Opinión pública y Gaza
Foto: EFE

La guerra entre Israel y Gaza ha generado reacciones de protesta en gran parte del mundo. En un principio fue por la criminal emboscada de guerrilleros a la población civil  en territorio israelí, pero el despiadado ataque de Israel a la población civil de Gaza, en venganza, ha hecho girar a la opinión pública mundial.

Casi todos los líderes mundiales, hasta quienes al principio del conflicto manifestaron su apoyo incondicional a Israel, comienzan a retractarse, no porque las razones de fondo del conflicto hayan cambiado sino por el inmenso número de víctimas civiles que los bombardeos israelíes están causando en la población civil de Gaza y Cisjordania. Particularmente, la cantidad de mujeres, niñas y niños víctimas de esos ataques.

Catástrofe humanitaria en Gaza

En los ataques entre Israel y Gaza son las cifras de víctimas las que están moviendo a la opinión pública, no el apoyo ideológico a lo que significan Hamas o Israel. 

Terrible ha sido que cerca de 1.200 israelíes hayan sido asesinadas en el asalto de Hamas a campamentos israelíes hace dos meses, terrible el pánico en el que deben vivir el centenar de israelíes que Hamas aún mantiene secuestradas, terrible la angustia que, en algunos lugares de Israel, debe sentirse al escuchar el ulular de las sirenas anunciando un posible ataque aéreo con drones. 

Terrible que, en respuesta al ataque de Hamas hace dos meses, las fuerzas del Estado de Israel ya hayan matado, aproximadamente, a 20.000 personas, entre ellas unas 12.000 mujeres, niñas y niños. Las personas heridas se acercan al centenar de miles y las desaparecidas bajo los escombros que dejan las bombas son incontables porque no hay registros posibles. El fuego israelí es cada día más intenso.

Terrible que, además de la mortandad en Gaza, casi 2 millones de civiles hayan sido obligados a abandonar sus casas, sus trabajos, su cotidianidad y huir en una dirección que también es bombardeada. Terrible que Israel impida el paso de alimentos, agua,  medicinas, combustible, sustancias fundamentales para conservar la vida. Terrible que bombardee hospitales y campamentos de refugiados llenos de familias. Los organismos internacionales, voces neutrales, denuncian una catástrofe humanitaria en territorios palestinos causada por el acoso de Israel.

Ante toda confrontación, desde un evento deportivo hasta un conflicto bélico, tendemos a tomar partido por uno de los participantes.  Muchas veces se hace por razones emotivas que van desde la fidelidad a ultranza pasando por los tintes xenófobos, clasistas, raciales, religiosos, de otro tipo, a otras lógicas de carácter económico, ideológico, político, de otro tipo, y también caben las arbitrarias, no sabemos por qué.

En el actual conflicto bélico entre Israel y Gaza, los sentimientos de antisemitismo o islamofobia así como la lealtad política hacia uno u otro bando puede que estén presentes en la opinión pública mundial, pero lo que pesa cada día más son las consecuencias humanitarias de ese conflicto, los desmanes de Israel en la población civil de Gaza.

El actual enfrentamiento entre Israel y Gaza cuesta llamarlo guerra por la desigualdad económica, tecnológica y armamentista entre los dos bandos. Recuerda a David y Goliath.

Acciones internacionales

Una voz neutra, la del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, hace pocos días advertía el alto riesgo de que se estén cometiendo crímenes internacionales en Gaza: “Mis compañeros humanitarios han descrito la situación (en Gaza) como apocalíptica, millones de palestinos han sido desplazados al  sur de Gaza en condiciones insalubres… La ayuda humanitaria está prácticamente cortada al tiempo que el temor a enfermedades y el hambre se propagan”.

Ante las condiciones infrahumanas que los israelíes han llevado a la población civil de Gaza, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas elaboró un informe que recomendaba solicitar un alto al fuego inmediato, pero el voto negativo de uno de sus 12 miembros impidió la unanimidad exigida por el reglamento para aprobar una resolución.

El país miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que votó negativo a la solicitud de inmediato cese al fuego en Gaza ignoró las razones de fondo del informe y dio prioridad a su lealtad al Estado acusado y a sus intereses militares en la zona. La vida de centenares de miles de seres humanos vale menos que los acuerdos políticos.

La resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre los excesos de Israel en Gaza no fue aprobada, pero la Asamblea General de ese mismo organismo, pocas horas después, consideró un informe sobre la situación de Gaza y lo aprobó por abrumadora mayoría, 153 vs 33.  No es poca cosa. Lo que está a la vista no necesita anteojos.

En el actual conflicto entre Israel y Gaza ya no valen las lealtades a ciegas. La evidencia de violaciones de derechos humanos que se están produciendo en Gaza ha transformado el conflicto bélico en un asunto humanitario.

La movilización es para evitar la hambruna y las muertes por deshidratación o infecciones de millares, la exigencia es parar los crímenes indiscriminados, salvar vidas de inocentes en ambos bandos. Lo están viendo cada vez más los estadistas y la opinión pública mundial. Hace rato lo dicen las manifestaciones en calles de muchas ciudades.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

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