La contaminación atmosférica es el mayor riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas evitables de muertes y enfermedades en todo el mundo, responsable de aproximadamente 6,5 millones de muertes prematuras en todo el mundo (en 2016). Si no se produce una intervención agresiva, el número de muertes causadas por la contaminación del aire en espacios abiertos va camino de aumentar en más de un 50 % antes de 2050.
Por eso el 19 de diciembre de 2019, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución para celebrar un Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul e invitó al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) a facilitar la celebración del Día Internacional.
Una nota de prensa publicada por el Pnuma señala que la resolución destaca la importancia y la urgente necesidad de aumentar la conciencia pública sobre este tema en todos los niveles, y promover acciones para mejorar la calidad del aire. Así mismo, hace notar que la celebración del Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul está abierta a los Estados Miembros de la ONU, sus agencias, organismos internacionales y regionales, así como la sociedad civil.
Dado el contexto actual de la pandemia de COVID-19, el día asume un papel aún más importante al destacar la urgencia de abordar la contaminación del aire en beneficio de la salud humana, al tiempo que enfatiza la necesidad de avanzar hacia la sostenibilidad a nivel individual, nacional y global.
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Por un cielo azul
Como parte de la promoción de este primer Día del Aire Puro, se presentó el sitio web Clean Air Blue Sky bajo el lema “Por un cielo azul”. Esta incluye distintos recursos para la participación ciudadana, incluyendo la etiqueta #AireLimpio en redes sociales, un video promocional y un mapa global para monitorear la calidad del aire en cada parte del planeta.
También es posible consultar un mapa en tiempo real que muestra la calidad del aire, así como estadísticas de calidad del aire en el mundo. Puede verlo aquí. En una revisión hecha a las 9:30 AM del lunes 7 de septiembre así se veía Latinoamérica, afectada principalmente por la temporada de incendios de la Amazonía en Brasil, Ecuador, Perú y Bolivia, en la época de quemas tradicionales asociadas tanto a políticas públicas permisivas como a costumbres ancestrales entre indígenas y campesinos.
De acuerdo a los datos en vivo, que se actualizan cada cuatro horas, 3 mil 76 millones de personas, lo que equivale a 38,6% de los habitantes del mundo, están expuestos al aire limpio con los estándares de la OMS, lo que significa que el 61,4% reciben aire contaminado de distintos niveles.
577,7 millones de personas (7,2%) aire considerado “bueno”, 3 mil 57 millones (38,4%) lo reciben “moderado”, mil 111 millones (13,9%) reciben lo que se califica como “insano para grupos vulnerables”, otros 109 millones (1,4%) a niveles de “insano”, dos millones 39 mil un nivel “muy insano” y finalmente 30.162 personas a nivel “tóxico”.
En el mapamundi se observa que los mejores niveles de aire están en Europa y la costa este de los Estados Unidos.
Partículas nocivas
Los principales contaminantes que afectan a la salud humana son el material particulado, el ozono troposférico (O3) y el dióxido de nitrógeno (NO2). Las partículas finas que dañan la salud humana se denominan PM2,5 (partículas con un diámetro inferior a 2,5 micrómetros), y pueden penetrar profundamente en los pulmones e introducirse en el torrente sanguíneo, y así afectar a otros órganos y funciones del organismo. Estas partículas pueden proceder directamente de las emisiones o formarse en la atmósfera por la combinación de varios contaminantes distintos, por ejemplo, el amoníaco (NH3) y los compuestos orgánicos volátiles (COV).
Uno de los indicadores de calidad de aire es registrar un máximo de 10 μg/m3 de media anual y 25 μg/m3 de media en 24h de PM2,5 en el aire. Según el registro más cercano a Venezuela, en la embajada de Estados Unidos en Curazao, los niveles actuales en el norte de Falcón serían de 3 μg/m3, lo que implica un aire muy limpio al nivel de los estándares de la OMS.
