Tres kilómetros sin represión. Ese fue el tramo recorrido por los estudiantes de diversas casas de estudios universitarios en Caracas, para intentar llegar a la sede militar más importante del país: Fuerte Tiuna.
La movilización estaba convocada para las 10 am de este jueves 21 de noviembre, y salió pasadas las 12 del mediodía. Los estudiantes se reunieron en la plaza del Rectorado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), y aunque no la pudieron llenar como en años anteriores, los ánimos de marchar se mantenían “¡y no nos quitarán el derecho a protestar!”, se escuchaba.
Desde hace cinco años el Movimiento Estudiantil no salía a protestar por la puerta Tamanaco, una de las entradas del recinto educativo. Bajo el arco, se detuvieron y entonaron el himno nacional, también el himno de la UCV y caminaron.

Tímidamente se desplazaban cerca del Mural de Zapata, en la autopista Francisco Fajardo, todos se sorprendieron porque a pesar del gran despliegue policial y militar que rodeaba a la casa de estudios, los funcionarios no reprimieron. La última movilización opositora denominada “marcha a los cuarteles” que intentó llegar al recinto militar al noroeste de la ciudad, en 2017, fue reprimida con perdigones y lacrimógenas.
Los estudiantes, que también conmemoraban el Día Nacional del estudiante universitario, emprendieron la ruta por el paseo de Los Ilustres. Más temprano la expresidenta de la Federación de Centros Universitarios Rafaela Requesens, expresó que muchos no se movilizaron por el temor a las amenazas y la persecución. “Entendemos que muchísimas personas tienen miedo de salir”, dijo.

En los laterales del paseo Los ilustres, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) estaban con sus equipos antimotín para impedir que los manifestantes se desviaran de la ruta trazada.
“Tenemos voluntad de seguir luchando por esa universidad, por esa Venezuela y vamos a hacer lo posible (…) esta es una lucha con disciplina que debemos mantener”, manifestó David Sosa, presidente del FCU.
A pesar del llamado que hiciera el presidente encargado Juan Guaidó, el pasado sábado 16 de noviembre, a asistir a la marcha universitaria, el líder del Parlamento no acompañó la movilización estudiantil.

Al llegar al final del paseo Los ilustres, cuatro tanquetas, conocidas como murciélagos cerraban los accesos hacia el paseo Los Próceres. Un funcionario identificado como Jhon García, de la PNB, detuvo la movilización, “hasta aquí fue acordado, ya se había acordado que era hasta aquí”, dijo.
El policía caminó buscando los líderes de la convocatoria y les indicó que funcionarios de la GNB estarían detrás del piquete para recibir las solicitudes que harían los estudiantes.
La líder estudiantil Estefania Cervó informó a los manifestantes que la marcha llegaría hasta allí y que cinco delegados de distintas casas de estudios entregarían un documento para exigir a los militares que se pongan “del lado de la constitución“.
Los cinco representantes lograron pasar el piquete y entregaron el petitorio a una comisión conformada por más de 10 funcionarios castrenses. “La Fanb se comprometió a que nos veríamos en las calles y pudimos saber que este mensaje permea en las Fuerzas Armadas”, declaró David Sosa, tras entregar el documento a los militares.
“No los vemos como oposición, los vemos como un pueblo. Pueblos como Rusia, China y Cuba nos apoyan aunque ustedes no lo crean”, dijo un militar a la comisión estudiantil.
