La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) plantea aprobar una Ley Contra Delitos de Odio, Intolerancia y Violencia. La norma contemplaría “fuertes sanciones” a proveedores de redes sociales para penalizar la difusión de mensajes de odio, adelantó la constituyente Delcy Rodríguez, este 22 de agosto.
La forma en la que ha sido presentada la norma y la instancia en la que es promovida (una asamblea que apoya en su totalidad al Gobierno del presidente Nicolás Maduro), plantea una norma que busca “inhibir la protesta” en opinión del sociólogo y doctor en ciencias sociales Trino Márquez.
“De las declaraciones de Delcy Rodríguez se infiere que la ley propone perseguir a quienes critiquen o disientan del Gobierno. Es un instrumento para inhibir la protesta social que busca influir miedo y desesperanza. El miedo se convierte en un mecanismo inhibidor de la sociedad”, declaró.
El analista explicó que los mecanismos de control social son habituales en los regímenes totalitarios. “La verdad está reñida con los intereses del régimen y por eso les interesa el pensamiento único, sobre todo ante el ritmo acelerado de descomposición social que hay en Venezuela”, afirmó.
Señaló como ejemplos los gobiernos de Fidel y ahora Raúl Castro en Cuba, donde prohibieron, vía Constitución, las expresiones comunicacionales y artísticas que sean “contrarias a la Revolución” o el régimen de Robert Mugabe que acusaba a la oposición de Zimbabue de “traidores”.
“En muchas sociedades de Europa del este, la Rusia soviética, la Cuba comunista y la actual China o regímenes totalitarios como el de Mugabe, los gobiernos buscan tener sociedades atemorizadas. Se pretende construir una sociedad incapaz de protestar, en la que el ciudadano no ejerza su ciudadanía”, sostiene.
El sociólogo recordó que el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno, también pidió elevar las penas para el delito de traición a la patria ante la plenaria de la ANC.
“Puede ser que siembre terror en algunas personas, pero a los jóvenes estudiantes, a los cuales se les ha arrebatado el futuro y que no ven ninguna esperanza de progresar, no los va a amedrentar esa ley”, opinó.
Para el politólogo Piero Trepiccione, esta norma “busca afianzar la hegemonía comunicacional del Gobierno”.
“Toda ley, independientemente de su contenido y su espíritu, cuando es aplicada de manera polarizada puede convertirse en un instrumento de venganza y control político y, lamentablemente en Venezuela, la justicia se ha convertido en un instrumento para afianzar a la clase política que ostenta el poder”, cuestionó.
La apuesta por el control de las redes sociales persigue generar autocensura, especialmente en los usuarios que vivan en el país y son quienes estarán más expuestos a las posibles sanciones.
“Si bien el odio es repudiable y condenable, el Gobierno quiere consolidar el control político en una época en la que las redes sociales son la alternativa de los medios tradicionales que son más proclives a ser controlados”, concluyó.
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