El ministro de Comunicación e Información de Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, aseguró este, sábado 31 de agosto, que gracias a los «aparatos de inteligencia» del gobierno chavista lograron desarticular un presunto plan para volar el Palacio de Justicia, una sede de las Faes y una zona de la urbanización 23 de Enero.
En una rueda de prensa, desde Miraflores, Rodríguez informó que el pasado 17 de agosto «integrantes del poder popular» se percataron de la existencia de «bolsas de carácter sospechoso» que habían sido arrojadas en la sede de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Cotiza y en el Bloque 40 del 23 de Enero, en Catia.
La dirección de antiexplosivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) habría confirmado que se trataba de cargas del explosivo C4. El ministro indicó que por el hecho fue detenido, el 29 de agosto, Luis Ricardo Gómez Peñaranda, de nacionalidades venezolana y colombiana.
También estarían siendo buscados por estas acciones el exfuncionario de Polichacao, Fred Armando Mavares Zambrano y el expolicía del municipio Independencia del estado Miranda, Esteban Miranda Cruz.
Rodríguez aseguró que en la coordinación de este presunto plan están implicados Julio Borges, Cliver Alcalá y Rayder Ruso alias «Pico». Este último ya está solicitado por el asalto a la 41 Brigada Blindada en el estado Carabobo de 2017 y el caso del magnicidio frustrado del pasado 4 de agosto de 2018.
Aseguró que estos explosivos encontrados en estos lugares, pretendían activarse en los próximos 15 días.
También indicó que gracias a la «colaboración» de Gómez Peñaranda lograron conocer de la existencia de tres campamentos ubicados en territorio colombiano (en Maicao, Rioacha y Santa Martha), donde son entrenados «paramilitares» con el fin de agredir a los venezolanos y al gobierno de Maduro. El entrenamiento, según la versión del funcionario chavista, estaría a cargo del mayor general Cliver Alcalá Cordones.
Este militar participó junto a Hugo Chávez en el intento de golpe de Estado de 1992, aunque se mantuvo dentro de la carrera militar. Llegó a ser comandante de la 41 Brigada Blindada (Guarnición Militar de Carabobo) y también en Aragua. Igualmente en la gestión de Nicolás Maduro fue comandante de la Región de Defensa Integral Guayana.
Aunque apoyó a Chávez y en principio a Maduro, se deslindó de este último y al pasar a retiro ha sido uno de los militares más críticos contra la gestión del gobernante chavista.