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Septiembre de 2022 pasará a la historia marcado por la muerte de una mujer, pero debería ser por la de dos o de muchas.

En Inglaterra murió la Reina que llevó en su cabeza la corona bien puesta durante décadas y todo el mundo -literalmente- aplaudió y honró su muerte por causas naturales. Esto, aunque, por la historia se ha sabido que en ese imperio, reinas y princesas han sido asesinadas por órdenes superiores. Las asesinaron por ser mujeres.

En Irán ha fallecido una estudiante, detenida por la policía por llevar el velo (el hiyab) mal puesto en su cabeza y en buena parte del mundo hay indignación y se protesta por esta injusta muerte. La asesinaron por ser mujer.

En otras partes del mundo, en ese mismo septiembre, como en todos los meses anteriores, otras estudiantes, oficinistas, obreras, amas de casa, trabajadoras sexuales, profesionales de cualquier rama, han sido heridas o asesinadas por hombres que las deseaban. Las asesinaron por ser mujeres.

La muerte de Mahsa

Mahsa Amini -así, con nombre y apellido porque será un símbolo- fue detenida por la policía de la Moral (léase bien: policía de la moral. ¡Dios nos ampare!) en una calle de Teherán, la capital iraní, por llevar el “hiyab” mal puesto en la vía pública. Eso es considerado una blasfemia o una violación del estricto código religioso y civil de aquel país como en otros islámicos.

Después de su detención, Masha sería obligada a seguir cursos de moral (islamista, por supuesto) para doblegarle su rebeldía y que ese castigo sirviera de ejemplo a millones de mujeres en países islámicos. Pero parece que a la policía se le pasó la mano – no se sabe en qué procedimiento-, unos golpes le produjeron una contusión cerebral a Masha y murió. El gran pecado y delito de Masha es haber sido mujer.

La muerte de Masha ha llevado a mucha gente a la calle, no tanta como la que salió en Londres a despedir a la Reina, ni tan calma. En Irán y otras partes del mundo se han producido aguerridas protestas no solo por el asesinato de Masha, ni por el velo bien o mal puesto, sino por siglos de opresión a las mujeres. La consigna central de las protestas ha sido: Mujeres, vida, libertad.

De feminicidio se trata

Hay gente que no entiende o admite que se pueda agredir y hasta matar a alguien por cuestiones de género. Pero sí, hay hombres víctimas de violencia por ser hombres, hay mujeres víctimas de violencia por ser mujeres, hay transgénero víctimas de violencia por ser trans y así. La razón de la agresión pudiera ser cualquiera pero el género de la persona agredida condiciona la magnitud de la violencia hacia ella.

El asesinato de Mahsa, como el de miles de mujeres en todo el mundo, es claramente un feminicidio. La mujer es asesinada por ser mujer. De ser un hombre con el turbante en la cabeza mal puesto, muy probablemente no lo hubieran detenido, menos asesinado. El género también sirve para la impunidad.

A Masha la mataron por ser mujer. La barbarie machista se expresa también a nivel institucional y estatal, no sólo en los países islámicos.

No todo asesinato de una mujer es un feminicidio. Hay mujeres que mueren igual, como puede morir un hombre o cualquier persona, en un asalto, por ejemplo, o en una protesta política. El feminicidio es cuando se agrede por machismo o misoginia, por desprecio a la mujer.

Mujeres, vida, libertad

Las honras fúnebres a la Reina de Inglaterra duraron 10 días que captaron de forma monotemática la atención del mundo y opacaron la noticia de la muerte de Masha, la estudiante iraní que llevaba el velo mal puesto, pero la real razón de su asesinato: por ser mujer.

Pasada los actos de despedida a la Reina en Inglaterra se pudieron oír los gritos de protestas de las mujeres en Irán.

La muerte de Masha puede traer libertad, mejor vida para las mujeres en países islámicos y con ello a más mujeres en el mundo.

Aún cuando el velo de Masha haya sido movido por una ráfaga de viento y no porque protestara, esa ha sido la chispa que tiene encendida la lucha contra la opresión a las mujeres en Irán. Hay ráfagas que encienden praderas.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

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