Hoy en Venezuela tenemos un régimen instaurado por los que participaron en el intento de golpe de Estado el 4F de 1992. Desde que llegaron al poder han sido incapaces de resolver los problemas de los venezolanos, ha aumentado la delincuencia y la corrupción; utilizan los órganos de seguridad del Estado para reprimir y perseguir a quienes denuncian la violación de la constitución y las leyes, pero, por el contrario, no se persigue a los asesinos de más de 250 mil venezolanos en los últimos 16 años. Así mismo se ha perdido la soberanía nacional ya que han entregado el país y sus riquezas a cubanos, iraníes, rusos y chinos; han destruido la economía: con salarios miserables y la destrucción de las fuentes de empleo; lo que quiere decir que sólo aspiraban el poder para enriquecerse y no para servir al pueblo.

Hay que destacar que todos los participantes en este golpe fueron llevados a prisión por esta acción contra la Democracia, siendo su causa posteriormente sobreseída, es decir, no se les dio sentencia firme por esta intentona donde murieron decenas de venezolanos. En la actualidad las cárceles en Venezuela están atiborradas de presos políticos por defender la democracia y los derechos humanos y el Gobierno, lejos de buscar la pacificación del país, profundiza la persecución política.

Hay que recordar, que estos hechos fueron protagonizados por un grupo de militares encabezados por el fallecido presidente Hugo Chávez quien ejecutó un intento de golpe de Estado contra el entonces presidente constitucional Carlos Andrés Pérez. Sin embargo, los rebeldes no lograron sus objetivos y se rindieron. Entre los oficiales que comandaron esta maniobra estuvieron cuatro tenientes coroneles del ejército: Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos y Jesús Urdaneta, seguidos por 14 mayores, 54 capitanes, 67 subtenientes, 65 suboficiales, 101 sargentos de tropa y 2.056 soldados alistados. Todos los participantes de esta rebelión militar fueron llevados a prisión por su actuación en el hecho y liberados en la presidencia de Rafael Caldera, en 1994.

Hay que destacar que el general Carlos Peñaloza meses antes del golpe había arrestado a Chávez y a varios integrantes de su logia castrocomunista, pero estos fueron posteriormente liberados por el propio presidente Carlos Andrés Pérez, quien ordenó que no se interfiriera con la carrera de los oficiales hasta que se presentaran más pruebas. Sin embargo, a pesar de la tolerancia demostrada por el presidente Pérez, este grupo intento capturarlo para darle muerte e instaurar un régimen militar.

Por otra parte, la familia del entonces presidente Carlos Andrés Pérez también corrió peligro de muerte. Miguel Rodríguez Torres quien era un joven capitán, dirigió el asalto a la residencia presidencial “La Casona”, donde se encontraba esa madrugada la primera dama, Blanca Rodríguez de Pérez, su hermana, una hija y dos de sus nietos pequeños. Como resultado de esa operación, murieron tres funcionarios de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) y un agente de la Policía Municipal de Sucre.

La historia ha demostrado que la intención de esta asonada militar era establecer una dictadura al estilo cubano, eliminar la disidencia política y esquilmar a la nación para mantener al pueblo de rodillas.

Foto: Archivo Efecto Cocuyo.

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