Cerca de 400 estudiantes que habitaban en las residencias Livia Gouverneur debieron salir “forzosamente” de esas instalaciones, este martes 21 de julio por orden de la Alcaldía del Municipio Libertador.
La razón principal de este desalojo, rechazado por los propios estudiantes, fue que esa residencia estudiantil será habilitada para el albergue de pacientes sospechosos de haber contraído COVID-19.

Aunque César Trómpiz, ministro de Educación Superior del gobierno de Nicolás Maduro, dijo que se les ha garantizado el “sano retorno a sus hogares y al retornar las clases su readmisión para proseguir estudios”, muchos de estos universitarios calificaron de arbitraria la decisión y algunos expresaron que desconocían cómo o a dónde iban a ser trasladados.
Algunos estudiantes manifestaron tener miedo de que se alteraran pruebas de COVID-19 y se dijese que dieron positivo y así decir que hay un foco de contagio en las residencias.
A través de las redes sociales, jóvenes y colectivos identificados con el chavismo mostraron su inconformidad con lo sucedido, pues consideran que hay otros espacios que pudieran ser utilizados para recibir a los pacientes con coronavirus.

Incluso, personeros del chavismo como la constituyente y dirigente juvenil del Psuv Rodbexa Poleo se acercó al sitio para tratar de mediar entre jóvenes y autoridades, aunque algunas palabras suyas fueron tomadas como amenazas.
Según explicaron estudiantes a Efecto Cocuyo, Rodbexa tuvo una reunión con los estudiantes que viven en el lugar y les dijo que este martes sería el desalojo “sí o sí”. Además, amenazó con que si no colaboran con el desalojo podrían calificar de “bioterroristas” a los estudiantes.

Lo cierto fue que hasta el final de la tarde pocos se marcharon felices y algunos manifestaron que se estaba “matando el legado de Hugo Chávez”.
En la noche, en redes sociales miembros de la juventud psuvista posicionaron en Twitter la etiqueta #NoAlDesalojoEstudiantil para manifestar el descontento.

Pancartas de protesta fueron quitadas por obreros de la Alcaldía, bajo la miranda indiferente de las fuerzas de seguridad armadas que presenciaron el desalojo.

Muchos jóvenes permanecían en los cuartos otorgados desde 2013 , cuando se expropió el antiguo y emblemático edificio Los Andes, ubicado a un extremo del caraqueño bulevar de Sabana Grande, una antigua estructura de 13 niveles, construido entre 1945 y 1949 por el arquitecto Manuel Salazar Domínguez para uso residencial.
Actualmente, la residencia estudiantil Livia Gouverneur, denominada así en homenaje a una líder guerrillera de los 60, compartía uso para albergue de estudiantes universitarios, en su mayoría partidarios del gobierno, y recientemente se estaban instalando negocios comerciales como unas conocidas franquicias de café, helados en paleta y golfeados.


Con información de Iván E. Reyes