Inauguran mural en La Dolorita en honor a Cristian Charris y contra ejecuciones extrajudiciales
A Cristian Charris Arroyo lo asesinaron en septiembre de 2018 funcionarios de las Faes que aún no han sido condenados Credit: Provea

Un mural en honor a Cristian Charris, joven de 25 años asesinado en 2018 por funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) de la PNB, se inauguró este domingo 16 de julio en La Dolorita, barrio de Petare donde residía.

Esta iniciativa de las organizaciones Madres Poderosas y Andartes sirve para recordar el caso de Charris, a quien le dispararon cuando regresaba a su vivienda después de celebrar su cumpleaños número 26 en septiembre de 2018.

Madres Poderosas contra ejecuciones

Su mamá Carmen Arroyo, de acuerdo con la ONG Provea, es una de las fundadores de Madres Poderosas, que agrupa a mujeres que han perdido a sus hijos a manos de los cuerpos de seguridad.

«Los funcionarios que dispararon están identificados, pero tras 4 años siguen en libertad, a pesar de haber asesinado a otro inocente», dijo la progenitora de Cristian Charris, el único hijo de la familia Charris Arroyo, al Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea).

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En entrevista con esta organización defensora de derechos humanos contó que el objetivo de Madres Poderosas es el de visibilizar los casos de ejecuciones extrajudiciales.

«La idea Madres Poderosas es poder visibilizar nuestros casos y llevar un mensaje a estos jóvenes que viven en las barriadas populares de Venezuela y que tienen riesgo de convertirse en víctimas de ejecuciones extrajudiciales, y aconsejarles que se cuiden».

Cristian Alfredo Charris Arroyo cumplió 26 años el domingo 23 de septiembre. Deynuby Hernández, su pareja, cuenta que desde temprano se fue de fiesta con sus amigos. Cerca de las 5:30 de la madrugada del lunes lo dejaron en la entrada de las escaleras que llevan a casa de su suegra. Allí ella lo esperaba para irse juntos a dormir a su casa en el sector La Lira.

Todo quedó en planes, Cristian no logró subir ni la mitad de escaleras para llegar a la casa. Lo sorprendieron funcionarios de la Faes. Aunque el joven estaba en estado de ebriedad, y con una botella en la mano, pidió que no lo mataran, relató su esposa.

Su familia espera, después de cuatro años, que condenen a los responsables de su homicidio. Foto: Provea
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