Abril inicia con nuevos picos de fallecidos diarios por COVID-19

El liderazgo político del país luce aún muy dividido e impactado por la polarización y más recientemente, por los apoyos geopolíticos y geoestratégicos globales. Más de 20 años de un conflicto que no ha logrado ser descifrado, ni interna, ni externamente y que han debilitado la estructura institucional del país y los mecanismos que habitualmente desarrollan los sistemas políticos democráticos, para resolver las diferencias de forma y de fondo. No obstante, y según, nos han venido indicando los últimos estudios de opinión pública realizados en Venezuela, la creciente despolarización que se ha venido dando aguas abajo -y que ha neutralizado casi absolutamente las profundas diferencias ideológicas, que en algún momento arreciaron en nuestro territorio- aún lamentablemente no se sienten todavía, aguas arriba.

A la par de irse consolidando ese fenómeno despolarizador, se han impulsado muchos intentos de diálogo y negociación altamente conocidos en el país y en toda la región, que no han podido fructificar hasta ahora. Las consecuencias no se han hecho esperar en materia económica y de deterioro de la cotidianidad de la gente, que es la que más ha padecido, la intolerancia del juego político. En medio de todo esto se asoma, aunque tardíamente con respecto a otros países, la voracidad de una pandemia que está causando estragos significativos en otras latitudes, inclusive, usadas como propaganda para comparar nuestras medidas como muy exitosas.

Este crecimiento sustancial de la pandemia en Venezuela nos agarra en una situación particularmente compleja. Las últimas cifras están reflejando un crecimiento sostenido que no habíamos tenido. El hecho de tener a Brasil, profundamente impactado por covid-19 y la misma Colombia, a nuestro lado, sumado a las limitaciones de nuestro sistema de salud y la economía, amén de la primera negativa del gobierno de recibir las vacunas generadas por el mecanismo Covax, está configurando un escenario de pronóstico reservado para Venezuela durante las próximas semanas.

Frente a este vendaval que se avecina, ¿existirá la posibilidad de deponer actitudes de confrontación  en el liderazgo venezolano? ¿Será posible reabrir el juego de la democracia donde los intereses colectivos se anteponen a los particulares? ¿Se concentrará la atención en una unión nacional que permita la concentración de todos los esfuerzos, para combatir con mayor eficacia a la pandemia? En lo particular, pienso que se abre una gran oportunidad para apuntalar muchas rectificaciones, tanto en el madurismo, como en la oposición. El país está siendo puesto a una dura prueba, de la cual, en la forma en la que la abordemos, podremos salir mejor o peor parados. Una población despolarizada puede cobrar en el corto o mediano plazo, las incongruencias de su liderazgo.

Decía Groucho Marx: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados” ¿será esta la vía que tendremos en Venezuela para atender las actuales circunstancias? O como decía Mario Bunge: “Conviene pues cultivar la fantasía, y esto no sólo en los campos del arte, de la ciencia y de la técnica, sino también en la política, dominada por ideologías escleróticas. Para renovar nuestras sociedades necesitamos políticos con la imaginación de Borges o de un Einstein. No para escapar de los atroces problemas de la sociedad moderna, sino para abordarlos con tanta imaginación como información” La pandemia es el mayor de los desafíos actuales del liderazgo del país. O la enfrentamos con unidad afectiva y real, o seguiremos insistiendo en profundizar nuestras diferencias y resquebrajando nuestras capacidades como nación. Desde el escenario despolarizado debemos presionar, para que se rectifiquen las posiciones intolerantes.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Politólogo con especialización en gerencia social. Actualmente es el coordinador general del Centro Gumilla en el Estado Lara. Profesor universitario de pre y postgrado. Analista político y de tendencias...