Por orden de una jueza, el Estado de Trinidad y Tobago no podrá deportar al grupo de migrantes venezolanos (que incluye 16 niños) expulsados el pasado 22 de noviembre y que regresaron a la isla dos días después. Esto, a la espera del resultado definitivo del caso en la corte.

Los niños y adultos, que permanecían en custodia en la comisaría policial de Erin, serán trasladados este jueves 26 de noviembre a unas instalaciones en el helipuerto de Chaguaramas para cumplir una cuarentena de 14 días, como prevención por el COVID-19.

Así lo decidió el juez Avason Quinlan-Williams, del Tribunal Superior, al término de una audiencia de emergencia este miércoles 25 de noviembre a las 10:00 pm.

Estatus por definir

“Cuando se complete el período de cuarentena, se requerirá que el grupo permanezca en el lugar hasta que el tribunal tome una determinación sobre su estado en este país”, reseñó el diario local Trinidad Express.

Dos de los niños (un bebé de cuatro meses y su hermana), junto con su madre, podrán quedarse con su padre quien reside legalmente en Marabella, después de la cuarentena, según reseñó el medio.

“El abogado encargado de la defensa fue Gerald Ramdeen, en conjunto con las autoridades de la oficina de Acnur en Trinidad y Tobago, ha trabajado arduamente para conseguir el estatus de refugiados para los niños y sus familiares. Esto aún está en proceso”, publicó en Twitter el periodista Francisco Marín.

La defensa de los migrantes también está integrada por los abogados Umesh Maharaj, Dayadai Harripaul y Nafeeza Mohammed.

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