Representantes sindicales de la Universidad Central de Venezuela (UCV) plantearon este 5 de marzo su propuesta de aumento salarial para el sector público, fijada en 200 dólares, un monto que ya se discutió en la cuarta ronda de diálogo social con el Ejecutivo nacional, los empresarios y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) los primeros días de febrero.

En rueda de prensa convocaron también a dos movilizaciones este mes, una en la segunda semana de marzo y otra prevista para el 19 de marzo, Día del Trabajador Universitario.

Hasta este martes han pasado al menos 718 días desde el último aumento de salario en Venezuela, decretado por Nicolás Maduro en marzo de 2022. Hoy, el sueldo mínimo en el país (130 bolívares) equivale a 3,6 dólares según la tasa del Banco Central (BCV). Trabajadores exigen que el gobierno responda a sus exigencias y aseguran que no aceptarán un incremento menor a los 200 dólares.

«Es nuestro punto de arranque y que a partir de allí puedan venirse dando incremento salariales que en el mediano plazo logren satisfacer las demandas y las necesidades de todos los trabajadores y de la población venezolana en general», dijo Fidel Jaramillo, directivo de la Asociación de Profesionales Universitarios en Funciones Administrativas y Técnicas (Apufat).

Expresó que los gremios del país coincidieron en que ya no pueden hacer propuestas que «se queden en el aire» y que por ello dejaron de pedir que se indexe el salario a la canasta básica, que en diciembre de 2023 cerró en 531,95 dólares de acuerdo con datos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).

«Como universitarios nos vamos más allá: no solo es la exigencia de los 200 dólares como punto de arranque del salario, sino que efectivamente debemos iniciar toda una jornada de movilización y de exigencia, porque sabemos que no es fácil la obtención de estos recursos de parte del Ejecutivo, que se mantiene en la posición de decir que no hay recursos para satisfacer las necesidades de los trabajadores», explicó Jaramillo.

Rechazan los bonos

Los trabajadores sindicales rechazaron los bonos indexados que el gobierno de Maduro le ha entregado a trabajadores de todos los sectores desde 2023.

Eduardo Sánchez, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la UCV (Sinatraucv), aseguró que la «bonificación del sueldo» es una política que atenta contra la academia y contra el derecho al trabajo.

«¿Quién va a presentar un trabajo de ascenso en una universidad para ganar un bono igual que un obrero? Nadie. ¿Qué maestro va a buscar ascenso en el sector de la educación media si todos van a ganar como cualquier trabajador? Es decir, es una política perversa», dijo Sánchez.

Aseguró que la administración de Maduro tiene la obligación de responder en marzo y que el primer objetivo de las centrales sindicales es restituir el concepto del salario en Venezuela y los derechos de los trabajadores a sus beneficios contractuales.

Afirmó igualmente que los recursos para aumentar el salario en el territorio nacional están principalmente en el sector petrolero.

«Los bonos no son más que una nueva forma de relaciones desregularizadas, es una especie de esclavitud, la «neoesclavitud», en la que usted trabaja por un regalo que le da un patrón y no por lo que usted está vendiendo, que es la fuerza de trabajo. Que en cualquier momento se lo pueden quitar», indicó Eduardo Sánchez, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la UCV (Sinatraucv).

Criticaron el horario mosaico

Jaramillo también criticó la reducción de las horas de trabajo a la que se han visto obligados los docentes en Venezuela, debido a las pésimas condiciones laborales en la que se encuentran.

«Aquí viene ocurriendo una situación perversa que el mismo gobierno la ha institucionalizado, que es la jornada de trabajo. El gobierno se ha empeñado en reducir la jornada de trabajo en educación media y básica ellos señalan lo que llaman «Horario Mosaico», eso es un atentado contra la sociedad, contra la formación de aquellos que aspiran a ingresar a las universidades», dijo el sindicalista.

Agregó que el horario mosaico también atenta contra el normal funcionamiento del país. Recordó que un maestro no recibe más de 30 dólares mensuales por dar clases, por lo que debe buscar otras formas de obtener ingresos. Esta realidad afecta a profesionales de la educación de todos los escalafones.

Hasta ahora el Ejecutivo nacional no ha informado sobre aumentos salariales cercanos. El sector público en el país sigue a la espera y advierte que no abandonará las calles hasta que se respondan sus reclamos. Solo en 2023 se registraron 4.100 protestas en las que se exigieron sueldos dignos, según datos recientes del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (Ovcs).

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