El 24 de septiembre, una misión enviada por el alto representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, se reunión con representantes del Gobierno de Nicolás Maduro, la oposición representada por Juan Guaidó, Henrique Capriles y partidos de la Mesa de Diálogo Nacional.
El objetivo fue analizar la propuesta de postergar las elecciones parlamentarias a fin de que se cumplan condiciones como la observación internacional, pero Miraflores, de acuerdo con versiones extraoficiales, no dio muestras de acceder.
Los internacionalistas Luis Daniel Álvarez y Juan Francisco Contreras descartan que las gestiones de Borrell tengan éxito, incluso si se concretara una misión de observación electoral o si solo se cambia la fecha de los comicios sin corregir aspectos inconstitucionales.
Advierten que la administración de Maduro está decidida a realizar el evento electoral del 6 de diciembre para recuperar como sea la mayoría de la Asamblea Nacional (AN) y poco parece importarle el reconocimiento de la comunidad internacional.
“Esfuerzos insuficientes”
“Lo que se plantea es suspender elecciones seis meses para lograr condiciones mínimas para una elección, pero es que no solo se trata de lograr una observación internacional que no sería tal porque aquí la normativa solo permite acompañamiento no vinculante, es elegir un CNE imparcial por la AN, es devolverle sus tarjetas a partidos como Acción Democrática, es corregir las arbitrariedades del CNE en la organización y eso no lo aceptará Maduro”, expresa el internacionalista Luis Daniel Álvarez a Efecto Cocuyo.
El director de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela (UCV) no duda de la buena fe de Borrell y entiende su postura de buscar una solución “menos traumática” a la crisis venezolana, pero cree que los esfuerzos no serán suficientes para que Miraflores acceda a otorgar mayores garantías al proceso.
“Maduro en un acto de soberbia, se dirige a desplazar el liderazgo opositor de la AN y emula al presidente de Bielorrusia (Alexander Lukashenko), quien (luego de las cuestionadas presidenciales de agosto) dijo no me importa que reconozcan las elecciones, de allí que sea indiferente (Maduro) a lo que dice la comunidad internacional sobre esas elecciones parlamentarias”, agrega.
“No hay condiciones”
Mediante un comunicado, el Colegio de Internacionalistas de Venezuela, señala que aun en el caso de que la UE enviara una misión de observación electoral, sería para ratificar que los comicios no cumplen los requisitos que las hagan democráticos.
“El asunto es que una misión de observación no es la máxima aspiración que puede conseguirse. No se gana nada con que personalidades calificadas viajen a Venezuela para dejar constancia de un proceso plenamente controversial y en lo absoluto transparente”, se expresa.
Está previsto que el miércoles 7 de octubre Borrell explique ante el pleno de la Eurocámara el envío de la misión a Caracas. La portavoz del Partido Popular en la Eurocámara, Dolors Montserrat, lo acusó de “blanquear al régimen totalitario” y de ir contra la posición de la UE sobre Venezuela.
El 11 de agosto Borrell ya había descartado enviar observación electoral a los comicios por considerarlos “no creíbles ni transparentes”. Luego el 2 de septiembre, Maduro, a través de la cancillería envió una carta a la UE pidiéndole una misión de observación, pero la respuesta fue que ya no había tiempo. Una misión técnica de ese tipo requiere al menos seis meses de anticipación.
“La conclusión de la UE es y será que no existen condiciones en Venezuela para unas elecciones democráticas, Borrell en una gestión personal, más que de la UE, intentó lavarle la cara a Maduro pero no fue posible. Maduro sabe que si aceptan condiciones está en peligro su triunfo electoral. A estas alturas, revertir los cambios inconstitucionales a la normativa electoral, entre ellos el aumento en el número de diputados (a 277) es poco probable”, señala el presidente del gremio, Francisco Contreras.
Contreras agrega que el Registro Electoral no se abrió el tiempo suficiente para incorporar a votantes dentro y fuera del país y que se eliminó el voto directo para elegir a los diputados indígenas, entre otros vicios del proceso, que tampoco cree, vayan a ser corregidos.
Aliados poco confiables
Próximo a elegirse una AN que no gozará del reconocimiento de buena parte de la comunidad internacional, Maduro se apoya en los gobiernos aliados de Rusia, Irán, Cuba, entre otros para seguir adelante y mantenerse. Los internacionalistas coinciden en advertir que dichos apoyos no son incondicionales, varían en sus intereses y son inciertos a futuro.
“Irán, actual proveedor de gasolina, tiene sanciones y podría estar dispuesto a negociar un levantamiento a cambio de no apoyar al gobierno de Maduro. A Cuba solo le interesan las dádivas que recibe y Rusia y China se apartarán en la medida en que sus intereses económicos se vean afectados”, asegura Álvarez.