El representante especial conjunto para los Refugiados y Migrantes de Venezuela en la región, Eduardo Stein, adelantó que actualmente existen “conversaciones informales” para coordinar el ingreso de algunas formas de ayuda humanitaria en territorio venezolano. Stein especificó que la posibilidad de recepción de estos insumos y alimentos dependerá de la no politización del proceso de entrega de la ayuda humanitaria.
“Desconozco la cifras exactas de la cantidad medicamentos y alimentos que se habían logrado concentrar en las bodegas de Cúcuta (el pasado 23 de febrero), pero tenemos conocimiento de que las posibilidades de ingreso de ayuda externa no tienen por qué ser rechazadas de manera tan categórica y que se han abierto conversaciones informales en los últimos días para ver si en efecto las ayudas externas pueden ingresar, pero sobre todo puedan ser distribuidas sin que medie un condicionamiento político para la recepción de dichos alimentos y medicamentos a la población que más lo necesite”, aseveró el representante de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Eduardo Stein ofreció las declaraciones en Buenos Aires durante la presentación del Plan Regional de Respuesta a Refugiados y Migrantes venezolanos que coordinó la OIM junto con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Ambas instituciones desestimaron, al inicio de la rueda de prensa, fijar una postura política sobre las agresiones que sufrieron los voluntarios que intentaron ingresar la ayuda humanitaria a Venezuela el pasado 23 de febrero.
“Habiendo utilizado el lenguaje más cuidadoso que pueda para caracterizar lo que es una situación evidente percibida desde afuera, y que remite a problemas de escasez que están al origen de lo que produce esa migración forzada, nosotros tenemos ciertamente la esperanza de que se puedan encontrar esas vías de negociación que permitan esa apertura”, mencionó Stein.
Las dos instituciones también remarcaron la necesidad de destinar capital económico, insumos médicos, medicinas y alimentos a la comunidad de migrantes venezolanos en América Latina. No obstante, aseguraron que es preciso resolver el origen del desplazamiento forzoso que involucra a cerca de 3.4 millones de venezolanos en el mundo.
“En otras palabras quién distribuya esa ayuda y en qué condiciones sea distribuida esa ayuda una vez ingrese al territorio venezolano, es tan importante como las vías cómo eso pueda ingresar”, enfatizó Eduardo Stein.
De acuerdo con cifras presentadas por la OIM y Acnur, en Latinoamérica y el Caribe se contabilizan alrededor de 2.7 millones de migrantes venezolanos. (Modafinil) Es decir que más de la mitad de la población mundial de migrantes criollos (79,41%) están distribuidos entre las naciones del Caribe, Centro y Suramérica. Según las proyecciones de los dos organismos internacionales, se espera que para el año 2019 la cifra de migrantes venezolanos ascienda a 5.3 millones.
“Una de las dificultades con las que lidian las cancillerías es que se reconozca que dentro de Venezuela existe un grave problema de escasez de alimentos y medicinas y que se habiliten los canales para que se pueda atender”, puntualizó Eduardo Stein.
El representante de la OIM agregó que la mayoría de los venezolanos que emigran lo hacen con la documentación vencida. Por tanto, comentó que algunos gobiernos evalúan “la emisión de un documento temporal de identidad válido para la región”. No obstante, será entre el 8 y 9 de abril de 2019 cuando se conozca cuáles resoluciones adoptarán los países sobre el tema. Asimismo, aclaró que los principales motivos que tienen los migrantes venezolanos para salir de su territorio son la falta de medicinas, alimentos y -en algunos casos- por “discriminación”, traducido en “inseguridad ciudadana”.
“En la medida en que se agrave la crisis interna, no solo de escasez de alimentos y medicinas, sino también de tensiones internas, esto puede agravar la tensión para que se incrementen los flujos de población hacia afuera”, manifestó.
Disminuir el flujo migratorio de los criollos en Latinoamérica y el Caribe dependerá de una solución política interna en Venezuela. Sin embargo, Stein advierte que el retorno de esa población que se vio forzada a salir de su territorio “no será inmediata”.
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