Lactancia materna en 2020: una solución sostenible incluso en pandemia
La leche humana es sostenible en el tiempo, nunca le va a causar daño al bebé y ayuda a mitigar el cambio climático al no requerir de otros servicios para su producción /Foto: @ivanereyes Credit: @ivanereyes

“Cuando tuve a mi primer hijo y me recomendaron que le diera pecho sentí dudas y temores sobre si mi leche realmente lo alimentaría, si tendría la cantidad suficiente y todas esas cosas que nos preocupan a las mujeres”, Teresa.

En esta Semana de la Lactancia debemos insistir en que amamantar está plagado de ventajas para el niño. Lo alimenta. Contiene todos los nutrientes que necesita y se va complejizando para adecuarse a las necesidades en la medida en que el niño va creciendo. Lo protege. Contiene sustancias fundamentales para fortalecer su sistema inmunológico para que pueda defenderse de las enfermedades.

A esto podemos sumar que lo ayuda a desarrollar su cerebro; es más pura, fresca y limpia. Protege la piel, es de fácil digestión y favorece el aumento de peso y tamaño del bebé.

Para la mamá también tiene ventajas. Pierde menos sangre después del parto, previene afecciones en los senos tales como quistes, tumores, infecciones, recupera más rápido la figura, es más práctica y económica. Es tan noble la leche materna que tiene beneficios para ambos, madre y bebé. Es un momento único para expresar el afecto, la ternura, transmitir el amor, la seguridad y protección que el bebé capta en el regazo de su madre.

Finalmente, estamos hablando de un derecho humano. Siendo fundamental para el sano crecimiento y desarrollo del niño, está consagrado como un derecho en el artículo 46 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente: “El Estado, las instituciones privadas y los empleadores proporcionarán condiciones adecuadas que permitan la lactancia materna, incluyendo aquellos hijos cuyas madres estén sometidas a medidas privativas de libertad”.

“Apoyar la lactancia materna para un planeta más sano”. Ese es el lema que la Organización Mundial de la Salud (OMS)y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) emplean como un llamamiento a los gobiernos para que protejan y promuevan el acceso de las mujeres al asesoramiento cualificado sobre lactancia materna, un elemento crucial del apoyo al amamantamiento.

La lactancia materna ofrece a todos los niños el mejor comienzo posible en la vida, ya que aporta beneficios de salud, nutricionales y emocionales tanto a los niños como a las madres. Y forma parte de un sistema alimentario sostenible. Los estudios indican que incrementar las tasas de lactancia materna exclusiva podría salvar la vida de 820.000 niños cada año.

Ahora bien, pese a que la lactancia materna es un proceso natural, no siempre es fácil. Las madres necesitan apoyo tanto para iniciar la lactancia como para mantenerla. Es entonces cuando se necesita la acción seria y responsable de los Estados: acciones que vayan más allá de las declaraciones vacías que con ligereza se hacen en estos días.

La OMS y UNICEF especifican que el asesoramiento cualificado sobre lactancia materna puede proceder de diversas fuentes (profesionales de la salud, asesores en lactancia y grupos de apoyo). Estas iniciativas pueden realizarse en entornos muy diferentes (centros de salud o clínicas, visitas domiciliarias o programas comunitarios, en persona o de forma remota). Enfatizan que durante la pandemia de COVID-19 es, incluso, más importante encontrar soluciones innovadoras para garantizar el acceso ininterrumpido a esos servicios esenciales.

¿Medidas concretas que deben tomar los estados?

Para materializar ese asesoramiento cualitativo los gobiernos deben:
Invertir con el fin de que todas las mujeres puedan acceder a asesoramiento cualificado sobre lactancia materna.

Formar a los profesionales de la salud, en particular al personal de partería y enfermería, para que ofrezcan a las madres y las familias asesoramiento cualificado sobre lactancia materna.

Garantizar que el asesoramiento se ofrece como parte de servicios habituales de atención de salud y nutrición que sean de fácil acceso.

Asociarse y colaborar con la sociedad civil y profesionales de la salud para establecer una red sólida que permita ofrecer asesoramiento adecuado.

Proteger a los profesionales de la salud de la influencia de la industria de los alimentos para lactantes.

Decidir darle el pecho a un bebé no es un mero asunto particular. Es un tema con repercusiones nutricionales, sanitarias, económicas, de derechos humanos que los Estados deben garantizar y apoyar.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

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