"Nos hemos preparado siempre para una contingencia", dice Cámara de Funerarias
"Nos hemos preparado siempre para una contingencia", dice Cámara de Funerarias. Foto Santi Donaire

En plena fase exponencial del COVID-19 en Venezuela, el presidente de la Cámara Nacional de Empresas Funerarias y Afines (Canadefu), Joel Urribarri, aseguró: “nos hemos preparado siempre para una contingencia”.

El vocero del gremio señaló que el Estado venezolano en cada región ha estado en contacto con las cámaras y con los funerarios “para ir tomando medidas y las acciones preventivas”.

Aunque le preocupa el aumento de contagios en ciudades como Caracas, consideró que la situación en Venezuela ha sido “manejable” y “se ha podido controlar cada uno de los decesos por coronavirus”.

Según datos de la Comisión Presidencial del COVID-19, Venezuela registraba hasta este jueves 30 de julio 158 personas fallecidas tras contraer el virus SARS-CoV-2.

A finales de marzo, Canadefu informó que por órdenes de la administración de Nicolás Maduro todos los muertos por COVID-19 serían cremados obligatoriamente.

Solo habría excepciones en los estados donde no se cuente con crematorios, previa autorización del Gobierno.

Según Urribarri, el gremio cuenta con toda la indumentaria de seguridad para sus empleados y se están realizando las jornadas de desinfección. También se mantiene una normativa para evitar aglomeraciones en funerarias y cementerios.

Actos fúnebres

Datos de la Cámara de Empresas Funerarias reflejan que un servicio funerario cuesta entre 100 y 250 dólares. Las parcelas en un cementerio privado rondan entre 200 y 1.000 dólares, dependiendo de la ubicación.

En el país hay un total de 340 camposantos, 285 públicos y 55 privados.

Una cremación oscila entre 116 y 240 dólares.

El presidente de la organización destacó que, sin embargo, la mayoría de los actos fúnebres de los venezolanos que murieron por COVID-19 fueron costeados por el Estado y donaciones del sector privado.

“Si son pobres de solemnidad (de muy escasos recursos) normalmente lo cubrimos nosotros conjuntamente con el Estado”, dijo.

Urribarri recordó para realizar un inhumación o cremación se debe tramitar un permiso ante el Registro Civil. Este trámite, usualmente es realizado a través de las funerarias.

Dijo que no están permitidos los entierros en otro lugar que no sean los camposantos, ya que estos actos pueden traer riesgos de contaminación y violan las normas sanitarias.

El representante del gremio insistió en que si los ciudadanos no tienen cómo pagar un sepelio o cremación, las alcaldías y gobernaciones suelen manejar un presupuesto para apoyar en esas circunstancias.

Foto: Referencial – Santi Donaire

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