Del Río, una pequeña ciudad ubicada al sur del estado de Texas, vuelve a ser un punto noticioso este año. Entre mayo y junio vivió un pico de ingresos de migrantes que cruzaron el Río Grande, provenientes de Ciudad Acuña, en México. En las últimas dos semanas, miles de personas, la mayoría haitianas, han llegado a esta zona buscando entrar a los Estados Unidos. De acuerdo con estimaciones de funcionarios fronterizos, son cerca de 14.000 las personas que están acampando debajo del puente que conecta a esta localidad con Acuña. De esta cifra, 9.000 son haitianos y el resto proviene de países como Venezuela, Cuba y Nicaragua, así como de naciones de africanas.
Ante la cantidad de personas que llegaron a la entrada de la ciudad, el alcalde de Del Río, Bruno Lozano, anunció el cierre del puente fronterizo de forma indefinida y pidió ayuda al gobierno central para atender esta situación.
Del Río tiene una población de unos 50 mil habitantes.
Efecto Cocuyo está en la ciudad fronteriza para contar de primera mano lo que ocurre en este lugar.
Del Río, una puerta de entrada para miles de migrantes
Durante 2021 se han registrado más de 165.000 encuentros con migrantes únicamente en el sector de Del Río. En 2020 la cifra no llegó a las 40.000 personas, según los datos oficiales, que toman como base el año fiscal ( octubre a septiembre). Entre el jueves 16 y el sábado 18 de septiembre, cerca de 14.000 migrantes se fueron sumando en la Puerta de Entrada de Estados Unidos a través de la ciudad de Del Río. Las autoridades no permitieron el paso de todas las personas y esto llevó a los migrantes a establecer una especie de campamento a la espera de ser procesados por los funcionarios de seguridad.
Son cerca de 9.000 haitianos los que están en el lugar para solicitar asilo a Estados Unidos. De acuerdo con el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, también hay personas de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Ecuador, entre otros países.
Las personas atravesaron un estrecho del Río Grande (Río Bravo en México) para llegar a suelo estadounidense. No obstante, esta zona está dividida por una gran reja que separa el territorio federal estadounidense con el de la ciudad de Del Río, por lo que los migrantes no pudieron avanzar y las autoridades fronterizas que no tienen capacidad suficiente para realizar esta actividad rápidamente.
Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos ya inició las deportaciones. Según activistas haitianos en suelo estadounidense, esta medida “no tiene sentido”, pues muchas de los deportados tenían años sin estar en Haití.
Por otra parte, el alcalde de la ciudad, Bruno Lozano, afirmó que la localidad no tiene capacidad para recibir a la población migrante y que su administración tampoco cuenta con los recursos necesarios para ayudar a las personas. Pidió ayuda al gobierno de Joe Biden y exigió una resolución para esta situación.