La Asamblea Nacional francesa decidió hoy de forma casi unánime prolongar tres meses la duración del estado de emergencia en el país y reforzar ese régimen de excepción. Lo hizo en el marco de dos anuncios importantísimos: el  “riesgo de armas químicas y bacteriológicas” en futuros ataques terroristas advertido por el Primero Ministro, y la inversión de 600 millones de euros en antiterrorismo para 2016 anunciado por su ministro de Finanzas.

El estado de emergencia aprobado consiste en un proyecto de ley que modifica el texto vigente desde 1955, y que refuerza la eficacia de sus disposiciones. Fue respaldado por 551 diputados a favor, solo seis en contra y una abstención, según un reporte de EFE.

Para ello, Francia dispondrá de la creación de nuevos empleos en materia de seguridad que tendrán un costo de unos 600 millones de euros en 2016, cifra anunciada hoy por el ministro de Finanzas, Michel Sapin.

El Ministro explicó que el gasto público va a aumentar 1 % este año y se incrementará “un poco más” el próximo, lo que producirá un incremento en el déficit público superior al que se había previsto, toda vez que se ha descartado por ahora un aumento de los impuestos o una reducción de las dotaciones de otras partidas del presupuesto para enfrentar el gasto.

El presidente francés, François Hollande, amplió el anuncio explicando que se crearán 8.500 puestos suplementarios en los dos próximos años, de los cuales 5.000 de policías y gendarmes, 2.500 en el Ministerio de Justicia y 1.000 en las aduanas.

El plan se presentó ante la Asamblea Nacional acompañado de la temible advertencia hecha por el primer ministro de Francia, Manuel Valls, quien alertó respecto al “riesgo de armas químicas y bacteriológicas” en futuros ataques.

Valls se dirigió a los diputados con este argumento para persuadirlos de la prolongación del estado de emergencia en Francia durante tres meses, proposición que después deberá ser refrendada por el Senado.

“Estamos en guerra. No en una guerra a la que la historia nos ha acostumbrado trágicamente. Una nueva guerra, exterior e interior, en la que el terror es el primer objetivo y el primer arma”, agregó el primer ministro, que enumeró los atentados que ha sufrido Francia en el último año.

Recordó el ataque a la revista “Charlie Hebdo” y un supermercado judío en enero, donde hubo 17 víctimas mortales, y los sumó a los del pasado viernes en París, donde murieron 129 personas, así como otras tentativas terroristas como la acción en agosto contra un tren Thalys que viajaba de Amsterdam a París.

“Es una guerra en la que el frente de combate se desplaza constantemente y está en el corazón de nuestra vida cotidiana”, agregó Valls, quien la describió como “una guerra planificada y llevada a cabo por un ejército de criminales”.

El primer ministro francés agregó que la “novedad es la forma de operar -la de atacar, de matar- que evoluciona sin cesar”, dijo.

“La macabra imaginación de los que dan las órdenes no tiene límites: fusil de asalto, decapitación, bombas humanas, armas blancas… o todo a la vez, perpetrados por individuos, comandos particularmente organizados”, dijo Valls.

Con información de EFE

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