¿Llegará en mayo la contención mundial de la pandemia del COVID-19 y se reabrirán las economías más grandes como los Estados Unidos o la totalidad de las industrias europeas? No. Ni el mercado ni los inversionistas creen que el próximo mes comience el rebote económico y, por eso, el petróleo pagó la factura con un hito sin antecedente alguno: su primera cotización en negativo en toda la historia. Esta tendencia de precios ultrabajos parece, de hecho, que se extenderá hasta finales de este año.

Seguir la cotización internacional de los contratos a futuro del petróleo durante este lunes 20 de abril fue como asomarse a un túnel a oscuras de un ascensor descompuesto. Ni la promesa del recorte de la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), ni la presentación de un plan para reabrir la economía de los Estados Unidos en tres fases diferentes lograron frenar la caída.

El precio del barril del West Texas Intermedio (WTI) para mayo, no en vano, perdió por completo su valor. Empezó la jornada con precios ultrabajos, pero llegó por primera vez en su historia a una cotización negativa. Cerró en -37,63 dólares por barril en los contratos con vencimiento para mayo y ese número negativo solo se traduce en otro pésimo indicador para la economía de Venezuela.

“Esto es un evento inédito en la historia de mercados de cualquier activo financiero. Pero si lo vemos desde la perspectiva para Venezuela, entonces hay que tener en cuenta que la factura petrolera no da para nada, porque se produce a pérdida. A una fuerte pérdida. No podemos contar con eso, ni para importar gasolina ni para ninguna otra cosa”, explicó el economista Hermes Pérez, especializado en el mercado petrolero, en entrevista para Efecto Cocuyo.

Los contratos de petróleo del WTI para junio solo cayeron 16% y cerraron en 21,1 dólares por barril. Este precio es bajo, pero todavía le sirve a grandes productores como Arabia Saudita o Rusia. En cambio, no representa ninguna ganancia para Venezuela. El costo de producción y el descuento de precio al que está obligado a vender Petróleos de Venezuela (Pdvsa) por las sanciones de los Estados Unidos no dejan ningún ingreso para las cuentas estatales.

“El precio del barril venezolano no es el precio negativo, pero ahora es un precio de un dígito. A este bajo precio también hay que sumarle los problemas de entrega y distribución que tiene Pdvsa, entonces aquí tienen que verse medidas económicas fuertes. Es probable que esto lleve al ajuste de los precios de la gasolina a precios internacionales”, detalló Alberto Cárdenas, analista de mercados de energía.

El Ministerio del Petróleo anunció el viernes pasado que el petróleo venezolano promedió 13,03 dólares por barril. Esta semana se espera que esa cotización venezolana caiga aún más.

Coronavirus como golpe final  

Aquel petróleo que fue el principal producto de exportación venezolano y que mantuvo la economía del Estado desde comienzos del siglo pasado, ahora es un activo que nadie quiere en los mercados internacionales y que se cotiza en precios ultrabajos. Sin vuelos comerciales, ni autopistas repletas de autos, ni una proyección de que este escenario vaya a cambiar en los próximos 30 días, ningún inversionista quería recibir el petróleo en físico y tener que pagar por guardarlo.

Las aerolíneas, las empresas transportistas, las refinerías, los inversionistas y todo aquel con un contrato a futuro para mayo del WTI estaba solo interesado en venderlo para evitarse los costos de transporte y almacenamiento. La paralización económica a consecuencia de la pandemia del COVID-19 dio un golpe certero a la cotización internacional del petróleo, pero las limitaciones ya venían desde antes.

“Es una crisis inédita, porque había una guerra comercial entre Arabia Saudita y Rusia, un exceso de oferta y un parón económico ocasionado por el coronavirus. En toda la historia nunca hubo un colapso del petróleo como éste y tenemos que prepararnos para ver estos precios ultrabajos de la cotización internacional por debajo de los 20 dólares, al menos hasta finales de este 2020”, advirtió Cárdenas, quien desde comienzos del año ha insistido en las complicaciones del mercado energético internacional.

Esta cotización negativa histórica del petróleo, por supuesto, también viene arrastrada por la profunda caída de la demanda a consecuencia del nuevo coronavirus.

China, que es uno de los dos grandes consumidores de petróleo, enfrentó limitaciones para mantener sus industrias completamente encendidas entre enero y febrero. Mientras que Estados Unidos, que enfrentó más tarde las complicaciones de los pacientes infectados con el nuevo coronavirus, vio reducir su consumo petrolero desde mediados de marzo pasado.

“Veníamos de una desaceleración de la demanda de petróleo y solo se hizo más aguda a raíz de la pandemia. El recorte anunciado por la Opep no tuvo ningún efecto y ahora cuando los depósitos de almacenamiento de petróleo ya andan llegando a su tope es cuando vemos la gota que derrama el vaso”, argumentó Pérez, quien también es profesor de la Universidad Metropolitana (Unimet).

¿Qué tan bajo caerá el precio del barril venezolano? Eso es muy difícil de proyectar en un mercado tan volátil, pero lo que sí es cierto es que aquella meta anunciada por el equipo del chavismo de que Pdvsa volvería a una producción de 1.000.000 de barriles diarios durante este año luce, cada vez, más complicada.

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