"¿Vale la pena seguir viviendo en este bacanal surrealista donde cuatro maleantes destruyen las potencialidades y el buen porvenir de un país?".

El 9 de agosto, los medios y redes sociales registraron la noticia de que tres jóvenes murieron en la autopista Francisco Fajardo, a la altura de Plaza Venezuela. La explosión de una granada dentro del vehículo causó la muerte de tres jóvenes de 21, 24 y 25 años de edad. El mayor era el arquitecto Gian Franco Cesa Perreca; los menores, sus secuestradores Jean Carlos Rodríguez Álvarez, de 21, y Heiker Ramírez, de 24.

Gian tenía trazada la meta de ser uno más de los 1.800.000 venezolanos que se han ido del país desde 2003 y parte del 72% que agarra sus maletas por culpa de la inseguridad, según estudio que realiza el especialista en temas migratorios Iván de la Vega, profesor de la Universidad Simón Bolívar.

El pasaje de Gian con fecha de salida del 16 de agosto de 2016 quedó sin usarse y hoy su fallecimiento es parte de otras estadísticas: el 2% de los secuestrados que muere en cautiverio o sufre lesiones graves, de acuerdo con datos que maneja el criminólogo Fermín Mármol García, y de los casi 4.000 ingresos en la morgue de Bello Monte de Caracas en lo que va de año, según cálculo de los periodistas de sucesos, ya que no hay cifras oficiales.

Los secuestradores de Gian estaban armados como para ir al campo de batalla. La Policía Nacional Bolivariana (PNB) fue la primera en llegar al sitio. Los funcionarios hallaron dentro del carro un cargador de fusil AR15 con sus balas completas, una pistola Beretta 92FS con un cargador y la espoleta de la granada. Presumen que hubo una mala manipulación del artefacto explosivo.

Una novia, una familia, unos amigos tienen dos semanas con la vida “patas arriba”, mientras que las páginas de sucesos siguen llenándose de casos de homicidios, secuestros, robos y extorsiones. Todos se preguntan: “¿qué hacían esos muchachos de 21 y 24 años con una granada en sus manos?”.

Novia 1
Mercedes 1

La persona que emitió los mensajes en su cuenta personal de Twitter fue su novia. Una joven que tenía siete años de relación con Giany que pronto se convertiría en parte de la familia Cesa, pues este año se comprometieron. Para este trabajo, ella fue contactada, pero no quiso involucrarse por respeto a los padres de la víctima.

Un joven ejemplar

Gian Franco era el único varón de tres hermanos. Nació en Cleveland, Estados Unidos; pero su familia se mudó a Venezuela y él pasó su niñez y adolescencia en el estado Carabobo. En el 2012, aproximadamente, su madre y hermanas regresaron a su ciudad de origen; pero él decidió culminar su carrera antes de marcharse del país. Su padre se quedó para acompañarlo, pero viajaba constantemente a Norteamérica.

Graduación Gianfranco Cesa USB

Gian se graduó este año en la Universidad Simón Bolívar, una de las más exigentes del país. Era arquitecto de la República. Entre sus últimos diseños estaba el proyecto para construir un espacio de recreación en la urbanización Vizcaya de Caracas y los planos para una nueva estación de policía que pensó para la Policía de Chacao. Así lo reflejó en su portafolio profesional, que colgó en internet.

Además de buen estudiante y profesional responsable, Gian tenía afinidad por el café por lo que se convirtió en barista. “Se compró varias herramientas para el oficio. Practicaba en la casa y compartía con nosotros. Eso nos unía, el gusto por el café. Siempre buscábamos nuevas formas de prepararlo y lo mismo con la comida”, comentó Héctor (nombre ficticio), amigo desde 2008 de la víctima y quien vivió con él durante siete años.

Aunque el plan de Gian desde 2014 era irse del país,  todavía tenía esperanza de poder ejercer su profesión en su terruño. Según los amigos consultados, el joven lamentaba que cada día las opciones de crecer y profesionalizarse parecieran cerrarse, por lo que en marzo de este año se fijó la meta de irse en agosto.

“El viernes antes de su muerte, estábamos reunidos en su casa. Uno de los invitados decía que el que se iba del país era un cobarde; pero Gian, que no tenía problemas para decir lo que pensaba, respondió que no juzgara. Que no es que uno se quiera ir de Venezuela, sino que el país te da una patada por el culo para que te vayas”, relató Héctor

Novia 2

El último día

Gian Franco vivía en Colinas de Tamanaco, una urbanización del municipio Baruta de Miranda, junto a seis amigos a quien conocía de una residencia estudiantil ubicada en El Cafetal a la cual llegó primero cuando vino a estudiar a la Universidad Simón Bolívar (USB).

