Cientos de casas fueron rebasadas casi por completo en Aguacatal 2. Las construcciones de dos pisos han servido para que algunas personas sigan viviendo en sus hogares mientras ven cómo día a día sube el nivel del agua. Foto: Iván Reyes

Viven desbordados. Para los habitantes del sur de los estados Aragua y Carabobo la tranquilidad es una condición que desapareció de sus vidas desde hace meses. Sus viviendas pasaron de lo cotidiano a estar sumergidas en aguas contaminadas del Lago de Valencia que, desde el inicio del período de lluvias en agosto de 2017, comenzó a desbordarse sin dar respiro a los vecinos.

La situación es alarmante para al menos 20 comunidades, que han tenido que enfrentar la situación sin más ayuda que la voluntad de ellos mismos por superar las inundaciones, al habilitar refugios o compartir sus hogares.

Entre casas anegadas y en peligro de contagiarse de enfermedades severas transcurre el día a día de al menos 14.000 familias venezolanas que, de colapsar un muro de concreto de 5 metros construido en el año 2005, quedarían por debajo de miles de litros de agua que correrían en minutos y convertirían el sur de Maracay en una nueva Atlantis, según alertas hechas por ingenieros en numerosas ocasiones.

Hace 12 años el presidente Hugo Chávez firmó una orden ejecutiva para la construcción del terraplén, que inicialmente fue levantado en la cota 408 mientras la masa de agua reposaba a 402 metros sobre el nivel del mar, pero hoy las circunstancias son otras, con cambios drásticos que han generado, a juicio de los ciudadanos, la misma respuesta de las autoridades: incrementar la altura del dique y amurallar un lago que no para de crecer.

La muralla presenta perforaciones en su cuerpo que generan filtraciones, según datos que maneja el experto Luis Fernando Arocha, y de continuar su elevación aumentaría las probabilidades de un colapso total. De la cota 408 la base de concreto pasó a 414,40 metros sobre el nivel del mar en 2012 y en agosto pasado se ordenó subirlo un metro más, mientras la masa de agua supera los niveles de la cota 413.

Desde 1999, un grupo de propietarios introdujo demandas ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en reclamo a la inactividad del Ministerio del Ambiente para ejecutar las labores de saneamiento del Lago de Valencia. Fue en el 2006 cuando el Poder Judicial emitió el fallo, y ordenó indemnizar a los habitantes de La Punta y Mata Redonda, pero aún los vecinos siguen allí, en casas inundadas por aguas sucias, esperando el cumplimiento de dicha sentencia.

Los municipios Girardot y Francisco Linares Alcántara resultan los más afectados por las inundaciones, donde al menos 20 sectores conviven con las aguas negras provenientes del desbordamientos del lago Los Tacarigua, como también conocen la masa de agua que nutre a la capital de Carabobo.

Al hacer un recorrido por las parroquias La Punta, Mata Redonda, Paraparal, La Esmeralda, Palma Real, Andrés Eloy Blanco, San Luis, José Casanova Godoy, Rómulo Gallegos, Río Blanco, Isla La Culebra (Carabobo) y Palma Real, se consigue un factor común en ellas: la lucha por mantener las casas en pie.

Foto: Iván Reyes

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