Sin gas para cocinar. En el rosario de calamidades de los tachirenses está la escasez de gas doméstico, razón por la que lugareños de diferentes comunidades de la región se mantienen en protesta desde hace una semana para exigir la venta de gas doméstico. Algunos sectores, incluso, tienen más de un año sin contar con el servicio que presta la empresa encargada de la distribución.
La opción de las cocinas eléctricas no es viable en esta entidad andina debido a los constantes apagones, lo que ha obligado a muchos tachirenses a retroceder a más de la mitad del siglo pasado y preparar los alimentos con leña.
Vecinos de Barrio Obrero, Pirineos, el barrio Lourdes y sectores de la avenida Marginal del Torbes en San Cristóbal están en las calles en protestas, con cierre de vías y quema de cauchos. En estas manifestaciones en un sector del barrio El Río secuestraron un camión de Pdvsa gas y levantaron las rejillas de las alcantarillas para exigir la venta de las bombonas.
En Pirineos protestan diariamente para ser escuchados por los encargados de la distribución del gas. Son unas 3.500 familias que desde el mes de octubre del años pasado no cuentan con el servicio.
Minerva Guaramato es una de las afectadas. Este lunes, 18 de mayo, con una bandera de Venezuela en sus manos, protestó en la avenida principal de Pirineos. “El Estado debe garantizar, la salud, los medicamentos, el gas, el agua, pero nos falla la electricidad, no tenemos cómo cocinar. Aquí la mayoría, al menos 50% son personas adultas mayores”, dijo.
Guaramato manifestó su descontento porque a esta comunidad no llegan las jornadas de gas y rechazó que tengan que mendigar el servicio del gas. “Hasta cuándo, señores, vamos a permitir que nos sigan abusando, salgan a las calles y protesten porque eso es un derecho de nosotros”, exclamó.
Pagar leña en pesos en Táchira
En el lugar se encontraba Rómulo Vivas, un señor de 76 años de edad que debe preparar los alimentos con leña. Vive con su esposa y dos hijos y su único medio de ingreso es la pensión que recibe tras trabajar más de 40 años para el Ministerio de Salud.
Debe pagar la leña en pesos colombianos, pero la pensión no le alcanza para adquirirla siempre. Aunque en su casa hay una cocina eléctrica, muchas veces no pueden preparar los alimentos porque no tienen electricidad. Deben pasar el día comiendo pan con mantequilla y tomando agua.
“Este gobierno nos la montó y nos está destruyendo, manda un protector del pueblo, pero nuestro único protector es el santo Cristo de La Grita que nos hace los milagros”, dijo al referirse a la figura de Freddy Bernal.
Recordó que al llover no pueden preparar los alimentos porque la leña se moja; además cuando logran hacerlos tardan unas tres horas preparando un arroz, una sopa y unas verduras. “Hay que tener paciencia y también tenemos el problema del humo que nos afecta”.
Elsy Guerrero, habitante del barrio Lourdes, denunció que desde hace 13 meses no les llevan gas al sector.
Todo el barrio está afectado, hay niños, adultos mayores, gente con discapacidad y nunca los toman en cuenta. Hizo un llamado a la encargada del gas comunal a quien le envían las solicitudes, pero no los atiende y no les da repuesta, “que se ponga la mano en el corazón porque estamos en una epidemia y no tenemos gas, luz, ni agua”, dijo.
Los enfermos están muy afectados
Roberto Parra, habitante de Barrio Obrero, tampoco tiene gas. Recientemente a su mamá le amputaron las dos piernas y la falta de gas complica más la situación en su vivienda.
“Todos los problemas se nos vinieron encima, el problema de la luz, el agua, los problemas del agua son graves; cuando se va la luz se va el agua por dos o tres días. S on 12,16 y hasta 18 horas al día sin luz, y lo del gas es más grave todavía”.
A su mamá la deben trasladar para hacerse la diálisis y no tienen gasolina. En algunas oportunidades tampoco tienen como prepararle los alimentos ni a sus hijos ni a su mamá, por lo que exigió que le vendan el producto para estar más tranquilo.
En el sector Cueva del Oso, en la parte alta de San Cristóbal, vive Rita Guerrero, una mujer de 72 años que se quedó cuidando la casa de una amiga que ya no está en el país. A Rita le ha tocado cocinar con leña, pero el olor del humo la enfermó de los pulmones, según contó Elsa Álvarez, una vecina que la ayuda.
Álvarez mantiene una campaña para que le donen una cocina eléctrica a su vecina y amiga, pero también está pidiendo alimentos porque asegura que la señora Rita ya no tienen que comer.
“Yo le llevé arroz, aliños y un poquito de verduras”, indicó; al mismo tiempo que aseguró que entre los vecinos le han dado medicamentos porque ha tenido algunos mareos, tal vez porque no tiene alimentos, ni cómo prepararlos.

Personas con discapacidad
Neida Devia es miembro de la asociación de personas especiales y con discapacidad. Devia, que se encuentra en silla de ruedas, pidió a las autoridades de Gas Comunal que les garanticen el servicio, pues desde el mes de diciembre no han recibido ni un solo cilindro de gas.
“Desde octubre estamos pidiendo gas y por lo menos en mi casa cuando se acabó el gas comenzamos a cocinar con la eléctrica y también se nos quemó por los apagones; mi padre también es una persona con discapacidad y llevamos dos meses cocinando a leña y ya no podemos más, porque la leña nos está enfermando”, manifestó.
Rechazan a las Faes
Los tachirenses rechazaron que las Faes estén vinculadas con la distribución de gas doméstico, tal y como anunció recientemente Freddy Bernal, delegado de Nicolás Maduro en Táchira, quien aseguró que desde el pasado viernes se hizo la toma de las 4 plantas de distribución de gas del estado en coordinación con las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes), para “combatir las mafias que están dentro de la empresa”.
El dirigente de Acción Democrática en la entidad, Juan Carlos Palencia, quien también aseguró estar afectado con la situación, dijo que esa nueva decisión adoptada por Bernal aumentará la corrupción y la “matraca”. Considera que la medida es un asalto a la empresa de gas. “Pusieron zamuros a cuidar carne”, expresó el militante del partido blanco.
Para Yetxi Suárez, habitante de Pirineos, esa medida es “una cortina de humo” porque sabe que las personas que han colocado a dedo en cualquiera de las entidades, tanto como Gema, como Gas Táchira ha sido para tapar su “marramucia y para seguir robando al pueblo”.
Suarez invitó a Bernal y a los encargados del gas en Táchira a que se apersonen a las comunidades para que conozcan directamente las denuncias, “porque las personas que tienen designadas a dedo en cada comunidad no nos permiten hablar”, recibimos amenazas y ya estamos cansados”.