La Oficina de Derechos Humanos de la ONU dijo este viernes, 13 de diciembre, en un informe sobre los abusos en la respuesta de las fuerzas del orden ante las protestas en Chile, que resulta alarmante el alto número de manifestantes heridos en la cara o en los ojos (aproximadamente 350) con perdigones.
«Hay razones fundadas para creer que se usaron armas menos letales de manera inadecuada e indiscriminada, lo que contraviene los principios internacionales destinados a minimizar el riesgo de heridas», según una misión de ese organismo que investigó durante tres semanas la violencia en torno a las protestas.
Algunas personas perdieron incluso la vista en sucesos en los que también se registró el uso de irritantes químicos, en particular gases lacrimógenos.
El informe detalla amplias denuncias, incluidos ejemplos específicos, de tortura, malos tratos, violaciones y otras formas de violencia sexual por parte de la policía contra personas detenidas, muchas de las cuales parecen haber sido detenidas arbitrariamente.
En total, según cifras oficiales, más de 28,000 personas fueron detenidas entre el 18 de octubre y el 6 de diciembre, aunque la gran mayoría fueron liberadas.
El equipo de la Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos «documentó 113 casos específicos de tortura y malos tratos, y 24 casos de violencia sexual contra mujeres, hombres y niñas y niños adolescentes, perpetrados por miembros de la policía y el ejército».
Sobre el número de fallecidos, que se cifran en 26, el grupo de Bachelet dijo que logró verificar 11 de esas víctimas. De esos, cuatro casos involucraron «privación arbitraria de la vida y otras muertes ilegales que involucraron a agentes estatales».
Además, «en dos de estos casos la fuerza letal, en forma de munición real, parece haber sido utilizada en ausencia de cualquier riesgo para la vida del personal civil o militar y contra personas que no participaban en actos de violencia Esto contraviene las normas y estándares internacionales sobre el uso de la fuerza y puede, según las circunstancias, equivaler a una ejecución extrajudicial «, denunció la ONU.
Hubo «uso innecesario y desproporcionado de armas menos letales, en particular escopetas antidisturbios, durante manifestaciones pacíficas y / o fuera del contexto de enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Esto ha resultado en un gran número de personas heridas, incluidos transeúntes y personas que no cometieron actos violentos sino que protestaron pacíficamente «.
Entre las conclusiones pide detener los ataques indiscriminados a los manifestantes.
«Hay motivos razonables para creer que, desde el 18 de octubre en adelante, se ha cometido un gran número de violaciones graves de los derechos humanos», afirma. «Estas violaciones incluyen el uso excesivo o innecesario de la fuerza que condujo a asesinatos y lesiones ilegales, tortura y malos tratos, violencia sexual y detenciones arbitrarias».
Con información de Efe y la ONU
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La Oficina de Derechos Humanos de la ONU dijo este viernes, 13 de diciembre, en un informe sobre los abusos en la respuesta de las fuerzas del orden ante las protestas en Chile, que resulta alarmante el alto número de manifestantes heridos en la cara o en los ojos (aproximadamente 350) con perdigones.
«Hay razones fundadas para creer que se usaron armas menos letales de manera inadecuada e indiscriminada, lo que contraviene los principios internacionales destinados a minimizar el riesgo de heridas», según una misión de ese organismo que investigó durante tres semanas la violencia en torno a las protestas.
Algunas personas perdieron incluso la vista en sucesos en los que también se registró el uso de irritantes químicos, en particular gases lacrimógenos.
El informe detalla amplias denuncias, incluidos ejemplos específicos, de tortura, malos tratos, violaciones y otras formas de violencia sexual por parte de la policía contra personas detenidas, muchas de las cuales parecen haber sido detenidas arbitrariamente.
En total, según cifras oficiales, más de 28,000 personas fueron detenidas entre el 18 de octubre y el 6 de diciembre, aunque la gran mayoría fueron liberadas.
El equipo de la Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos «documentó 113 casos específicos de tortura y malos tratos, y 24 casos de violencia sexual contra mujeres, hombres y niñas y niños adolescentes, perpetrados por miembros de la policía y el ejército».
Sobre el número de fallecidos, que se cifran en 26, el grupo de Bachelet dijo que logró verificar 11 de esas víctimas. De esos, cuatro casos involucraron «privación arbitraria de la vida y otras muertes ilegales que involucraron a agentes estatales».
Además, «en dos de estos casos la fuerza letal, en forma de munición real, parece haber sido utilizada en ausencia de cualquier riesgo para la vida del personal civil o militar y contra personas que no participaban en actos de violencia Esto contraviene las normas y estándares internacionales sobre el uso de la fuerza y puede, según las circunstancias, equivaler a una ejecución extrajudicial «, denunció la ONU.
Hubo «uso innecesario y desproporcionado de armas menos letales, en particular escopetas antidisturbios, durante manifestaciones pacíficas y / o fuera del contexto de enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Esto ha resultado en un gran número de personas heridas, incluidos transeúntes y personas que no cometieron actos violentos sino que protestaron pacíficamente «.
Entre las conclusiones pide detener los ataques indiscriminados a los manifestantes.
«Hay motivos razonables para creer que, desde el 18 de octubre en adelante, se ha cometido un gran número de violaciones graves de los derechos humanos», afirma. «Estas violaciones incluyen el uso excesivo o innecesario de la fuerza que condujo a asesinatos y lesiones ilegales, tortura y malos tratos, violencia sexual y detenciones arbitrarias».
Con información de Efe y la ONU