A pocos días de que comience marzo, mes en el que la administración de Nicolás Maduro prevé retomar las clases presenciales en Venezuela, niños, niñas y adolescentes manifiestan posiciones encontradas sobre esta decisión.
A algunos les entusiasma la idea de volver a compartir el espacio del colegio con sus compañeros. Sin embargo, otros aún sienten temor del coronavirus que, hasta el 24 de febrero, acumula en el país 136.986 casos confirmados y 1.325 decesos a causa del COVID-19.
Efecto Cocuyo conversó con cinco chamos que cursan distintos niveles de primaria y bachillerato. Esto fue lo que nos dijeron:
Santiago, de nueve años de edad, está de acuerdo con volver a las aulas. Lo siente como una oportunidad “para ver a mis amigos y jugar con ellos”.
El estudiante de tercer grado dice que no le da miedo el coronavirus y tiene claro que, para protegerse, tiene que usar el tapabocas. También cree que el colegio debe limpiar sus espacios.
“Es algo necesario tanto para los alumnos como para la institución y los docentes, ya que la cuarentena nos ha mantenido al margen de la socialización. Así que es necesario para ir acostumbrándonos y volver a la rutina de siempre”, opina Sophia de 12 años.
La adolescente, que cursa sexto grado, afirma “estar en la casa nunca es lo mismo”. Extraña a sus compañeros, su salón y el ajetreo diario.
Plantea que ante esta reincorporación a los planteles todos los miembros de la comunidad educativa deben aplicar las medidas de prevención que se han difundido desde inicios de la pandemia: “y pues la escuela debe tomar un poco más estricto lo de las normas ya que, aunque fuéramos en grupos pequeños y todos separados, debemos mantenernos al cuidado”.
Ana Valentina, de 12 años de edad, expresa que no le gustaría regresar a clases presenciales: “tengo miedo de contagiarme de coronavirus y no he visto que hayan llegado las vacunas para estudiantes y maestros”.
Si empiezan las clases, la alumna de primer año de educación media señala que los colegios deberían instalar mecanismos de desinfección y cumplir las normas de bioseguridad. “Yo me cuido utilizando el tapabocas, lavándome las manos”, dice.
La estudiante de segundo año de bachillerato, Anabella, confiesa que tiene dudas sobre el retorno a clases presenciales, porque considera que las escuelas no cuentan con todas las condiciones necesarias para atender a los alumnos sin que estén tan expuestos al virus.
Se pregunta por qué hubo una suspensión de clases cuando al inicio de la cuarentena no se registraban tantos contagios, “y ahorita que hay más casos ¿nos van a volver a mandar al colegio? Es un poco ilógico”.
“Creo que no es totalmente necesario volver presencialmente, sino ir lo que resta del año una vez a la semana, un grupo de niños, de 20 niños y con su debida distancia”, expresa la adolescente de 13 años de edad.
Describe que cada alumno debería llevar su mascarilla, guantes y gel antibacterial. Se imagina que en los colegios procedan a desinfectar a cada persona en la entrada y que los espacios se mantengan aireados, “porque es injusto ir a estudiar y que haya salones que no tengan tanta ventilación y no cuenten con aire y los estudiantes se estén ahogando, porque el tapabocas en sí da calor”.
Anabella también siente que se deberían aplicar pruebas para detectar el coronavirus a los estudiantes, “porque hay gente que es asintomática y no sabe realmente que tiene COVID entonces por esas personas nos vamos a contagiar nosotros porque ni ellos ni nosotros sabemos que hay COVID habitando en ellas”.
Para Brandon, quien cursa quinto año de bachillerato “el Gobierno en cuanto a la gestión de la pandemia ha sido bastante regular, por no decir mediocre”.
Por esto, el adolescente de 16 años tiene dudas sobre este llamado a reincorporarse a las aulas.
“No lo veo pertinente… las personas no están adoptando una cultura que les haga respetar adecuadamente las medidas de bioseguridad, además de que el gobierno no está concientizando adecuadamente sobre lo que significa la problemática del coronavirus”, manifiesta.
Agrega que en el caso particular del plantel donde estudia “los espacios en los que pueden estar los alumnos no son especialmente grandes”, y le preocupa cómo podrá garantizarse mantener el distanciamiento físico.
“Yo temo por la seguridad de mi familia y la mía, prefiero prevenir a contagiarme y pasar el mal rato de estar enfermo”, concluye.
