Agresión. Así calificó la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, la solicitud hecha por el presidente estadounidense, Donald Trump, en la que pide “inmediata liberación” del preso político Leopoldo López.
Aunque el presidente Nicolás Maduro declaró no querer problemas con Trump, el Gobierno venezolano rechazó formalmente lo que consideró una “intromisión” del presidente de Estados Unidos en asuntos de Venezuela.
“La República Bolivariana Venezuela rechaza la intromisión y agresión del Pdte EEUU @realDonaldTrump que pretende dar órdenes en nuestra Patria”, expresó en su cuenta en Twitter la canciller venezolana.
Consideró “lamentable” que unos supuestos “lobbys” y “mafias” de Miami, “en complicidad con la oposición violenta venezolana”, hayan impuesto al presidente estadounidense políticas contra el país.
“Mientras el presidente Nicolás Maduro proponía iniciar nueva era de relaciones de respeto, Trump se solidariza con jefe de acciones violentas”, prosigue la jefa de la diplomacia venezolana, quien calificó de “cabecilla de acciones sangrientas e inconstitucionales” a Leopoldo López.
Trump recibió ayer 15 de febrero en la Casa Blanca a Lilian Tintori, esposa de López, y pidió la liberación de este dirigente opositor, declarado como culpable por delitos asociados con la violencia desatada luego de una marcha antigubernamental reprimida el 12 de febrero de 2014, y que se saldó con tres muertos y varios heridos.
“Venezuela debería permitir que Leopoldo López, un prisionero político y esposo de @liliantintori (a la que conocí junto a @marcorubio), salga de la cárcel inmediatamente”, afirmó Trump en un mensaje en su cuenta de Twitter, acompañado de una fotografía de él con la esposa del dirigente opositor en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Además de Trump y Tintori, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y el senador republicano Marco Rubio, con el que tenía previsto cenar hoy el presidente estadounidense, también aparecen en la fotografía.
El pronunciamiento de Trump sobre la situación de López es el segundo golpe que propina al Gobierno de Maduro esta semana, después de que el lunes se sancionara al vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, por su presunto “papel significativo en el tráfico internacional de narcóticos”.
Con información de EFE