Dos funcionarios asesinados y tres heridos es el saldo que deja la lucha entre el hampa y la seguridad de Estado esta semana. Una lucha que se produce entre armas calibre 9 mm, adjudicadas a los cuerpos policiales, y fusiles de guerra que se filtran desde las manos militares hasta las delincuenciales.
El último que se registró ocurrió el 27 de enero a las 10:00 pm en el kilómetro 80 de la Autopista Regional del Centro (ARC) a la altura del peaje de La Victoria. Allí, delincuentes que se trasladaban en una camioneta Hilux color beige sorprendieron a una comisión de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Las balas de fusiles impactaron la camioneta también Hilux, pero blanca, en la que se encontraban dos funcionarios. Dejaron más de 40 impactos en la carrocería. Pero también esos proyectiles le quitaron la vida al oficial agregado Aleidy José Vivas Garzón y dejaron herido al oficial agregado José Ramón Aguiar Hermoso. A ambos les robaron su arma de reglamento.
El primero murió en el sitio, al segundo lo trasladaron en un vehículo particular a un hospital de Maracay, estado Aragua, donde se le encontró cuatro impactos de bala en el abdomen, pierna derecha, antebrazo y hombro derecho.


Ochos horas antes otro grupo de la PNB fue atacado por delincuentes, esta vez en la Cota 905 del Distrito Capital. La comisión investigaba un secuestro en curso y cuando se encontraba en el sector San Miguel las balas de delincuentes cayeron sobre los efectivos. El oficial Robert González fue herido con un tiro en el cuello y lo trasladaron a una clínica cercana.
El procedimiento siguió adelante y en un presunto enfrentamiento se dio de baja a tres integrantes de la banda de “El Coqui”, identificados como Geovanny Alfonzo Carrasquel, de 30 años de edad, y Emid Yair Sarmiento Crespo, de 18 años. El tercero no portaba documentos de identidad.
El lunes 25 de enero cuatro uniformados de la Policía de Miranda realizaban un patrullaje por el sector Guaremal de Los Teques y fueron sorprendidos por un grupo de al menos 10 hombres armados con FAL y AR15 quienes les dispararon, según se conoció a través de una fuente policial. El supervisor agregado Alexander Ramón Reyes Rodríguez, de 46 años de edad, murió, y el oficial agregado Carlos Alberto Longa Espino fue recluido minutos después en un centro asistencial con heridas de proyectiles de fusil.
En el primer mes del año se contabilizan extraoficialmente 12 homicidios de funcionarios de seguridad del Estado, solo en la Gran Caracas.