Para la analista de medios y socióloga, Maryclen Stelling, la reelección de Nicolás Maduro como presidente le ha dado la “oportunidad histórica” de convertirse en el gran conciliador. Advierte que para ello es importante pasar del diálogo discursivo al concreto.

“Ganó con un caudal importante de votos, pero fue elegido en unas condiciones críticas en las que deberían haberle dado una paliza electoral”, contextualizó Stelling durante una entrevista realizada por José Vicente Rangel en su programa dominical de Televen. En el mismo escenario se encontraba el constituyente electo y presidente de la encuestadora Hinterlaces, Oscar Schemel.

Ambos analistas concertaron que debe existir un diálogo en el nuevo gobierno de Nicolás Maduro, quien obtuvo la victoria con seis millones de electores el 20 de mayo de este año.

Para Stelling, estas conversaciones no deben quedarse solo en el discurso, sino ser un espacio para atender la crisis económica, antes incluso que la política.

“Primero hay que cambiar el discurso en referencia al adversario, ver que no es el enemigo al que tengo que destruir y del que me tengo que burlar. Hay que entender que en solitario no se puede arreglar el país, porque hay descomposición en muchos sectores”, dijo la analista política.

Según los datos que maneja la encuestadora de Schemel, ocho de cada diez venezolanos quiere un diálogo para resolver la crisis; pero nueve de cada diez venezolanos prefiere que el diálogo se haga entre Gobierno y sector privado.

“Esto quiere decir que hay otros interlocutores además de la oposición”, indicó el constituyente.

También Schemel reflexionó sobre la necesidad de Maduro de revisar sus filas, para elaborar una estrategia que atraiga al sector antichavista.

Aunque recordaron que la oposición del presidente Maduro ya había negado la posibilidad de asistir a un nuevo proceso de diálogo con el Gobierno, ambos expertos apuntaron que es necesaria la participación de este sector en lo que llaman “el juego democrático”.

“Ningún presidente debe gobernar sobrado, es necesario para el juego democrático una oposición, que haga contraloría del gobierno. La oposición debe en este momento revisarse descarnadamente para entender por qué las fuerzas de la violencia son las que en realidad mueven a su gente”, dijo Stelling.

A esto, Schemel aseguró que desde 2013 el chavismo-madurismo había perdido solo un  millón de votos; mientras que la oposición disminuyó en 4.500.000 millones de votos.

El director de Hinterlaces, una encuestadora marcada por su tendencia oficialista, indicó que en los últimos años la abstención ha subido significativamente hasta las presidenciales de 2018. “A medida que crece la abstención, el chavismo se hace más fuerte electoralmente. Pero eso no significa que el otro sector salga del juego democrático”, expuso.

Stelling apoyó la idea de un constituyente de que se exija a Maduro un plan de 100 días de gobierno. “Ya no queremos discursos, queremos concreción, porque la narrativa de la guerra económica no es suficiente”.

Lea también:

Maduro llama a la reconciliación nacional y pide liberación de presos “por violencia política”

Maduro se reúne con CAF, senador de EEUU y nuncio en el marco del diálogo

</div>