Este año el dólar paralelo no ha dejado de subir. Desde mayo se han presentado importantes picos, que, de acuerdo con economistas consultados, responden a una dinámica cambiara informal que, en este caso, se desarrolla en la frontera.

El 20 de mayo en solo 24 horas el dólar negro escaló de Bs. 355,14 a Bs. 402. Al mes siguiente la mayor diferencia se presentó entre el 15 de junio y el  19 de junio, cuando aumentó de Bs. 416,27  a Bs. 455,90. Este mes en solo una semana subió 60,92 bolívares. El martes 30 se cotizaba en Bs. 481,86 , el viernes 3 de julio pasó la barrera de los Bs. 500 y para este martes 7 se cotizó en Bs. 542,78.

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De acuerdo con el economista Francisco Ibarra, esta escalada responde a la depreciación del bolívar respecto del peso en la frontera colombo-venezolana, que se ha acelerado por problemas de escasez.

Estamos viendo el desplome de la demanda de bolívares en la frontera,  porque no hay nada que comprar allí”, explica el director de Econométrica. La demanda de bolívares en Cúcuta ha disminuido y cuando esto ocurre los colombianos aceptan menos bolívares por peso.

El especialista recuerda que en el caso venezolano, como el mercado legal de divisas es tan complicado, el cálculo a través de la comparación en frontera termina siendo lo que establece el precio del dólar respecto del bolívar.

Para Pedro Palma, director de Ecoanalítica, esto implica que las cotizaciones se vean afectadas por situaciones ajenas a Venezuela. La apreciación del dólar respecto del peso, que no necesariamente tiene que ver con el mercado nacional, ajusta a su vez el precio del bolívar frente al peso, expresa. “Al dar más pesos por un dólar y más bolívares por un peso, esto genera una depreciación del bolívar”, explicó vía telefónica el director de Ecoanalítica.

Ibarra considera que el alza viene como continuación de lo que ha pasado este año en relación con la negativa del Gobierno para tomar medidas que amainen los efectos del control cambiario.

Palma recuerda que existe una oferta limitada de dólares producto de la caída del precio del petróleo, lo que ha generado una expectativa en el venezolano de que no habrá dólares para satisfacer la demanda.

Esto confluye en un panorama difícil  para la economía nacional, según explica el economista. La restricción del acceso a divisas preferenciales ha creado una sobredemanda que no puede ser saldada, lo que hace que importadores, productores y comerciantes deban irse al mercado paralelo, aclara Palma. A este escenario se agrega que el Banco Central de Venezuela está creando una cantidad muy grande de dinero sin respaldo, que influye directamente en el precio del dólar paralelo.

El 10 de febrero de 2015 el Gobierno anunció una serie de medidas económicas que incluían la modificación del sistema cambiario que se centraría en la unificación de las tasas del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) y la aplicación del Sistema Marginal de Divisas (Simadi), que en teoría se basaría en un mercado libre de compra-venta de divisas. El fracaso de este proyecto, impulsó la situación actual, según consideran los expertos.

El presidente Maduro también habló en esa oportunidad sobre la discusión para el ajuste del precio de la gasolina, que luego de cinco meses aún no se concreta. Para Francisco Ibarra, un aumento considerable del combustible controlaría un poco el alza del paralelo, por el movimiento que ocurre en Colombia a raíz del contrabando. “Esa sería una medida a corto plazo, pero es fundamental realizar una planificación macroeconómica para solventarlo”, concluyó el experto.

Por lo pronto, considera que la tendencia es al alza porque no ve que se estén tomando las medidas necesarias para el control.

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