones individuales a personajes que hayan sido acusados de violar los DD. HH. en Venezuela por parte de la Unión Europea.

“España puede ser un actor político importante para impulsar una salida negociada en Venezuela, como viene haciendo después del 30 de abril de 2019. El gobierno español seguirá haciendo complejos equilibrios para mantener interlocución con todos los sectores políticos y sociales en Venezuela para responder a la crisis política y humanitaria que vive el país”, destacó Ramírez.

El presidente del Covri agregó que es probable que las relaciones entre el gobierno español y el encabezado por Nicolás Maduro se mantengan degradadas por algún tiempo, especialmente después del 5 de enero de 2021.

Para esa fecha está prevista la instalación de una nueva Asamblea Nacional que será conformada por una por unas elecciones donde participará la oposición mayoritaria ni son avaladas por parte de la comunidad internacional, entre ellos la Unión Europea, al no contar con las garantías mínimas de participación.

Mala interpretación

El canciller del gobierno de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, acusó al embajador saliente de España en Venezuela, Jesús Silva Fernández, de violar la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, por permitir la salida de Leopoldo López.

No obstante, la internacionalista Giovanna de Michelle aseguró que en el caso del dirigente político representa una interpretación de parte del funcionario chavista para tratar de tomar el control de la situación.

“La condición de Leopoldo López en la residencia del embajador de España era de huésped y no de refugiado o asilado. Esa posición te da la potestad de salir del lugar en cualquier momento que quieras sin la necesidad de salvoconducto, sin dar ningún tipo de explicación; sin embargo, una cosa es lo que percibe el gobierno de Maduro. Por eso es que toman esa reacción”, dijo la especialista en una consulta realizada por Efecto Cocuyo.

La ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, declaró que Leopoldo López era “un huésped, y no un rehén”.

El político venezolano estaba residenciado en la casa del del Embajador de España en Venezuela después del 30 de abril de 2019, luego de intentar impulsar un movimiento militar contra Nicolás Maduro.

“Solo el tiempo determinará si hubo complicidad del gobierno español para la salida de Leopoldo López del país”, destacó De Michelle.

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