El asesinato de funcionarios de seguridad no se detiene. Este domingo, las víctimas fueron tres efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en Santa Teresa del Tuy (Miranda). Reinaldo Meza Arellano, Pedro López González y Jessika Arias Ramírez fueron amordazados, amarrados y asesinados a tiros por antisociales que les quitaron sus armas de reglamento.
Los cuerpos sin vida de los tres militares, entre ellos una mujer, fueron encontrados dentro de un vehículo la madrugada de este 25 de octubre en el Sector San Vicente entre la Bombita y el Negro, Calle Venezuela, Via Pública, zona Boscosa, Municipio Independencia. Formaban parte del Comando Antidrogas de la GNB y al momento de ser sometidos y asesinados realizaban labores de inteligencia, según trascendió.
Información extraoficial da cuenta de que cuatro sujetos los amordazaron y los trasladaron en un Chevrolet Aveo color azul al sitio donde finalmente los asesinaron y posteriormente fueron encontrados.
Reinaldo Meza Arellano era Sargento Mayor de tercera, mientras que Jessika Arias Ramírez y Pedro López González eran sargentos primeros. Este último votaba en Puerto la Cruz, estado Anzóategui.
En lo que va de octubre, al menos, 16 funcionarios han perdido la vida en manos de la delincuencia, según los registros de la prensa nacional. La Fundación del Debido Proceso (Fundepro) ya había realizado para el 7 de octubre una lista que cuantificaba 252 efectivos de seguridad asesinados durante 2015. A esa cifra se le suman al menos 10 funcionarios que perdieron la vida después de esta fecha y llegaría a 262.
Con el asesinato de estos tres efetivos de la GNB asciende a seis la cantidad de funcionarios muertos en el estado Miranda durante los 25 días del mes.
Conteo de víctimas
La primera víctima de octubre fue el oficial de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) Alexander José Farías Peñaloza, graduado de la primera promoción de la Universidad Experimental de la Seguridad (Unes). Al joven lo mataron a tiros mientras retiraba dinero del cajero automático en Pérez Bonalde, al oeste de Caracas el primero de octubre. Farías era escolta del diputado oficialista, Freddy Bernal.
Cuatro días más tarde, en Santa Teresa del Tuy estado Miranda, Reinaldo Rodríguez de 25 años, fue asesinado de un tiro en la cabeza. El funcionario de la PNB fue abordado por varios sujetos y uno de ellos le propinó un disparo con arma larga tipo escopeta.
Ese mismo día asesinaron en Cumaná, Sucre, a Cruz Miguel Ortiz Serrano un respetado oficial de la policía estadal adscrito al Centro de Coordinación Policial Gran Mariscal de Ayacucho. Tenía más de 25 años de servicio en la institución policial.
El 6 de octubre en hechos aislados murieron tres más. Una fue Alejandra Ruiz, oficial de la Policía de Carabobo, a quien asesinaron a tiros luego de ser interceptada por antisociales que la despojaron de su arma de reglamento y hirieron a su esposo, también oficial. En la parroquia caraqueña de El Valle, ese día asesinaron al PNB Joserman David Castro González y en Bolívar al miembro de la policía de ese estado, Elías José Herfelder Morey.
Al agente del Cicpc Ramiro Daniel Urzola, adscrito a la Dirección Análisis Estrátegico de Información, lo mataron de varios disparos el sábado 10 de octubre en la calle Zulia de La Vega, sector Los Cujicitos, en Caracas.
El domingo 11 de octubre pasaron a engrosar la lista un Poliaragua y un Poliplaza. Héctor Kenny Sosa Guevara, de 37 años, era el jefe de servicio de la comandancia policial de El Consejo, ubicada en la calle Bolívar del municipio Revenga, y lo asesinaron a escasos metros del lugar de trabajo. Simón Rivero fue asesinado por dos hombres que le robaron la moto y su arma de reglamento en la carretera de Guarenas.
La décima víctima del mes fue Nelson García, un PNB que resultó muerto durante un enfrentamiento entre detectives de la policía científica y unos secuestradores. El hecho ocurrió en la Autopista Regional del Centro (ARC) a la altura del kilómetro 135.
El 18 de octubre en Ciudad Bolívar asesinaron a los hermanos Jesús y Noel Henrique Viamonte mientras se desplazaban en un carro. La esposa del primero, Geodelis Márquez, y el hijo de ambos, de tan solo cuatro años de edad, se salvaron de morir de la balacera, aunque también recibieron disparos. Los dos jóvenes eran funcionarios activos de la Policía del estado Bolívar (PEB).
Tres días más tarde, el detective del Cicpc, adscrito a la región mirandina, José Ramón Vegas murió tras recibir múltiples disparos cuando estacionaba su vehículo en su residencia en el sector El Trigo de Los Teques, Miranda.
Foto principal: Canaldenoticias.com