Eran las 9:00 de la mañana y en el Unicasa de la calle Caroní de Bello Monte la cola de personas para adquirir los productos de la cesta básica  era de una cuadra. Mientras las personas esperaba por su turno,  en la acera contraria José Luis Schmuck Hernández, de 68 años de edad, fue asesinado.

Vecinos del lugar indicaron que el hombre fue sorprendido por una pareja de motorizados cuando metía las bolsas de mercado en el maletero de su carro, marca Century color azul. Al parecer, intentaron despojarlo de un teléfono Samsung Galaxy 3; pero no esperaron que él se los entregara. Los habitantes suponen que Schmuck se puso nervioso y por eso le dispararon dos tiros. El celular quedó al lado de la víctima.

“Yo escuché los disparos y salí a ver qué había pasado. Me asomé en la puerta del edificio y vi que el carro tenía la tapa de atrás abierta. Busqué al señor José Luis y ya estaba tirado en el piso”, contó una de las vecinas de las residencias Sorrento, ubicadas a pocos metros del sitio del suceso y lugar donde habitaba la víctima desde hace seis años.

Una comerciante llamó a una ambulancia y el herido fue trasladado al hospital Miguel Pérez Carreño, donde falleció. Los atacantes se dieron a la fuga en una moto y se perdieron de vista.

Aunque sus vecinos lo calificaron como un hombre servicial y atento a su comunidad, no supieron especificar a qué se dedicaba el señor antes de su jubilación. Según la página del Instituto Venezolano del Seguro Social (IVSS), el hombre había cesado sus labores en la empresa Cambios Caracas C.A. en 2007 y actualmente recibía una pensión por vejez del Estado.

“Vivía solo, pero sus hijas venían con frecuencia. No sé cuántos hijos tenía él”, manifestó una de las habitantes del edificio Sorrento, que no quiso ser identificada.

Asaltos a compradores

La mujer que ofreció declaraciones a la prensa contó que los delincuentes atacan a los clientes del supermercado cuando se encuentran en la avenida Miguel Ángel, de Bello Monte. Buscan quitarles sus pertenencias y las bolsas de comida que tienen en las manos.

“La semana pasada a un amigo le quitaron las llaves del carro, teléfono y cartera cuando estaba en esa calle”, recordó la vecina. Dijo que los victimarios suelen trasladarse en motos.

Una comerciante de la zona indicó que los asaltos a los transeúntes han incrementado desde que el fenómeno de las colas por comida llegaron a los supermercados. Cree que la afluencia de personas llama la atención de los delincuentes, quienes ven más posibilidades para cometer los robos.

Foto: Vanessa Moreno Losada

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