El exembajador de Venezuela en Colombia por el gobierno interino de Juan Guaidó, Humberto Calderón Berti, realizó algunas consideraciones relevantes a manera de “rendición de cuentas” sobre su actuación en el cargo, luego de que el pasado 26 de noviembre mediante una comunicación electrónica se le informara del cese en sus funciones como diplomático en ese país.
Mediante una carta dirigida a Guaidó en su condición de presidente encargado y presidente del Parlamento Nacional, Calderón Berti explicó paso a paso las acciones emprendidas desde que fue nombrado como Embajador de Colombia hasta su accionar con el caso del manejo de los recursos asignados para atender a 148 militares que fueron alojados en hoteles en Colombia y que conllevó a una investigación de la Fiscalía de ese país.
Este viernes, 29 de noviembre, el exembajador reveló en un encuentro con los medios que su relación con el presidente Guaidó “desde hace mucho tiempo no existe, hace meses que no hablo con él”, aproximando en parte sobre los motivos de su salida de la Embajada.
Esta revelación también está contenida en la carta donde advierte que habría notado el distanciamiento de Guaidó y del equipo, lo que “entorpece mi trabajo como Embajador de Colombia”, aunque a pesar de ello, continuó haciendo su mejor esfuerzo por cumplir con su responsabilidad.
Destacó su formación para la lealtad y su disciplina, pero “jamás he sido sumiso”, puntualiza.
Casi 10 meses en el cargo
Casi 10 meses permaneció Calderón Berti en el cargo como Embajador de Colombia. Según explica en la misiva, asumió la responsabilidad “con beneplácito” el 8 de febrero de 2019 y la tomó como una oportunidad para seguir prestándole servicio al país “en momentos aciagos”.
Durante su permanencia en el mismo, reconoce haber obtenido cooperación del Gobierno del presidente Iván Duque y particularmente de su homólogo Carlos Holmes Trujillo, de quienes observó hospitalidad “a pesar de las presiones que ejercen más de 1.6 millones de venezolanos sobre sus sistemas de salud, educación, vivienda y empleo”.
Calderón Berti dice haber ofrecido respuesta a los migrantes venezolanos en aspectos cotidianos como asuntos migratorios y de nacionalidad, acceso a los servicios de salud, entre otros. Todos encontraron “nuestra mano tendida”, para lo cual se valió de las relaciones con funcionarios de la Embajada de Estados Unidos y sus agencias de ayuda humanitaria, quienes han adelantado iniciativas para aliviar la situación de los venezolanos.
Caso Cúcuta
Aclara igualmente en la correspondencia que nunca tuvo conocimiento de las expectativas que creó Guaidó a los presidentes y líderes de distintos países que estuvieron presentes durante la Operación Libertad, pero que considera debió ser “algo importante” para que los dignatarios se desplazaran a Cúcuta.
“De este revés nunca hemos tenido hasta ahora ningún balance ni rendición de cuentas”, afirma.
La llamada Operación Libertad, que permitiría el paso de la ayuda humanitaria desde la frontera a territorio venezolano, se dio a pocos días de su arribo a Bogotá, el 23 de febrero. Este día hubo el paso de los militares y policías que se identificaron con el Gobierno Interino, número que alcanzó finalmente los 1200 efectivos con sus respectivas familias.
Acnur y el Gobierno de Colombia le ofrecieron atención a este grupo, pero, aparte, llegó un contingente de 148 militares que fueron alojados en hoteles, que según información obtenida posteriormente “serían atendidos directamente por personas designadas por usted y cuyos costos de manutención también correrían por cuenta de funcionarios de su Despacho”, afirma en la carta.
Sobre el manejo “indebido de los recursos”, aclara que se supo desde la llegada de los militares a Colombia, sin embargo, fue el 26 de abril cuando las autoridades colombianas alertaron de que efectivamente se venían produciendo hechos “indebidos”.
La información obtenida conllevó a la auditoría ordenada con el fin de determinar si habían ocurrido hechos dolosos.
Guaidó conocía resultado de auditoría
El resultado de la auditoría se recibió el 15 de junio y arrojó que “hubo un manejo impropio de los recursos destinados a la atención de los militares que no estaban siendo atendidos por Acnur”. Revela Calderón Berti que el informe se remitió vía electrónica a Guaidó, Julio Borges y a Leopoldo López, quienes estuvieron informados de las indagaciones.
Sin embargo, un día antes de conocerse dicho informe final de auditoría, el portal digital Panam Post publicó la denuncia sobre el tema.
Sobre el particular, sostiene Calderón Bertín, “ no se había recibido denuncia sobre el tema de la ayuda humanitaria”, pero sí se venía indagando sobre el manejo de los recursos destinados a los militares.
“La embajada no tuvo responsabilidad en esa publicación”, afirma, para luego dejar claro que el problema no fue la publicación, sino que el hecho haya ocurrido.
“No soy fiscal para investigarlos a fondo, ni juez para juzgarlos. Soy un servidor público que está en el deber de procurar que se establezca la verdad y se imparta justicia”, dijo.
Es así como el 18 de junio la denuncia fue presentada ante la Fiscalía General de Colombia, a quién le corresponde concluir la investigación y tomar las medidas pertinentes.
Diálogos
El fallido proceso de diálogo con el Gobierno de Maduro, bajo el auspicio de Noruega, es visto por Calderón Berti como “otro aspecto que parece haber causado cierto distanciamiento” entre Guaidó y él.
“Respecto a los aliados externos y el diálogo debo decirle, con directo conocimiento del caso, por mis funciones actuales, que fue además de impropio un serio error haber emprendido tal iniciativa sin un mínimo de contacto y entendimiento con un gobierno tan comprometido y relevante a la causa de nuestra liberación de la tiranía como es el de Colombia”.
Consideró que con el tiempo consumido en los diálogos Oslo/Barbados se hizo un serio daño a la credibilidad y se faltó a la confianza. “Nuestra causa ha sufrido un serio deterioro”-expuso.
Por otra parte, señaló que “se ha menospreciado a los aliados esenciales como Estados Unidos, Colombia y Brasil en la adopción de estrategias de política internacional que son vitales para el rescate de nuestra democracia”. Considera se puedo haber tenido una “mínima cortesía de consulta”.
En cuanto al proceso de transición aclaró que mantiene su postura sobre el hecho de que no puede haber elecciones nacionales mientras no cese la usurpación. “Mientras Maduro usurpe el poder podrá haber Elecciones, pero jamás serán elecciones libres. En este punto yo he sido consistente, por supuesto, de manera discreta, como corresponde a mi cargo. Pero si ese es un punto de fricción con Ud., lo asumo responsablemente”, reconoció.
Considera Calderón Berti que este proceso de transición se debe adelantar “con sabiduría y desprendimiento”, incluyendo a los mejores. “Las credenciales no pueden ser las filiaciones políticas”, de ahí que rechazó “el reparto de cuotas partidistas, como lo hemos presenciado en estos meses, es absolutamente improcedente y nos llevaría al fracaso”.
Distancia con Monómeros
Otro de los puntos tratados fue la participación “político partidista” en la empresa del Estado que opera en Colombia, Monómeros Colombo Venezolano, C.A donde se habría desvirtuado “parcialmente el proceso”, lo que impidió temer una estructura de la junta directiva como se propuso.
“La injerencia de la Asamblea Nacional, y particularmente de dirigentes políticos, en el manejo gerencial de la empresa es inconveniente e impropio. La presente modificación de la integración de la Junta Directiva y del nivel gerencial no fue apropiado”, asegura.