Desde este 8 de septiembre, tras el fallecimiento de Isabel II, el hasta ahora conocido como príncipe Carlos de Inglaterra pasa a ser rey del Reino Unido y jefe de Estado de otros 14 países. La pregunta para muchos, en especial los aficionados a la prensa rosa y las monarquías, es saber qué tratamiento se dará ahora a la actual esposa del nuevo monarca, Camilla Parker.
La aún duquesa de Cornualles, polémica por ser primero amante y luego segunda esposa de Carlos, tras la muerte de Diana de Gales, no goza del aprecio de muchos de sus súbditos, que ahora tendrán que reconocerla como reina consorte, según el nuevo protocolo real.
De hecho, en uno de los mensajes de duelo que la casa real británica publicó este jueves, Parker es mencionada con ese título de reina consorte.
A principios de este año, Isabel II ofreció a sus súbditos un discurso en el que reflexionó sobre su reinado, que fue el más largo de la historia de la monarquía británica; el cual sorprendió a muchos cuando concedió el visto bueno a su nuera Camilla e indicó que luego de su eventual muerte ella debería ostentar el título de reina consorte.
La sorpresa se dio porque, por mucho tiempo, Camilla no tuvo esa posición asegurada. Aun más, en una época ella fue la mujer más odiada de ese país. Eso fue a finales de los años ochenta, cuando aún el público británico estaba embelesado con la historia de hadas que parecían vivir Carlos y Diana, y ella apareció como la «amante inescrupulosa» que estaba dispuesta a arruinar el hogar.
El 19 de abril de 2005, el entonces príncipe Carlos -hoy nuevo monarca del Reino Unido- se casaba con Camilla Parker-Bowles, después de treinta años de relación, de su matrimonio fallido con Diana de Gales y de haber sorteado todo tipo de dificultades políticas, sociales, morales y religiosas.
Con la bendición del arzobispo de Canterbury, la pareja empezó una nueva vida con Camilla convertida en «Alteza Real» y duquesa de Cornualles y así comenzaba una nueva transformación para adaptarse a la vida de palacio y a las obligaciones que eso conlleva, según referencia de la revista Hola!.
Según los expertos en realeza, la reina en su discurso de este año, no solo aprobó la unión de Carlos y Camilla, sino que allanó el camino del príncipe Carlos para llegar al trono y quizás predijo su propia muerte.
Según el diario The New York Times, al ser la reina consorte, el estatus de Camilla queda validado y su papel como compañera legítima de Carlos, sellado. También significa que Camilla podría tener un papel más protagónico el día de la coronación de Carlos y que ella misma posiblemente también será coronada.
En ese sentido, las palabras de la reina han sido interpretadas como un sello de aprobación. También es un ajuste de la monarquía a los nuevos tiempos. De los hijos de la reina solo uno, Eduardo, no se ha divorciado de su pareja.
Hace unos años se decía que Camilla no podría ser considerada nunca una reina y que su estatus llegaría solo hasta princesa consorte. No obstante, al parecer los tiempos monárquicos en la Gran Bretaña están escribiendo otra historia.
Termina funeral público de reina Isabel II con el descenso de su féretro a la cripta real en Windsor
Funeral y entierro de Isabel II: Reino Unido despide a la reina
Vinotinto Sub 23 cae contra Costa Rica durante su debut en el Maurice Revello
Efecto Cocuyo cumple su primer año con el desafío de cubrir el cambio climático
Canciller de Colombia dice que a Benedetti no se le puede creer «porque aceptó ser drogadicto»
Petro nombra a un excolaborador como su nuevo embajador en Venezuela
Políticos colombianos piden explicaciones a Petro por audios del exembajador en Venezuela
Desde este 8 de septiembre, tras el fallecimiento de Isabel II, el hasta ahora conocido como príncipe Carlos de Inglaterra pasa a ser rey del Reino Unido y jefe de Estado de otros 14 países. La pregunta para muchos, en especial los aficionados a la prensa rosa y las monarquías, es saber qué tratamiento se dará ahora a la actual esposa del nuevo monarca, Camilla Parker.
La aún duquesa de Cornualles, polémica por ser primero amante y luego segunda esposa de Carlos, tras la muerte de Diana de Gales, no goza del aprecio de muchos de sus súbditos, que ahora tendrán que reconocerla como reina consorte, según el nuevo protocolo real.
De hecho, en uno de los mensajes de duelo que la casa real británica publicó este jueves, Parker es mencionada con ese título de reina consorte.
A principios de este año, Isabel II ofreció a sus súbditos un discurso en el que reflexionó sobre su reinado, que fue el más largo de la historia de la monarquía británica; el cual sorprendió a muchos cuando concedió el visto bueno a su nuera Camilla e indicó que luego de su eventual muerte ella debería ostentar el título de reina consorte.
La sorpresa se dio porque, por mucho tiempo, Camilla no tuvo esa posición asegurada. Aun más, en una época ella fue la mujer más odiada de ese país. Eso fue a finales de los años ochenta, cuando aún el público británico estaba embelesado con la historia de hadas que parecían vivir Carlos y Diana, y ella apareció como la «amante inescrupulosa» que estaba dispuesta a arruinar el hogar.
El 19 de abril de 2005, el entonces príncipe Carlos -hoy nuevo monarca del Reino Unido- se casaba con Camilla Parker-Bowles, después de treinta años de relación, de su matrimonio fallido con Diana de Gales y de haber sorteado todo tipo de dificultades políticas, sociales, morales y religiosas.
Con la bendición del arzobispo de Canterbury, la pareja empezó una nueva vida con Camilla convertida en «Alteza Real» y duquesa de Cornualles y así comenzaba una nueva transformación para adaptarse a la vida de palacio y a las obligaciones que eso conlleva, según referencia de la revista Hola!.
Según los expertos en realeza, la reina en su discurso de este año, no solo aprobó la unión de Carlos y Camilla, sino que allanó el camino del príncipe Carlos para llegar al trono y quizás predijo su propia muerte.
Según el diario The New York Times, al ser la reina consorte, el estatus de Camilla queda validado y su papel como compañera legítima de Carlos, sellado. También significa que Camilla podría tener un papel más protagónico el día de la coronación de Carlos y que ella misma posiblemente también será coronada.
En ese sentido, las palabras de la reina han sido interpretadas como un sello de aprobación. También es un ajuste de la monarquía a los nuevos tiempos. De los hijos de la reina solo uno, Eduardo, no se ha divorciado de su pareja.
Hace unos años se decía que Camilla no podría ser considerada nunca una reina y que su estatus llegaría solo hasta princesa consorte. No obstante, al parecer los tiempos monárquicos en la Gran Bretaña están escribiendo otra historia.