COVID-19 evidencia vulneración de los derechos de personas con discapacidad
Credit: Iván Ernesto Reyes

Desde que comenzó la cuarentena en el país, hace seis semanas, Áxel se vio forzado a suspender sus fisioterapias. Como persona con parálisis cerebral necesita mantenerse en movimiento y así, evitar el deterioro de su organismo. De lo contrario el joven sería aún más vulnerable frente al COVID-19, como algunas personas con discapacidad.

Su mamá, Liliana Lander, aunque sabe que no es una profesional, trata de hacer lo mejor posible desde la casa para ayudar a su hijo de 23 años de edad.

Continúa estimulándolo y busca opciones en YouTube de ejercicios para personas que están en silla de ruedas. Ha sido difícil en confinamiento, en especial porque mantiene a Áxel lejos de las clases de danza a las que asiste desde hace dos años, y de sus compañeros.

Si bien el solo hecho de ser de pertenecer a esta población no se traduce en un mayor riesgo de contraer el virus SARS-CoV-2, ciertas personas con discapacidades podrían correr mayor peligro de infección debido a sus afecciones subyacentes, explica el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).

Por esta razón, la información para prevenir el nuevo coronavirus es clave. “Yo le he explicado muy bien acerca de la pandemia, que hay que lavarse las manos… Él lo entendió, tanto que yo le digo: vamos a bajar a tomar sol y me responde no, no no. Pensará: yo no me quiero enfermar”, relató Lander a Efecto Cocuyo.

Información accesible

La madre se ha guiado por su instinto para transmitir lo que sabe sobre el COVID-19. No encontró ninguna guía dirigida a personas con la condición de su hijo, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) insisten en que “los Estados deben brindar información accesible, oportuna y clara sobre la enfermedad en general, su evolución, forma de prevención y tratamiento”.

Esto, precisa la Cidh, “para que estas personas puedan adoptar las medidas de prevención y tratamiento en igualdad de condiciones”.

Esa debilidad por parte del Estado venezolano también ha sido señalada por la Confederación de Sordos de Venezuela (Consorven).

La ONG señaló, por ejemplo, que en un monitoreo entre el 13 y el 19 de marzo tan solo 36% de las comunicaciones oficiales y 6% de los noticieros de canales nacionales contaron con intérprete de Lengua de Señas Venezolana (LSV)

Vulneración de derechos

La investigadora Baroska Bravo, de la Unidad de Políticas Públicas de la Universidad Simón Bolívar (USB), señaló que la pandemia del COVID-19 están dejando “al desnudo” las debilidades que ya existían para garantizar los derechos humanos de las personas con discapacidad en el país. Aún así, agregó, las dificultades que enfrenta esta población “no existen para la discusión pública”.

“Aunque pudiéramos hablar que la falta de servicios públicos es una vulneración de todos, donde todos somos una minoría en este caso, para las personas con discapacidad hay una vulneración mayor porque muchos no tienen ni siquiera la posibilidad de ir a buscar agua“, expuso.

Sobre el sistema de salud, Bravo indicó que una gran cantidad de profesionales especializados en atender a esta población se ha ido del país, lo que limita la atención oportuna y efectiva. Recordó, por ejemplo, que es poco el porcentaje de personas sordas oralizadas ( que puede comunicarse a través del habla) con el personal sanitario.

Agregó que en materia educativa ya era necesario fortalecer la educación especial, especialidad donde cada vez se gradúan menos docentes.

La Unicef aseguró que los Estados deben proporcionar apoyo a los actores de la educación para garantizar “que las plataformas de aprendizaje a distancia sean seguras y accesibles para los niños con discapacidades, que los maestros reciban capacitación para apoyar a los niños con discapacidades de forma remota; y que cualquier programa de educación especial se incluya en las medidas para garantizar la continuidad de la educación”.

Protección social

La Relatora Especial de los derechos de personas con discapacidad de la ONU, Catalina Devandas, exhortó a los Estados a tomar medidas adicionales de protección social para estas personas, que en algunos casos tienen imposibilidad de acatar el distanciamiento social porque requieren apoyo “para comer, vestirse o ducharse”.

Indicó que “es vital el acceso a apoyos económicos adicionales para reducir el riesgo de que estas personas y sus familias caigan en la pobreza o mayor vulnerabilidad”

En este sentido, Bravo comentó que si bien en Venezuela existen programas sociales que atienden con apoyos económicos y equipos a las personas con alguna discapacidad, se trata de sistemas discriminatorios porque se exige tener carnet de la patria a los beneficiarios, cuando solo bastaría con la certificación que emite el Conapdis.

Licencias y excepciones

La relatora consideró que las personas con discapacidad deben recibir licencias con goce de sueldo para garantizar la seguridad de sus ingresos”.

Detalló que parientes y cuidadores “también pueden necesitar estas medidas para poder brindarles el apoyo requerido durante la crisis”. Dijo que se requieren apoyos económicos adicionales “para reducir el riesgo de que estas personas y sus familias de caer en la pobreza o mayor vulnerabilidad”, explicó Devandas.

Luis Rojas, presidente del colectivo de personas con discapacidad Antonio Monsalve Sierra, dijo a Efecto Cocuyo que las autoridades del país deberían tener consideraciones con respecto a la movilización de esta población.

Puso como ejemplo aquellos compañeros en sillas de rueda que se trasladan en el Metro para mercados municipales que les quedan más lejos, pero donde consiguen productos más económicos. Opinó que también esta población también debería tener prioridad para surtir gasolina.

Solidaridad y apoyo comunitario

La educadora Rebeca Estefano, que tiene una discapacidad motora, agradeció contar en el apoyo de su familia para la adquisición de alimentos especialmente en esta coyuntura. Recordó que, en su caso, debe aplicar medidas de higiene a su prótesis para prevenir el COVID-19.

Recomendó que en estos tiempos debe privar la solidaridad de la comunidad, ya que tiene a muchos compañeros con alguna discapacidad que viven solos y tienen mayores dificultades para trasladarse a comprar comida o medicamentos. Cree que esta coyuntura es una nueva oportunidad para que la gente decida con sus acciones si apuesta a la inclusión o a la exclusión.

Periodista egresada de la UCV. Estudiante del posgrado de periodismo de investigación del grupo editorial Perfil y la Universidad del Salvador en Argentina.