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A pocos días de que comience marzo, mes en el que la administración de Nicolás Maduro prevé retomar las clases presenciales en Venezuela, niños, niñas y adolescentes manifiestan posiciones encontradas sobre esta decisión.
A algunos les entusiasma la idea de volver a compartir el espacio del colegio con sus compañeros. Sin embargo, otros aún sienten temor del coronavirus que, hasta el 24 de febrero, acumula en el país 136.986 casos confirmados y 1.325 decesos a causa del COVID-19.
Efecto Cocuyo conversó con cinco chamos que cursan distintos niveles de primaria y bachillerato. Esto fue lo que nos dijeron:
Santiago, de nueve años de edad, está de acuerdo con volver a las aulas. Lo siente como una oportunidad “para ver a mis amigos y jugar con ellos”.
El estudiante de tercer grado dice que no le da miedo el coronavirus y tiene claro que, para protegerse, tiene que usar el tapabocas. También cree que el colegio debe limpiar sus espacios.
“Es algo necesario tanto para los alumnos como para la institución y los docentes, ya que la cuarentena nos ha mantenido al margen de la socialización. Así que es necesario para ir acostumbrándonos y volver a la rutina de siempre”, opina Sophia de 12 años.
La adolescente, que cursa sexto grado, afirma “estar en la casa nunca es lo mismo”. Extraña a sus compañeros, su salón y el ajetreo diario.
Plantea que ante esta reincorporación a los planteles todos los miembros de la comunidad educativa deben aplicar las medidas de prevención que se han difundido desde inicios de la pandemia: “y pues la escuela debe tomar un poco más estricto lo de las normas ya que, aunque fuéramos en grupos pequeños y todos separados, debemos mantenernos al cuidado”.
Ana Valentina, de 12 años de edad, expresa que no le gustaría regresar a clases presenciales: “tengo miedo de contagiarme de coronavirus y no he visto que hayan llegado las vacunas para estudiantes y maestros”.
Si empiezan las clases, la alumna de primer año de educación media señala que los colegios deberían instalar mecanismos de desinfección y cumplir las normas de bioseguridad. “Yo me cuido utilizando el tapabocas, lavándome las manos”, dice.
La estudiante de segundo año de bachillerato, Anabella, confiesa que tiene dudas sobre el retorno a clases presenciales, porque considera que las escuelas no cuentan con todas las condiciones necesarias para atender a los alumnos sin que estén tan expuestos al virus.
Se pregunta por qué hubo una suspensión de clases cuando al inicio de la cuarentena no se registraban tantos contagios, “y ahorita que hay más casos ¿nos van a volver a mandar al colegio? Es un poco ilógico”.
“Creo que no es totalmente necesario volver presencialmente, sino ir lo que resta del año una vez a la semana, un grupo de niños, de 20 niños y con su debida distancia”, expresa la adolescente de 13 años de edad.
Describe que cada alumno debería llevar su mascarilla, guantes y gel antibacterial. Se imagina que en los colegios procedan a desinfectar a cada persona en la entrada y que los espacios se mantengan aireados, “porque es injusto ir a estudiar y que haya salones que no tengan tanta ventilación y no cuenten con aire y los estudiantes se estén ahogando, porque el tapabocas en sí da calor”.
Anabella también siente que se deberían aplicar pruebas para detectar el coronavirus a los estudiantes, “porque hay gente que es asintomática y no sabe realmente que tiene COVID entonces por esas personas nos vamos a contagiar nosotros porque ni ellos ni nosotros sabemos que hay COVID habitando en ellas”.
Para Brandon, quien cursa quinto año de bachillerato “el Gobierno en cuanto a la gestión de la pandemia ha sido bastante regular, por no decir mediocre”.
Por esto, el adolescente de 16 años tiene dudas sobre este llamado a reincorporarse a las aulas.
“No lo veo pertinente… las personas no están adoptando una cultura que les haga respetar adecuadamente las medidas de bioseguridad, además de que el gobierno no está concientizando adecuadamente sobre lo que significa la problemática del coronavirus”, manifiesta.
Agrega que en el caso particular del plantel donde estudia “los espacios en los que pueden estar los alumnos no son especialmente grandes”, y le preocupa cómo podrá garantizarse mantener el distanciamiento físico.
“Yo temo por la seguridad de mi familia y la mía, prefiero prevenir a contagiarme y pasar el mal rato de estar enfermo”, concluye.