“Llueve fuerte”, son dos de las palabras que más se repitieron en los mensajes en Caracas durante esta semana y no se trata solo de una sensación. Las mediciones de la Estación Hidrometeorológica de la Universidad Central de Venezuela (UCV) confirmaron que las lluvias duplicaron sus niveles históricos en Caracas durante abril pasado y esto apenas es el inicio de la temporada del fenómeno de La Niña en el país.
“Ha llovido el doble de lo normal en abril. Las lluvias han sido muy constantes este mes y eso trae consecuencias. El suelo se humedece mucho y comienzan los derrumbes por la alta carga de humedad” explicó Valdemar Andrade, ingeniero y responsable del análisis en la Estación Hidrometereológica de la UCV, en entrevista para Efecto Cocuyo.
Al cierre de abril se acumularon 106,3 milímetros de agua, según las mediciones de la estación de investigación ucevista. Esto supone el doble del promedio histórico del mes que suele ser de 51,5 milímetros.
El desplome de un techo y de varias viviendas en los Flores de Catia, los derrumbes en La Yaguara y las lagunas vistas en varias partes de la autopista Francisco Fajardo son parte de las consecuencias de estas lluvias. Puede decirse que son el rostro visible de esos más de 106 litros de agua por cada metro cuadrado que descargaron las lluvias dentro de Caracas en abril pasado.
¿Cuáles son las causas de estas lluvias?
Lluvias y más lluvias fueron el pronóstico meteorológico y de todos quienes despertaban y solo veían un cielo gris oscuro en Caracas durante las dos semanas más recientes. Aunque solo los expertos entendieron las tres causas que impulsaron estas descargas de agua.
“Sí, te puedo decir que el fenómeno de La Niña estuvo presente. Pero también se conjugaron una baja presión en el norte de Colombia y la Zona de Convergencia Intertropical habitual para esta fecha. Esas tres cosas impulsaron las lluvias” apuntó Andrade.
La baja presión atmosférica en el país vecino es parte de lo que explica que las lluvias fueron más intensas en los estados Zulia, Táchira, Mérida y también en los llanos venezolanos hacia Apure y Barinas durante los 15 días pasados. Sin embargo, eso apenas parece una pequeña parte de las lluvias por venir.
La Niña en Venezuela
Cuando la administración de Nicolás Maduró activó el martes pasado el “Fondo especial para la atención de las emergencias por las lluvias” nombró solo a una de las causas de las precipitaciones que se espera que caigan durante mayo y junio próximo: el fenómeno de La Niña.
“Estamos atentos a este tema de las lluvias que llegaron con mucha fuerza. Abril entra con período de lluvias, enfrentando el fenómeno de La Niña, por eso es importante que el pueblo esté bien informado” aseguró el presidente Maduro en su transmisión televisiva.
La Niña es una manifestación climática que se traduce en un incremento de las lluvias en Suramérica, en especial entre junio y agosto. Se trata de un fenómeno que se repite cada cinco o siete años y que se produce por un aumento de la temperatura superficial del Océano Pacífico.
El Centro Internacional de Investigación sobre “El Fenómeno El Niño Oscilación del Sur” (Ciifen) apuntó que La Niña tiene una probabilidad de 64 % de extenderse hasta junio de 2022. Mientras que la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (Noaa, por sus siglas en inglés) publicó que la probabilidad es de 59 %, para que el impacto del fenómeno La Niña pueda llegar hasta finales de agosto 2022.
Estos dos pronósticos difieren en la fecha, pero ambos pueden leerse como una advertencia de la intensidad de las lluvias que enfrentarán todas las regiones venezolanas en los próximos meses.
“El efecto de La Niña se sintió en el país en el año 2010, cuando las lluvias fueron importantes y anegaron buena parte del centro norte del país. Se decretó la emergencia de lluvia y en el año 2014 también hubo lluvias por encima del promedio” recordó el geógrafo Antonio Di Lisio para Efecto Cocuyo.
La Estación Hidrometeorológica de la UCV reportó, por ejemplo, un total de 1.655 milímetros de agua en Caracas al cierre del año 2010. Al punto que se trata de la medición máxima histórica de esta estación de investigación y ocurrió bajo el efecto de La Niña, como pasó también con la vaguada que originó la tragedia de Vargas en diciembre de 1999.
El momento parece propicio, entonces, para que las autoridades en Caracas y en otras ciudades como La Guaira, Maracay, Valencia e incluso en el occidente intensifiquen la limpieza de las quebradas, se monitoreen las zonas boscosas y se elimine cualquier obstrucción física que pueda crear una represa natural de agua y, no menos importante, se pongan operativas más estaciones hidrometeorológicas por todo el país para medir con eficiencia los niveles de las precipitaciones en los próximos días.
Foto principal: Mairet Chourio