Venezuela, potencia energética

En el último trimestre de 2023, las sanciones impuestas por los Estados Unidos a Venezuela experimentaron cierto alivio, impulsando una serie de acontecimientos que marcaron un giro en la economía y la política de la nación sudamericana.

El gobierno de los Estados Unidos, en un esfuerzo por incentivar los acuerdos políticos entre el gobierno nacional y la opositora Plataforma Unitaria, decidió suavizar las sanciones económicas, impuestas desde 2019, contra el sector petrolero estatal venezolano a través de Licencias Generales que autorizan la producción y exportación de crudo.

Esto condujo a la autorización de transacciones necesarias para el mantenimiento limitado de operaciones esenciales de varias empresas nacionales y multinacionales. Esta medida afectó principalmente a transacciones que se realizan para la seguridad o preservación de activos en Venezuela, en particular, de la estatal petrolera venezolana Pdvsa.

La OFAC también emitió una licencia general para autorizar ciertas transacciones al Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (CONVIASA), para la repatriación de venezolanos desde jurisdicciones distintas a Estados Unidos.

Restricciones vigentes

A pesar del alivio, ciertas restricciones siguen en pie. El pago y cobro, por parte del gobierno, de las transacciones que involucran la perforación, levantamiento o procesamiento, compra o venta, o transporte o envío de cualquier petróleo o productos derivados del petróleo de origen venezolano, no están autorizadas.

Además, la licencia general de la OFAC no autoriza ninguna transacción o acuerdos relacionados con la exportación de diluyentes a Venezuela, ni cualquier préstamo, acumulación de deuda adicional o subsidio de Pdvsa o sus filiales.

Relaciones internacionales

El alivio de las sanciones en Estados Unidos ocurrió en medio de tensiones con la Unión Europea que ratificó sanciones individuales contra 57 funcionarios o políticos vinculados al gobierno de Nicolás Maduro. Esto motivó a la administración de Maduro a rechazar la decisión y dejó en duda la invitación a una misión de observación electoral europea para las presidenciales de 2024.

En el marco de este nuevo contexto se firmó un acuerdo entre los Gobiernos de Venezuela y Trinidad y Tobago para la explotación y exportación del gas del Golfo de Paria, con la colaboración de la empresa británica de hidrocarburos Shell.

Además, India decidió reanudar las importaciones de crudo de Venezuela, tras la flexibilización de las sanciones. Esto representa un hito significativo, ya que India es el tercer importador mundial de crudo.

La petrolera francesa Maurel & Prom también anunció la plena reanudación de sus operaciones en Venezuela, gracias a la flexibilización de las sanciones estadounidenses.

Pdvsa y la española Repsol firmaron un acuerdo que les permitirá producir petróleo y gas natural por 15 años, en un esfuerzo por reanimar su producción de crudo y gas.

El alivio de las sanciones contra Venezuela ha tenido un impacto significativo en la activación de la industria petrolera nacional a través de nuevas inversiones internacionales. Sin embargo, es importante recordar que este alivio es temporal y depende del cumplimiento del acuerdo de las elecciones de 2024.

A pesar de las oportunidades que se han presentado, el futuro de Venezuela sigue siendo incierto, y su economía y el sector petrolero tienen un largo camino por recorrer para recuperarse completamente. Aun así, estos acontecimientos representan un paso positivo hacia la recuperación económica y la estabilidad política en Venezuela, así como un panorama prometedor para el año entrante.

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