De entrada, agradeció. Luego, reconoció a Joe Biden y a su familia. Pero después  de haber cumplido con las formalidades iniciales, el primer discurso de Kamala Harris (56) como vicepresidenta electa de Estados Unidos estuvo dedicado a las mujeres de todas las edades, nacionalidades y orígenes. Dejó claro que ella era apenas una precursora, pero que el camino para la participación y el liderazgo femenino quedaba abierto. 

“Puede que sea la primera en este cargo, pero no seré la última porque cada niña que nos ve debe saber que este es un país de posibilidades…Sueña con ambición, lidera con convicción. Obsérvense ustedes mismos de una manera en la que no los verán los otros, simplemente porque nunca antes los habían visto. Nosotros aplaudiremos a lo largo del camino ”, dijo en una emotiva presentación desde Delaware, estado natal del recién electo presidente Joe Biden.

Esta mención tan específica no es de gratis. Harris ha estado rodeada toda su vida de mujeres. Creció con su mamá y su hermana Maya, que, según ella misma reconoce, le marcaron de manera definitiva su postura política y su carrera.

“Cuando mi mamá, Shyamala Gopalan Harris, llegó a los 19 años a este país, quizás, nunca se imaginó este momento”, dijo durante su discurso de este sábado en la noche. 

La madre de Harris era originaria de la India, su padre de Jamaica. De él casi no habla en su autobiografía titulada: The Truths We Hold (“Las verdades que preservamos”), sin embargo, sobre ella construye su pasión como defensora de causas y su activismo.

Foto: Instagram

Experta en cáncer de mama, Shyamala luchó contra la guerra de Vietnam, fue atacada por la policía en las manifestaciones contra la segregación y conoció a Martin Luther King. “Ella entendió muy bien que estaba criando a dos niñas negras e hizo todo lo posible para que creciéramos como mujeres poderosas y seguras de sí mismas”, señala su agradecida hija, según un perfil hecho por la revista Vanity Fair.

Shyamala murió de cáncer de colon en 2009. 

Harris está acostumbrada a abrir caminos. Fue la primera mujer negra elegida fiscal de distrito en la historia de California, la primera mujer que fue fiscal general de California, la primera senadora india-estadounidense y, ahora, la primera mujer negra y la primera asiática-estadounidense elegida como compañera de fórmula para la vicepresidencia en una candidatura de un partido mayoritario, de acuerdo con  Politico.

También ha hecho parte del sincretismo cultural, religioso y hasta amoroso parte de su vida.

Kamala creció asistiendo a una iglesia Bautista negra y a un templo hindú. Su marido, Doug Emhoff, es blanco y judío. Se casaron en una discreta ceremonia en Los Angeles en 2014. Él tiene dos hijos de su primer matrimonio -Ella (21) y Cole (26) que llaman a Harris: “Momala”.

Durante una de sus intervenciones en la campaña, ella dijo: “Seguro que el título de vicepresidenta suena bien, pero para mi siempre ´Momala´es el que tendrá más significado”.

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El abogado corporativista la conoció en una cita a ciegas en 2013 y asegura que fue amor a primera vista. Él se convertirá en el primer caballero de la vicepresidenta y es el primer cónyuge judío en llegar a tan alto cargo.

Su hermana mayor Maya también es una activista política consumada, trabajó durante la campaña de Hillary Clinton. Maya Harris tenía 17 años  cuando nació su hija Meena. Ahora, la sobrina de Kamala tiene 35 años, dos hijas y también es abogada tras estudiar en Stanford y Harvard. Muy unida a su madre y a su tía, en junio publicó un libro infantil sobre su historia, Kamala and Maya’s Big Idea, un bestseller en su país, según Mujerhoy.

A Harris le encanta cocinar, quizás por eso es que cuando visitó Florida durante la campaña presidencial uno de los primeros sitios que visitó fue un restaurante, pero no uno cualquiera, visitó una arepera. 

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Pero esa no ha sido su única vinculación con Venezuela. El elegante traje blanco que llevó la noche del sábado fue diseñado por la venezolana Carolina Herrera.

Foto: Efe

Durante su discurso del 7 de noviembre Kamala aseguró que estaba pensando en “mujeres, negras, asiáticas, blancas, latinas, nativas americanas, que a lo largo de la historia de nuestra nación, han allanado el camino para este momento esta noche”.

Celebró sus luchas y sacrificios: “Incluyendo a las mujeres negras que a menudo, con demasiada frecuencia, son pasadas por alto pero que a menudo demuestran que son la columna vertebral de nuestra democracia”.

Y así, sentó las bases para cumplir el slogan que hace muchos años su mamá le dejó como legado: “Sé la primera, pero asegúrate de no ser la última”.

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