Los diputados de la Mesa de la Unidad Democrática repetían sin cesar “¡Maduro es colombiano, Maduro es colombiano!” marcando el tempo con estruendosos aplausos dentro del hemiciclo de debates de la Asamblea Nacional.
La bancada del chavismo guardaba silencio, expectante. Ninguno se decía nada, todos escuchaban atentos al presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, quien desde su tribuna revelaba la emisión de una sentencia con la que, supuestamente (afirmó Ramos), el Tribunal Supremo de Justicia faculta a personas con varias nacionalidades a ejercer cargos públicos en el país.
“El bufete ominoso (abominable) ha decidido que los funcionarios pueden tener doble nacionalidad, aunque el artículo 227 (de la Carta Magna) dice expresamente que el Presidente no puede tener otra nacionalidad. Ese asco de sentencia no puede ser respetado porque viola expresamente la Constitución”, sentenció un agitado Allup al tiempo que sometía a consideración un acuerdo que establece que todos los contratos de interés nacional que el gobierno quiera firmar deben pasar por el filtro de la Asamblea.
Solo cuando Ramos Allup terminó su derecho de palabra la bancada oficialista contrapunteó con un “¡Maduro presidente, Maduro presidente!”.
La sentencia de la Sala Constitucional que decreta que cuando una persona ostente múltiples nacionalidades y una de ellas sea la venezolana, “será ésta la que tenga prevalencia” reabre la polémica en torno de la nacionalidad del presidente Nicolás Maduro.
Pero este no fue el primer punto de desencuentro que hubo en la sesión de este jueves 26 de mayo. Durante el debate sobre el acuerdo en solidaridad con médicos y estudiantes en huelga de hambre en el Ihaula del estado Mérida dominaron las posturas irreconciliables.
El diputado William Barrientos inició el debate recordando que más de 10 doctores se encuentran en huelga de hambre para exigir insumos médicos con los cuales trabajar.
“El doctor José Manuel Olivares presentó un acuerdo que estábamos convencidos que los compañeros del Psuv también iban a aprobar, pero fue imposible porque siguen politizando el tema. Conversamos con tres militantes del gobierno y estaban de acuerdo en que aprobáramos por unanimidad nuevamente esta ley, si le cambiábamos el concepto de crisis humanitaria y de emergencia sanitaria; nosotros cedimos a esto y modificamos muchos parágrafos tipificados en el documento. Nuestra sorpresa fue inmensa cuando una llamada de Miraflores les dijo que no lo aprobaran”, manifestó.
Mientras Barrientos hablaba, aparecían cada vez más y más pancartas con el rostro del niño Oliver Sánchez, quien perdió la batalla contra el cáncer porque su familia no pudo conseguir el tratamiento que necesitaba.
“Quiero curarme. Paz. Salud”, decía una pancarta que sostuvo el diputado Juan Guaidó durante el debate y que replicaba el mensaje que el pequeño Oliver había transmitido en una protesta a la que acudió con su mamá para exigir su medicina.
El diputado Barrientos aseguró que la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y la Cruz Roja habían anunciado un cargamento de medicinas y de insumos médicos que pusieron a disposición en buques en Curazao, Aruba, EEUU, Las Antillas y en Colombia y que solo esperan que el gobierno lo apruebe.
Por el bloque del Psuv, Ramón Lobo aseguró que la oposición buscaba politizar el tema de forma irresponsable y aseguró que el gobierno hacía inversiones frecuentes en esta materia. “Recientemente se asignaron más de 20 millones de bolívares para adquirir insumos médicos. Abrimos más de ocho quirófanos en el Hospital Universitario de los Andes, esa es la realidad”, aseveró al tiempo que desde la bancada adversa le gritaban “¡indolente!”.
La diputada Carmen Meléndez también tomó su derecho de palabra para rechazar la protesta de los galenos en Mérida. “No es ético de los médicos irse a huela de hambre. Si todos se van a huelga, ¿quién va a atender a los pacientes?”, argumentó.
El proyecto de Atención Integral y Protección a Personas del Espectro Autista fue el único punto de encuentro en la sesión. Ambas bancadas le dieron el sí ala normativa que establece la obligatoriedad de la integración al sistema educativo venezolano de las personas que padecen el trastorno del espectro autista en el país.
Este es el cuarto acuerdo que la actual legislatura aprueba por unanimidad. Los primeros tres fueron: proyecto de ley que limita el uso de telefonía celular en las cárceles, el bono de alimentación para pensionados y jubilados y acuerdo sobre exhorto al diálogo del Papa Francisco.
“Hoy ha ganado el amor y se ha desvanecido un muro. Debemos ponernos en la vanguardia para defender a personas dentro del espectro autista”, dijo el diputado del Psuv Víctor Clark.
“Gracias por ayudarnos a convertir el dolor en fortaleza, son la esperanza cuando pensamos que no existe solución”, agregó el diputado de la MUD Miguel Pizarro.
Miembros de la fundación Autismo Venezuela y varias personas con esta condición presentes durante la sesión, celebraron el acuerdo desde uno de los balcones del hemiciclo.
Foto: Asamblea Nacional.