Su amigo Francisco (nombre ficticio) vivió con él en ambos lugares. Los dos llegaron a la ciudad en 2008 procedentes de Valencia, estado Carabobo. El lunes 8 de agosto, los dos jóvenes compartieron en la vivienda desde las 11:00 am hasta las 4:00 pm, cuando cada uno se encerró en su habitación. Dos horas después, Francisco asegura haber escuchado que su amigo salió de la casa.

“Me dijo que había aplicado a un trabajo en Estados Unidos y que estaba nervioso. Realmente quería que lo aceptaran y por eso llamaría a la empresa apenas estuviese allá. Me contó que quería demostrar que podía trabajar duro, ganar dinero para mantener a su novia. Él quería tramitarle la visa este mismo año”, recordó Francisco de esas últimas horas.

Gian Franco salió de la casa para reunirse con su exjefa en la empresa Grupo O+B, donde fue pasante en 2015 y quedó fijo hasta junio de 2016, cuando renunció. “Ella era como una guía profesional para él. Ese día le dio consejos para su carrera en Estados Unidos. También aprovechó para recoger unos documentos de un pariente a quien le tramitaban la nacionalidad”, dijo Francisco a Efecto Cocuyo. Estuvieron en un restaurante de comida china en Los Palos Grandes, municipio Chacao.

A las 11:00 de la noche, la prometida de Gian le avisó a sus amigos que un funcionario de la Policía de Chacao contestó el celular del joven. Ella, escuchó en el auricular que un Yaris negro fue localizado en el municipio, sin su dueño. Las alarmas se encendieron. Esas eran las características del carro de Gian.

La desinformación y la espera marcaron las siguientes horas. Al llegar al sitio donde se encontraba el vehículo, los polichacao no quisieron decir nada. La PNB no llegaba, aunque los primeros funcionarios aseguraron que este cuerpo tenía un procedimiento de secuestro en curso. Los efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalística (Cicpc) se presentaron en Chacao, pero solo ordenaron que los acompañaran a la sede de la avenida Urdaneta.

“Ya sabíamos que lo habían secuestrado. Yo pensaba que como Gian era astuto e inteligente podía salir de eso rápido. Iban a pedir dinero, sí. Pero pensaba que esto iba a ser un susto y ya. Que lo iban a liberar por ahí y ya. El domingo él estaría fuera del país”, mencionó el amigo de la víctima.

Fue a las 2:00 am cuando la muerte de Gian fue un hecho. “El Cicpc ya lo sabía y no nos dijeron nada. No entiendo cómo pasó esto si él no estaba haciendo nada malo y tampoco eran altas horas de la noche ni un lugar peligroso. Bueno, el error de él fue estar acá”, sentenció el joven que por temor a convertirse en víctima pidió a Efecto Cocuyo que resguardara su nombre.

Respuesta escapista

La tragedia afectó a todos sus seres queridos. Algunos también piensan en irse del país, mientras más pronto mejor. Héctor, Francisco, César y Martha ya no salen de noche (todos nombres ficticios, por petición de los entrevistados).

El primero, quien conoció a Gian desde 2008 y compartió siete años un hogar con él, canceló sus compromisos de negocio que pasaran las 7:00 pm; Francisco, quien compartía vivienda con la víctima, solo sale en las mañana para tramitar su huida; César, que solo compartió dos años en la residencia de El Cafetal con el fallecido, vive entre la casa y el trabajo, sin salir en horario nocturno.

“Yo entrenaba en las noches y no he querido ir más porque salía casi a las 9:00 pm. No quiero regresarme sola a la casa a esa hora”, aseguró Martha, quien conoció a Gian a través de un amigo en común. “Aunque no era la persona más allegada a Gian. Creo que, por como pasó todo, queda un miedo a seguir en el país. Lo primero que escuchaba de sus amigos más cercanos era: ‘ya no queda nada, hay que irse de aquí’”, dijo.

Gian Franco Cesa

“Después de la muerte de Gian, me voy apenas tenga todos los papeles. Para mí irme de mi país significa evitar que me maten. Para mí Venezuela murió y mata a todo el mundo en su camino”, sentenció Héctor, ingeniero de 28 años de edad y uno de los mejores amigos de Gian Franco. Agregó que lamenta haber perdido la fuerza para luchar por el país: “Quería echarle bolas a Venezuela, pero sin vida no tienes nada”, asegura.

