Renovación de estrategia y de liderazgo plantea para la oposición el doctor en ciencias políticas Juan Manuel Trak. A su juicio la alternativa democrática tiene que hacer una mesa de negociación a lo interno para unificar sus distintas corrientes desde los “maximalistas” hasta los “minimalistas” como se refiere a los radicales y moderados.
El cambio en la dirigencia también es necesaria en el chavismo “que está atrapado en el dilema de mantener a (Nicolás) Maduro como líder mientras destruye al Psuv como partido”, sostiene.
“Para solucionar los problemas económicos y sociales del país es necesario un cambio de rumbo en la dinámica política, bajar la confrontación para pasar a un tipo de dinámica menos destructiva. Es necesaria una renovación del liderazgo de todos los bandos porque la sociedad venezolana necesita una dirigencia mucho más eficaz”, señala.
La Conferencia Episcopal Venezolana hace una recomendación similar en su más reciente comunicado del 28 de mayo en el que pide a los actores políticos llegar a un “acuerdo nacional inclusivo de largo alcance” y a la sociedad civil acompañar la elección de nuevos liderazgos “que enrumben al país hacia el progreso y se deslastren de ideologías asfixiantes y tóxicas que generan sufrimiento y muerte”.
Consultado sobre la propuesta de la Iglesia católica, Trak opina que la sociedad civil puede servir de catalizador para que los partidos reconduzcan la lucha y replanteen objetivos más viables “porque los cambios radicales de un día para otro no lo son aunque generen muchos aplausos”.
No obstante, el politólogo advierte el gran reto que se plantea a la oposición para renovar su liderazgo ante la posibilidad de que no se convoquen elecciones libres en el país este año. “Tendría que buscar un mecanismo en medio de un contexto que dificulta la movilización política, social y electoral no solo por la pandemia de COVID-19 sino por la represión brutal que el gobierno de Maduro tiene hacia la oposición”, señala.
Salida electoral dinamitada
En su opinión, la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que valida la cuestionada directiva de Luis Parra reitera la intención de Maduro de “terminar de ocupar el Parlamento” y patea quizás el único espacio real de negociación que era el comité de postulaciones electorales que integran diputados del chavismo y de la oposición.
La persecución que se reanuda contra el partido Voluntad Popular, al que la Fiscalía de Tarek William Saab buscan declarar como una organización “terrorista”, anticipa elecciones sin condiciones, según Trak. “Es un preámbulo de lo que posiblemente sean las parlamentarias, Parra se prestará al juego de nombrar un CNE desequilibrado, van hacia el avasallamiento de la autoridad electoral”, afirma.
“El gobierno de Maduro parece siempre estar cómodo en el terreno de la confrontación violenta y cierra todas las válvulas institucionales con el fin de obligar a una parte de la oposición a ir al terreno de la confrontación. Pareciera que está repitiendo algunas de sus estrategias más exitosas para imponer unas elecciones muy precarias, con condiciones probablemente peores a las de 2018, y conducir a la oposición a no participar”, explica.
“Luego del incendio del parque de máquinas electorales queda la incertidumbre sobre cómo se van a gestionar las elecciones, cuál es el proveedor, cuál el software que se va a utilizar y la oposición pareciera seguir en el atolladero sobre participar o no en lugar de pensar en una estrategia de más largo aliento”, agrega.