Menstruación y salud emocional: Descifrando los enigmas

El síndrome premenstrual es una realidad con la que conviven muchas mujeres. Este conjunto de síntomas es un testimonio elocuente de cómo el ciclo menstrual puede tener un efecto considerable en la salud física y mental.

A pesar de ser una experiencia común, sólo recientemente los científicos han comenzado a desentrañar cómo la menstruación puede afectar la salud y potenciar ciertos trastornos médicos. Esta exploración reciente promete arrojar luz sobre un aspecto de la salud humana que ha sido largamente subestimado y mal comprendido.

En un estudio pionero, un equipo de psicólogos se propusieron entender mejor esta relación. Para ello, invitaron a 119 mujeres que habían tenido pensamientos suicidas en el pasado a monitorear sus emociones durante un ciclo menstrual completo. Los hallazgos fueron reveladores: un número significativo de participantes experimentó un aumento en los pensamientos suicidas en los días previos y durante la menstruación.

Estos resultados pueden no sorprender a aquellas que luchan con la depresión, quienes han compartido durante años con sus terapeutas y entre ellas cómo sus períodos influyen en sus síntomas. Sin embargo, debido a la prevalencia de la misoginia en la ciencia y la medicina, estos efectos han sido en gran medida ignorados en la investigación sistemática hasta hace poco.

Esto ha dejado a menudo a las pacientes lidiando solas con fluctuaciones del estado de ánimo que los profesionales médicos pueden no estar equipados para diagnosticar o tratar.

Condición ignorada

Durante largo tiempo, el estudio de la menstruación ha sido injustamente ignorado, generando un vacío de conocimiento que ha dejado a las mujeres que sufren de dolor menstrual o sangrado abundante, esperando un diagnóstico durante años. Sin embargo, en los últimos años, ha habido un cambio positivo.

Cada vez más científicos han comenzado a investigar el proceso y el fluido menstrual, una línea de investigación que promete revelar información esencial sobre la salud humana que ha sido pasada por alto durante demasiado tiempo. La idea de esta investigación fue concebida por psicólogos después de escuchar a una de sus pacientes de terapia hablar sobre un empeoramiento de sus síntomas durante su período menstrual.

“Nos dimos cuenta de que si podíamos encontrar evidencia de que esto era algo común, entonces tal vez podríamos hacer algo al respecto”, reflexionaron. Esta perspectiva ofrece esperanza para un futuro en el que las mujeres ya no tengan que sufrir en silencio, esperando un diagnóstico que nunca llega.

La relación entre la menstruación y la salud mental ha comenzado a recibir mayor atención en la última década. Los médicos han sabido durante mucho tiempo que un pequeño porcentaje de la población experimenta una condición conocida como Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM), que se caracteriza por sentimientos intensos de ansiedad, depresión o irritabilidad en los días previos a la menstruación.

Diagnóstico

El TDPM fue incluido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM) en 2013, y los expertos estiman que entre 3% y el 8% de las mujeres sufren de esta condición.

El equipo de psicólogos estaba interesado en explorar si los ciclos menstruales podían afectar la salud mental de un mayor número de mujeres. En su estudio, no seleccionaron a pacientes diagnosticadas con Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM), sino a aquellas que habían reportado pensamientos suicidas en el último mes.

Se pidió a los participantes que registraran diariamente síntomas como depresión, ansiedad y desesperanza durante todo su ciclo menstrual. Además, se les preguntó acerca de sus ideas y planes suicidas.

Lo que resultó ser fascinante es que, a pesar de no haber seleccionado a pacientes con TDPM, observaron que la mayoría de los participantes que reportaron tener ideas suicidas tendían a experimentar un empeoramiento de los síntomas en los días previos y durante el inicio de la menstruación. Este hallazgo abre nuevas vías de investigación y comprensión sobre la influencia del ciclo menstrual en la salud mental de las mujeres.

El estudio señala que la mayoría de las mujeres no experimentan síntomas psiquiátricos significativos en respuesta a los cambios hormonales. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que las mujeres con enfermedades mentales subyacentes, incluyendo a 60% de las mujeres con trastornos depresivos, a menudo experimentan un empeoramiento de sus síntomas durante sus períodos menstruales.

Información y atención

Los resultados publicados en el American Journal of Psychiatry, sugiere que los profesionales de la salud mental y los ginecólogos deberían proporcionar a las pacientes información sobre cómo la menstruación puede influir en los síntomas emocionales, con especial atención al riesgo de suicidio.

Además, los investigadores sugieren que los pacientes podrían encontrar útil llevar un registro de sus síntomas durante varios meses para identificar si existe un patrón cíclico en su aparición.

El laboratorio en el que se desarrolló el trabajo está explorando activamente tratamientos conductuales y farmacológicos. Estos tratamientos podrían brindar alivio a las mujeres cuyos síntomas están vinculados a sus ciclos menstruales. La gama de posibles intervenciones abarca desde la terapia conductual dialéctica hasta medicamentos que bloquean las hormonas. Esta investigación promete abrir nuevas vías para mejorar la calidad de vida de muchas mujeres.

Estos hallazgos se suman a un campo de estudio que aún lucha contra el silencio y el estigma. Las mujeres con TDPM aún enfrentan dificultades para obtener un diagnóstico, en una encuesta realizada en 2022, alrededor de 40% de los pacientes con TDPM indicaron que sus terapistas desconocían la existencia de la afección. La comprensión del impacto de la menstruación en otras condiciones de salud mental, como la depresión, es aún más limitada.

Erradicar el estigma

La menstruación, un proceso natural que las mujeres experimentan, es un indicador crucial de su salud reproductiva. No obstante, puede traer consigo una serie de retos tanto físicos como emocionales.

Es fundamental que las mujeres y las jóvenes estén adecuadamente informadas sobre estos cambios y sepan cómo gestionarlos de manera efectiva. Además, es tarea de la sociedad en su conjunto trabajar para erradicar el estigma asociado a la menstruación y fomentar un ambiente de apoyo y comprensión.

Al hacerlo, podemos garantizar que cada mujer pueda afrontar su ciclo menstrual de una manera saludable y digna. Este enfoque integral no sólo mejora la calidad de vida de las mujeres, sino que también promueve una sociedad más inclusiva y comprensiva.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

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