El pasado domingo 24 de diciembre Reino Unido informó que envió un barco de guerra a Guyana. Según las autoridades británicas se trata de “un gesto de apoyo diplomático y militar” a su antigua colonia en disputa con Venezuela.
Esta decisión no fue bien recibida por el gobierno venezolano. Ese mismo día, el ministro de Defensa del gobierno de Nicolás Maduro, Vladimir Padrino López, rechazó la acción de Reino Unido.
Para la internacionalista venezolana, Amara Lopes, esta decisión británica “es un hecho que tiene el potencial de tener importantes consecuencias, tanto para Venezuela como para la región”.
La experta dijo a Efecto Cocuyo que la decisión de Reino Unido representa “una escalada de la tensión entre Venezuela y Guyana por la disputa territorial del Esequibo”.
Mientras tanto, Padrino López aseguró que Venezuela está alerta “ante estas provocaciones que ponen en riesgo la paz y la estabilidad del Caribe”.
Envío de buque podría llevar a Venezuela a tomar represalias
La internacionalista venezolana afirmó que el Ejecutivo nacional podría tomar medidas de represalia y esto “podría aumentar la tensión y el riesgo de un conflicto armado” entre ambos países. Lopes también mencionó que las relaciones entre Caracas y Londres podrían verse afectadas.
“Este hecho podría tener un impacto negativo en las relaciones entre Venezuela y Reino Unido. El envío del buque de guerra podría ser visto por Venezuela como una provocación, lo que podría dificultar el diálogo entre ambos países”, afirmó.
Reino Unido anunció la decisión el pasado domingo 24 de diciembre. Luego fue reafirmada por el Ministerio de Defensa británico. El HMS Trent, un patrullero militar, estará en ejercicios militares conjuntos que se celebrarán después de navidad
Lopes cree que Venezuela debería actuar con cautela y evitar tomar medidas que puedan agravar la situación. “Se debe tener en cuenta que Venezuela está en una situación económica y política particularmente compleja, y un conflicto armado con Guyana sería muy perjudicial para el país”, comentó.
En el mejor de los casos, Caracas podría optar por presionar a nivel diplomático e incluir en conversaciones al gobierno de Brasil, uno de los principales interesados en la que región se mantenga en paz.
“También se debe tener en cuenta que el secretario general de la ONU, António Guterres, acordó actuar “como observador, con la concurrencia permanente” de Maduro y Ali”, indicó.
Evitar escalada del conflicto
En el caso de que Venezuela decida tomar medidas de represalia emulando la acción de Reino Unido, “la tensión podría aumentar y aumentar el riesgo de un conflicto armado. Esto podría tener un impacto negativo en la estabilidad regional y podría dañar las relaciones entre Venezuela y otros países”, agregó Lopes.
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El anuncio británico se produce después de que el 14 de diciembre, Nicolás Maduro e Irfaan Ali se reunieron en San Vicente y las Granadinas, por mediación de esta isla caribeña y Brasil, para bajar las tensiones entre los dos países.
Los dos mandatarios se comprometieron a no escalar el conflicto, aunque cada uno mantiene los reclamos de sus respectivos países por el Esequibo, una zona de casi 160 mil kilómetros cuadrados rica en recursos minerales y naturales, donde viven 125 mil personas, según el gobierno guyanés que administra esta región.