Ninguno de los entrevistados pidió justicia. En sus palabras un dejo de resignación a que la impunidad arrope a su amigo se deja colar entre la indignación de saber que ya la opinión pública no lo recuerda. Solo sus seres queridos.

Momento oscuro del país

“Hay una necesidad de huir de esta realidad por eso la impunidad es lo más dañino, porque este tipo de situaciones no se pueden naturalizar, deben ser castigadas y prevenidas. Pero no. Por eso la gente tiene que huir, piensa que no sabe cuándo le va a tocar. Es una necesidad de huir de una realidad que es impune”, explicó Marisol Ramírez, miembro de Psicólogos Sin Frontera.

Para la especialista de Psicólogos sin Frontera, Venezuela atraviesa un “momento oscuro” en el que la impunidad y la falta de políticas públicas de seguridad desalientan a los ciudadanos. “El secuestro de ese joven no es una situación  excepcional, es una amenaza constante. Vivimos las consecuencias de una guerra sin estar en ella, porque esto es una guerra emocional”, apuntó la especialista.

Explicó que ante el pánico que genera un encuentro con la violencia se debe buscar apoyo psicológico o confortarse con el otro: “Hay que entender que no somos los únicos que tenemos miedo. Si irse del país no es una posibilidad, tenemos que reunirnos con lo posible, en colectivo. Grupos de apoyo, por ejemplo, para conversar de esto, para llegar a casa juntos, para caminar hacia el Metro”.

De acuerdo con el criminólogo Fermín Mármol García, la tasa de secuestro en el país alcanzaría los 10 secuestros por cada 100.000 habitantes, por estimaciones que el especialista puede construir por datos extraoficiales. Esto significa que cuando 2016 termine, 3.000 venezolanos podrían haber sido secuestrados. “Esta cifra es muy conservadora, pero ya es un escándalo”, dijo Mármol García. 


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12 Comentarios

  1. Dios mío vamos a morir todos en este país en manos de Maburrooo y su combo que no hace nada por salvar nuestra patria,,, pero primero mantén a ese gran perroooo.

  2. Algunos no podemos irnos todavía , no me quitan el valor , me cuido pero no tengo miedo , me aplico

    la de Horacio Cocles :

    «¿Qué mejor manera de morir puede tener un hombre, que la de enfrentarse a su terrible destino, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?»

    Mis enemigos mis propios paisanos malandros. SH

  3. Tristemente de mi familia solo quedamos dos personas y ya llegue al punto en el que en mis planes esta irme mas temprano que tarde :'(

  4. Simplemente no podía darle el dolor a mi madre de irme a buscar en una morgue, simplemente no podía seguir perdiendo mi juventud en un país sin oportunidades, hostil, si!! lo único que hace Venezuela es darnos una patada por el culo diariamente, no tiene sentido luchar asi

  5. venezuela no te da una patada por el culo … mas bien sus gobernantes le han dado miles de patadas por ese culo a venezuela y a la poca gente que realmente vale la pena en este pais … y ojo eso incluye principalmente a los cabesillas del gobierno y de la parte de la oposicion … porque aqui ambos lados , pero mas del gobierno se han encargado de destruir este pais … unos porque tienen el poder y los otros que pelean por ese poder y se venden cada vez que le dan un cheque porque no piensan en el pais en su gente piensan es en ellos … en tener un una casota una camioneta del año y cuentas afuera asi piensan ellos GUERRA DE PODERES …. NO HA LLEGADO EL PRIMERO QUE PIENSE EN RESOLVER , EL PROBLEMA DE SALUD MEDICAMENTOS INSEGURIDAD COMIDA LUZ AGUA UNA VENEZUELA SIN HUECO … TODOS LOS VEZ MONTADISIMO Y VENEZUELA QUE SE CAIGA …y lo que le paso a este chamo es el pan de cada dia , estamos en manos de dios … y noticias como estas me dan tristesa … que es muy diferente a cuando veo una noticia y dicen q robaron o mataron a alguien que pertenece a cualquier policia o algo militar o del gobierno … porque para mi son una mierda …

  6. Pues no dije que el tuviera miedo (no le conocí), lamento su muerte .

    Muchos se acuestan temerosos todas las noches pero cuando los invitas a una resistencia real para salir de esto no quieren. el temor tiene a todo el mundo atrapado.

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