Preso más de un año, y sin defensa. Nelson Martínez estuvo detenido desde noviembre de 2017 en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Caracas. La Fiscalía lo acusó de corrupción mientras dirigía Petróleos de Venezuela (Pdvsa), pero nunca pudo defenderse en tribunales, denuncia su familia.
«Nelson pasó más de un año detenido desde el 30/11/17, tiempo durante el cual se realizó la audiencia de presentación y la de formulación de cargos. De allí en adelante la audiencia preliminar era fijada en numerosas ocasiones y luego diferidas», afirmó Beatriz Arias de Martínez, viuda del expresidente de Pdvsa y Citgo, en una carta publicada este martes, 18 de diciembre.
Las autoridades conocían su estado de salud, pero se negaron a dar ayuda, dijo Arias. Su esposo falleció el pasado 12 de diciembre en resguardo de los cuerpos de seguridad del Estado.
«Consideramos que las personas que pudieron ayudarlo y no lo hicieron fueron Nicolás Maduro, Cilia Flores, Tarek William Saab, Tareck El Aissami (el sabrá porqué), Maikel Moreno , Rosbelin Gil y Delcy Rodriguez», se lee en la carta.
Dichos funcionarios conocían el delicado estado de salud de Martínez, según Arias. Sin embargo, ignoraron las peticiones de la familia de otorgamiento de arresto domiciliario.
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En 2004 Martínez se sometió a una ablación con catéter por fibrilación auricular. En 2005 sufrió una endocarditis infecciosa. Cinco años después, en 2010, padeció insuficiencia aórtica severa y arritmia auricular. En 2012 se le reemplazó la válvula aórtica, y tuvo un accidente cerebro vascular de tipo embólico en 2015.
«Todas sin complicaciones ni secuelas posteriores, pero suficientemente graves para otorgarle una medida cautelar de al menos casa por cárcel«, señala Arias. Si bien realizaron la solicitud en varias oportunidades, nunca recibieron respuesta.
«Le llegaban mensajes de las autoridades anunciándole que pronto lo mandarían a su casa y luego no pasaba nada, lo cual se convertía en una tortura psicológica para él y la familia», advierte.
La condición de salud de Nelson Martínez comenzó a deteriorarse a partir de septiembre de este año. No recibió el control médico requerido. Las principales muestras de ello las apreciaron sus familiares los días 10 y 17 de noviembre cuando, aseguran, era urgente el traslado de Martínez a una clínica.
«Su estado era lamentable. No podía ni hablar ni caminar, temblaba todo su cuerpo y la debilidad era inmensa y generalizada», recuerda su esposa Beatriz Arias. El 17 de noviembre lo trasladaron al Hospital Militar, «donde llegó deshidratado, con anemia y los riñones colapsados».
A pesar de recibir tratamiento, éste no fue suficiente por lo lento del proceso. Tampoco había medicamentos que requerían y los exámenes debían llevarse a laboratorios privados.
«El resultado fue una muerte injusta, temprana con mucho que darle todavía a su familia. Traicionado por quienes se decían sus amigos y camaradas con miedo a pronunciarse, y con la violación de todos sus derechos legales y humanos», concluye la familia de Nelson Martínez.
A continuación la carta completa de los familiares:
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Preso más de un año, y sin defensa. Nelson Martínez estuvo detenido desde noviembre de 2017 en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Caracas. La Fiscalía lo acusó de corrupción mientras dirigía Petróleos de Venezuela (Pdvsa), pero nunca pudo defenderse en tribunales, denuncia su familia.
«Nelson pasó más de un año detenido desde el 30/11/17, tiempo durante el cual se realizó la audiencia de presentación y la de formulación de cargos. De allí en adelante la audiencia preliminar era fijada en numerosas ocasiones y luego diferidas», afirmó Beatriz Arias de Martínez, viuda del expresidente de Pdvsa y Citgo, en una carta publicada este martes, 18 de diciembre.
Las autoridades conocían su estado de salud, pero se negaron a dar ayuda, dijo Arias. Su esposo falleció el pasado 12 de diciembre en resguardo de los cuerpos de seguridad del Estado.
«Consideramos que las personas que pudieron ayudarlo y no lo hicieron fueron Nicolás Maduro, Cilia Flores, Tarek William Saab, Tareck El Aissami (el sabrá porqué), Maikel Moreno , Rosbelin Gil y Delcy Rodriguez», se lee en la carta.
Dichos funcionarios conocían el delicado estado de salud de Martínez, según Arias. Sin embargo, ignoraron las peticiones de la familia de otorgamiento de arresto domiciliario.
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«Todas sin complicaciones ni secuelas posteriores, pero suficientemente graves para otorgarle una medida cautelar de al menos casa por cárcel«, señala Arias. Si bien realizaron la solicitud en varias oportunidades, nunca recibieron respuesta.
«Le llegaban mensajes de las autoridades anunciándole que pronto lo mandarían a su casa y luego no pasaba nada, lo cual se convertía en una tortura psicológica para él y la familia», advierte.
La condición de salud de Nelson Martínez comenzó a deteriorarse a partir de septiembre de este año. No recibió el control médico requerido. Las principales muestras de ello las apreciaron sus familiares los días 10 y 17 de noviembre cuando, aseguran, era urgente el traslado de Martínez a una clínica.
«Su estado era lamentable. No podía ni hablar ni caminar, temblaba todo su cuerpo y la debilidad era inmensa y generalizada», recuerda su esposa Beatriz Arias. El 17 de noviembre lo trasladaron al Hospital Militar, «donde llegó deshidratado, con anemia y los riñones colapsados».
A pesar de recibir tratamiento, éste no fue suficiente por lo lento del proceso. Tampoco había medicamentos que requerían y los exámenes debían llevarse a laboratorios privados.
«El resultado fue una muerte injusta, temprana con mucho que darle todavía a su familia. Traicionado por quienes se decían sus amigos y camaradas con miedo a pronunciarse, y con la violación de todos sus derechos legales y humanos», concluye la familia de Nelson Martínez.
A continuación la carta completa de los familiares: