Guarenas y Guatire. Más de 20 personas esperaban para viajar a Guarenas agrupados bajo la sombra que ofrecía una pared, para protegerse del sol vespertino, en las afueras del Parque del Este. Eran las 5:00 pm y Luciano Díaz tenía casi 40 minutos esperando el autobús.

“Lo mínimo que uno puede estar aquí es media hora. Eso cuando se está de suerte, porque suele ser una hora por lo general”, comentó Díaz. Mientras esperaba, releía el periódico que compró en la mañana, para distraerse. Lo dobló y de nuevo lo escondió entre su brazo.

“El transporte actualmente es sumamente pésimo y para viajar a Guatire es peor. Casi no hay unidades, las esperas son muy largas. Debemos hacer milagros para llegar a nuestras casas”, comentó.

Diariamente Díaz invierte al menos dos horas para ir y venir de la urbanización La Rosa, donde vive, a Caracas, ciudad donde trabaja. A este tiempo se le suma el que debe gastar cuando se transporta internamente en la capital.

“Es igual de crítico para venir de Caracas como para ir hasta allá. El problema es el mismo”, aseguró.

El costo del boleto también le afecta. Díaz criticó los reiterados aumentos de pasaje y aseguró que las tarifas no duran más de dos semanas “No hay ningún tipo de control; hacen lo que quieren con las tarifas”, dijo.

Llegó su unidad. El grupo de personas, a las que se habían sumado al menos cinco más, se despegó de la pared y caminó hasta el autobús, desde el cual ya el colector extendía su mano para recibir el pago.

Solo 10%

Alrededor de 2 mil unidades hacían la conexión entre Caracas y las ciudades de Guarenas y Guatire en el 2016, de las cuales sólo queda un 10% de la flota, según informaron transportistas de esta zona. Indicaron que a lo interno de estas ciudades el transporte está en iguales condiciones, aunque no especificaron cifras.

“Los vehículos en Guarenas y Guatire están paralizados porque no hay cauchos, aceite ni tampoco insumos. Estamos en estado crítico”, indicó Oscar Gutierrez, representante de los transportistas de Guarenas y Guatire.

No hay insumos. El costo del aceite es inalcanzable para los conductores. Alrededor de 15 mil bolívares soberanos (5 dólares) vale un litro de aceite de motor este 18 de febrero. Cada unidad demanda entre 16 litros y 19 litros, que significa entre 240 mil y 285 mil bolívares soberanos.

“No tenemos ninguna esperanza de mejora. Tenemos que cambiar de aceite cada 12 días, porque se evapora y de cauchos cada 4 meses. Por cauchos también tenemos parados muchos carros”, manifestó.

Las tarifas, además de insuficientes para los conductores, aseguraron que el gobierno las maneja como un tema político. A pesar de que mantienen conversaciones con distintos entes gubernamentales, siguen atravesando condiciones precarias para brindar el servicio.

“Nosotros nos hemos sentado con los ministros, para que hagan realidad nuestra situación. Pero ellos ven la tarifa como un punto político, más como una realidad para poder prestar el servicio y comprar insumos”, dijo Gutierrez. (https://nelsonjsalon.com)

Colas y colas

Luego de alrededor de 20 minutos había oscurecido un poco en la avenida Francisco de Miranda; el sol dio tregua a quienes se formaban en largas colas. En la acera frente al Parque del Este, donde se forman otras tantas filas  para viajar hasta Guarenas y Guatire, llevaba parado alrededor de 20 minutos Rodolfo Rincón.

“El sistema es cada vez más desastroso. La espera está en aumento y hasta parado hay que irse”, comentó con disgusto Rincón.  Él era un más del montón de personas que se perdía de la cuenta y se enredaba con otras colas.

Rincón reafirmó lo dicho por Díaz más temprano: Se espera normalmente una hora en estas colas para viajar a estas ciudades del estado Miranda. “Depende de los días, de cómo esté el Metro y la ciudad en general, pero suele ser ese tiempo”, dijo.

Se dirigía a Ciudad Casarapa, un trayecto de casi 40 kilómetros que lo separa de donde trabaja. Diariamente se debate en esperar esa hora o montarse en los llamados piratas, que por un precio mayor realizan el mismo recorrido. Además, Rincón critica la inestabilidad de tarifas. “Es una anarquía, cobran lo que quieran cobrar”, dijo.

Pocas opciones tienen quienes viajan en esta ruta. Después de aproximadamente las 6:30 de la tarde, prácticamente no hay más camionetas, según aseguraron usuarios. “La otro opción que tenemos son los taxis desde La California, pero son aún más costosos”.

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Fotos: Iván Reyes.

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