El último bombardeo de un campo de refugiados en la Franja de Gaza puede considerarse un crimen de guerra, tanto por el elevado número de víctimas civiles como por su magnitud, afirmó hoy la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.

«Nos preocupa seriamente que se trate de ataques desproporcionados que puedan constituir crímenes de guerra», señaló el organismo dirigido por el alto comisionado Volker Türk, quien tiene una carrera dedicada a la cuestión de refugiados y derechos humanos en la organización internacional.

Como consecuencia del ataque del ejército israelí, ocurrido este martes, un gran número de civiles fallecieron -entre ellos mujeres y niños-, en uno de los peores que se ha registrado desde el inicio de la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás.

Fuentes hospitalarias confirmaron a EFE haber certificado la muerte de al menos 145 personas en esos bombardeos.

Israel admitió haber matado a más de cincuenta «terroristas», incluido Ibrahim Biari, un comandante del Batallón de Yabalia, uno de los mandos de Hamás responsables de los ataques del 7 de octubre, según el Ejército israelí. 

El Comité de la ONU sobre los Derechos de los Niños dijo este miércoles que los que viven en la Franja de Gaza han sufrido la violación de todos sus derechos más primordiales y han sido víctimas de actos que van claramente contra el derecho humanitario internacional.

La guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás ha provocado la muerte de más de 3.500 niños desde el pasado 7 de octubre, fecha desde la cual también hay varios niños israelíes que están como rehenes.

«En el primer mes de esta guerra ha habido informes devastadores de actos prohibidos contra los niños, como mutilaciones, lesiones, secuestros, desplazamientos forzosos, privación de atención médica, alimentos y agua», denunció el órgano de Naciones Unidas.

Enfatizó que los conflictos armados tienen efectos de por vida en la salud física y mental de los menores, y afectan negativamente su desarrollo.

«Según el artículo 38 de la Convención sobre los Derechos del Niño, los Estados tienen la obligación de respetar y hacer respetar las normas del derecho internacional humanitario y de tomar todas las medidas posibles para garantizar la protección y el cuidado de los niños afectados por conflictos armados», recalcó el Comité en un comunicado.

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